De la antigua Cañada
Real sale un camino que atraviesa antiguas huertas y fincas de recreo,
desviándose hacia Simancas. Cuando lo descubrí pensé que era de propiedad
particular, habida cuenta del mal estado en que lo mantenían los agricultores de
ambas bandas, encharcándolo en verano sin conmiseración, y convirtiéndolo en
invierno en un auténtico campo de minas; charcos helados que encerraban trampas
mortales.
Lo he recorrido
infinidad de veces, salvo a caballo, que no tengo. En bici, andando, en coche,
a la carrera, de mañana, de tarde y de noche.
Un día entraron las
máquinas en él y quedó reducido a nada. Usted tenía que avisar a los
guardias, que le harán caso, de que ese camino tiene que permanecer siempre
abierto, porque es público. Primera noticia que me daba otro habitual del camino del Pesquerón y
que se venía imposibilitado de transitar por él en cuanto alguien decidió que
todo esto era edificable. Y llamé a la policía municipal; y el que me atendió,
amablemente me mandó a la mierda. Suficiente trabajo tenían con lo que había,
para que encima tuvieran que preocuparse por un camino que a nadie importaba.
Luego vino el
abandono general de la zona, y el camino quedó reducido a un sendero entre
patatales, en la actualidad son girasoles, por un lado y el baldío por el otro.
Ni fincas, ni casas, ni ná.
Esta mañana me he
visto sorprendido porque una máquina motoniveladora le está dando un repaso. Ya
siento no haber tenido a mano la digital para inmortalizar el evento. Mañana
sin falta pongo aquí una foto.
1 comentario:
¡No me digas que la primera foto y la última son del mismo sitio, el mismo camino!, ¡madre mía qué cambio a peor! Esperaré a ver la foto que anuncias de su estado actual y ya opinaré.
Besos
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