Clase teórico práctica (CTP) de cocina de altos vuelos y bajos presupuestos
a) Planteamiento del problema:
Es así que en mi barrio casi todas las casas tienen patio, jardín o ambas cosas. Claro que la gente lo llama huerto. Y en dicho patio, jardín o huerto, suele haber parras, higueras, almendros, albérchigos, cerezos, manzanos, etc.
Es así, igualmente, que mi gente es dadivosa y receptosa, es decir, da y recibe de las cosas que tienen.
A mí me consideran un vecino más, y por tanto sujeto de dádivas y objeto de recepciones. (Esta burrada estilística y gramatical como que no la veis, hacedme este favor).
Concluyendo, que me han traído un fardel (ahora se llama bolsa de plástico) con unos cinco quilos de higos, de diferentes procedencias vecinales. Dos he destinado al consumo directo, y los tres restantes a la elaboración artesanal de conservas domésticas.
Esta mañana he decido dejar de comer higos, y proceder a confitarlos.
b) Herramientas y utensilios indispensables:
- Una cocina. Uso la que me traje de casa de mis padres cuando ellos pasaron a la mixta. Es una corberó de hace más de cincuenta años, pero va como un tiro. Gas ciudad, por supuesto, que he entrado en la modernidad.
- Un microondas, modelo 1995 que me tocó en la Caja por los puntos que me atribuyeron. Ya les di las gracias entonces, no me repito.
- Una olla exprés heredada de mi abuela materna. Es una Laster, fabricada por García de Legarda, Bilbao, Vizcaya, España, modelo 1945. Sólo usaremos la parte inferior, la de arriba no la mancho y tampoco la friego.
- Una cuchara de madera de boj, fabricada por mí mismo a partir de un tronco que me traje de Benasque, Huesca, España, un verano del año no me acuerdo.
- Una batidora, marca tranlará, modelo profesional, 1000 watios de potencia y 20 velocidades. Una auténtica trituradora.
- Frascos de vidrio, modelo diversificado, debidamente higienizados. Todos reutilizados.
- Un mandilón modelo unisex, negro con rayas blancas verticales que estilizan mi figura y me hacen parecer todo un doncel. (Creo que antes lo llevaban los mozos de carnicerías y similares, una jojoya).
- Una cuchara sopera, o sea grande, para repartir y hacerlo bien.
c) Realización
1ª Lección: pesaje del producto y cocción a cámara lenta, con regulador de tiempo incorporado.
2ª Lección: azucarado rigurosamente controlado, al poco más o menos, para una dieta ecológica, sana y sabrosona.




3ª Lección: ebullición alegrosa de la mezcla y molturación en frío o en caliente, que más da, para evitar tropezones en el posterior pringe y rechupeteo.
4ª Lección: reparto y me llevo el mejor parto y posterior enfriamiento para que ni queme ni huela; sólo sepa.
5ª Lección: etiquetado de los envases, debidamente uniformizados y personificados, indicando las cualidades gustativas, olfativas, nutritivas, degenerativas y oftalmológicas. Posterior distribución al personal por riguroso orden de preferencia.
6ª Lección y última: levantamiento de acta notarial de la veracidad del hecho acreditado.