Creo que todos los
indios que hay en la ciudad han pasado esta tarde por la parroquia. Eso me comentó Pilar anoche. ¡Cómo
habrán venido tantos!
No es fácil responder
a esta pregunta/exclamación. Por lo que ellos mismos dicen, no pueden volver a
su país. Sí, allí tienen su familia y sus raíces, en tanto que aquí, sin nada,
malviven. Aceptan el trabajo que les ofrezcan, y cobran simplemente lo que les
den. Cogen lo que nadie quiere, y, a pesar de ello, se los rifan porque lo
hacen muy bien.
¿Por qué están aquí?
Parece ser que en su tierra no hay presente. ¿Tendrán futuro?
Curiosamente todo el
colectivo de inmigrantes indios son católicos. Ellos no dicen nada. Pero acabo
de recibir la última revista Sal Terrae y en un artículo firmado por Joseph Antony, “Jossie”, D’Mello, SJ se dice: «La India,
conocida por ser una tierra donde conviven diversas religiones y culturas, está
viendo erosionada su reputación de país secular, debido al aumento de atentados
cometidos contra las minorías».
Empieza
su artículo afirmando lo siguiente: «La India, crisol de múltiples religiones,
es la cuna del hinduismo, el budismo, el janismo y el sijismo. Además, ha dado
cobijo al judaísmo, el cristianismo, el islam y el zoroastrismo, consideradas
religiones foráneas, pues surgieron fuera de la India. De ahí que la tolerancia
religiosa esté arraigada en lo más hondo del sentir indio. Puesto que los
hindúes eran tolerantes hacia otras religiones, las minorías nunca se han
sentido inseguras en este país tan densamente poblado, hogar de un 12% de
musulmanes y un 3% de cristianos».
Sin
embargo, en los últimos años, el fanatismo y el fundamentalismo religioso se
han extendido sobremanera desde que «el Partido Bharatiya Janata (BJP), que se
fundó en 1980, pretende hacer de la India una nación hindú, algo que ha marcado
su programa. El aumento de la conciencia hindú para la mayoría ha ocurrido en
todo el país. Sin embargo, la escalada de violencia contra los cristianos se
vive sobre todo en aquellos estados gobernados por el BJP o sus aliados. El
manifiesto del BJP para las elecciones generales de 2014 deja claro que el
principal objetivo del partido es hacer de la India una Hindu Rashtra (Nación
Hindú) o Ram Rashtra (Nación de Ram). Por desgracia, el BJP quiere jugar con la
religiosidad de la mayoría para ganar fuerza. Su estrategia ha consistido en
llevar a cabo una política de división, polarizando el país en hindúes y no
hindúes. Los no hindúes son tratados como foráneos. Por tanto, hay un ataque
orquestado contra las minorías. La ideología Hindutva que propugna el BJP es
una ideología extremista que va en contra de los principios más básicos del
hinduismo, que cree en la no violencia y la paz. Estos fundamentalistas
desprecian la Constitución y a las minorías y se toman la justicia por su mano.
Por ello, los Estados en los que gobiernan no protegen a las minorías».
En cuanto el avión
aterriza, y antes de bajar de él, tengo que quitarme esta ropa y ponerme el
sari. Si bajo así, con pantalones, o me matan o me llevan a la cárcel. Palabras dichas por Sindi antes de emprender viaje para
visitar a la familia a la que no veía desde hace más de diez años.
«Los cristianos de estas zonas remotas a
menudo son obligados a convertirse por grupos de fundamentalistas hindúes. La
ceremonia de la reconversión se conoce también como ghar vapasi (vuelta a casa)
o sudhikaran (purificación). Los cristianos sufren una “reconversión” forzosa
después de ser llevados hasta los templos con amenazas. Se les rapa y se les
hace beber agua de purín de vaca como signo de purificación y les obligan a
hacer desagradables juramentos para evitar que vuelvan a la fe cristiana», cita
“Jossie”, tomándolo de ANTO AKKARA, Early Christians of 21st Century. Stories
of Incredible Christian Witness from Kandhamal Jungles, Veritas India Books,
Bangalore 2013, 285.
Para entender por qué algunos estados de India están así,
especialmente los más apartados como Orissa o
Karnataka, hay que seguir leyendo: «Durante
los ataques, los grupos nacionalistas hindúes se justificaban diciendo que los
cristianos convertían forzosamente a las tribus y a los parias. Sin embargo, el
hecho es que las tribus y los parias, viendo el trato inhumano que les daba el
hinduismo, se convertían al cristianismo. Se unieron al cristianismo como acto
de protesta. Una de las principales razones de que se agreda a sus fieles es
que el cristianismo se ha erigido en voz profética en la India. Los parias y
las tribus con los que trabajamos ahora conocen sus derechos, y las personas de
casta alta ya no pueden explotarlos. La actitud de las tribus y los parias
concienciados ha empezado a molestar a los fundamentalistas hindúes. El trabajo
de los misioneros les molesta. Estos fundamentalistas de mente cerrada quieren
poner punto final a la actividad misionera y nos acusan de convertir
forzosamente a la gente al cristianismo, al tiempo que ocultan las verdaderas
causas de la violencia».
Por supuesto Suni y sus compatriotas
son parias.