¡Caballero, ¿no ha visto ese semáforo? fue lo que me gritó aquel guardia, cuando esperaba que me riñera por circular por Miguel Íscar, en obras y cortada al tráfico. Curiosamente, el mismo que el jueves santo me reprendió por manipular el móvil mientras pedaleaba por Regalado camino de casa.
¡Cómo no había de verlo si estaba rojo bermellón! Lo que pasa es que había interpretado a mi manera, y, puesto que no había circulación de vehículos, me lo salté olímpicamente.
Me bajé para cruzar en la esquina del Banco de España y embestí calle de la Victoria hacia los soportales; y llegué sin más sobresaltos a casa de mi amiga; iba en plan obrero, había que armar un armario de esos que venden por piezas y debidamente empaquetado. Tiene todo, hasta plano de situación e instrucciones a seguir. Ah, también pesos y medidas.
El paquete de la izquierda pesa 49,3 kg. y el de la derecha 30,5 kg. Demasiado para el cuerpo
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Lo primero que hice fue el desempaquetado. Tuve que desarmar camas y demás mobiliario, porque aquello exigía plaza limpia y espacio suficiente. Mi primera intención fue empezar por alguna parte, pero me la tragué y empecé a estudiar el plano. Así pude, siquiera por esta vez, ir con un poco de orden y acabar en el plazo convenido, más o menos.
No se trata de un exin castillos, ni de un mecano
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Me sobraron piezas; no sé si porque venían de más, o porque me salté algún detalle, o porque se pasaron en seguridad y no hacían falta tantas.
Miedo me dan estos armarios que una vez construidos más vale no volverlos a reconstruir; quedan dañados para siempre. Son muebles de usar… y luego tirar.
¡Y pesan…! Abusan del aglomerados y del DM, que no lo ataca la carcoma y la polilla, pero son sólo papel y poco más.
He terminado cansado; manipular tableros tan grandes en un pequeño espacio es agotador. Cuando no das en la lámpara del techo, das contra la mesilla, o contra la puerta del pasillo, o mismamente contra las paredes.
Pero ahí está, todo hermosote, para ser usado desde ya, en cuando se seque la cola con que he asegurado los cajones.
Aquí cabe ropa por un tubo
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Sí, esta vez no he interpretado las señales a mi manera, subjetivamente; me he atenido a lo que dicen, sólo mirando los pictogramas sin prejuicios ni ideas propias.
¿Seré capaz de no volver a las andadas?
Esta debería estar antes, pero va de últimas
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1 comentario:
Jajajajaja (carcajada sonora, Míguel), te imagino con cara de "¡qué ha pasado, porqué me riñe usted señor guardia? si no hay tráfico por aquí, bueno, bueno lo que usted diga, gracias y hasta la próxima". La tiene tomada contigo este municipal, ya te digo. Y lo del armario, vaya tela, como para no desesperarse a ratos y, claro, ya entiendo que te sobren piezas, es que hay muchas... jajajaja. La amiga que ha confiado en ti no sabe (o sí) de la que se ha librado porque una cosa son los muebles sencillitos como los que yo he montado pero ese pedazo de armario es , buahhh, la repera, es para profesionales del bricolaje o aficionados adelantados como tú. Enhorabuena, lo conseguiste y ahorraste piezas, más no se puede pedir. Espero que te lo agradezca como se merece el esfuerzo.
Besos
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