Entre celebrar el día comunero y homenajear al libro en su día, elegí la
siesta. Pero eso tuvo su coste. Doble coste: me perdí el ambiente de “la campa”,
y no conseguí saborear el de “la feria del libro”, en el edificio de usos múltiples,
junto a la cúpula del milenio. Y un añadido: llevar a Gumi y Berto al campo y
aguantarles durante todo el día.
Claro que tuvo también sus compensaciones: pasear en solitario por “el
valle”, degustar sabrosos “productos de la tierra”, realizar “pequeñas chapuzas”,
departir amistosamente con “personas del lugar”, intentar tirar de máquina y encontrarme
“sin batería”, comprobar que no todo “el monte es orégano”, confirmar que hubo “un
tiempo mejor que ya no volverá”, constatar que en esta tierra “carecemos de
firme identidad” y, finalmente, ratificar que a pesar de todos los pesares nos
tira mucho más el fútbol que la filosofía.
Así las cosas, en este día tan plano, lo más reseñable fue la siesta,
precioso legado recibido de la tradición más pura, sucedida al amor de una
lumbre primorosamente aderezada y libre de ruidos extraños, llamadas
apremiantes y requerimientos inoportunos.
Ese dulce holgar, despreciado allende las fronteras y vituperado como
holgazanería propia de seres inferiores, es el momento médicamente comprobado
como más cercano a la felicidad pura. Lástima que dure tan poco.
2 comentarios:
Hola Míguel, ¿pero todavía andas con lumbre?, aquí hace un calor tremendo, en manga corta por fuera de casa y dentro con una chaqueta.
Pues si es un invento genial lo de la siesta, yo me pego unas tremendas, como madrugo mucho( los perros mandan y prefiero levantarme a estar recogiendo cacas y pises), pues después me desquito.Oye pasa un rato por L´Hort y verás el jardín como está a reventar de flores, me da mucho gusto ,es una maravilla estar leyendo bajo el tilo y hay un olor...hummmm.
Muchos besos.
Ya te he fisgado el jardín; lo tienes primoroso. Por aquí aún hay que abrigarse, por eso la lumbre, y aún es algo pronto para disfrutar de rosas y demás preciosidades. Todo se andará.
Me alegro de tu vuelta a casa.
Besos.
Publicar un comentario