Exactamente 195
centímetros. Esa es la estatura de Loquillo. Me refiero a la física. La humana
pudo sospecharse anoche en la sexta a partir de su tamaño intelectual, salvo
que se partiera de algún tipo de prejuicio.
Claro que se trataba
de un programa amañado. A un lado un gallinero al estilo que se nos acostumbra
en estos tiempos en los medios audiovisuales, y luego él, en plan estrella.
No me gustó ese
encuadre, pero sí lo que soltó al natural, sin poses –eso me pareció– ni miradas
al tendido.
Puede verse aquí
ahora, porque entonces casi dormido no entendí algunas cosas.
Tampoco estuvo mal el
filósofo Savater, pero no me va su estilo aunque estoy de acuerdo con él en casi
todo lo que dijo.
Ha amanecido nevando.
Una cosa muy fina que casi no cubre, pero se nota.
Ojala nevara los dos
metros que harían falta para tapar del todo tanta mierda, así ni olería ni la
veríamos.
Fotos cedidas generosamente por el Jefe