En este centro
infantil de línea dos que tengo el gusto de coordinar, una de las primeras
cosas que experimentan los más peques es que todo crece. Para verlo mejor el
primer paso es buscar tierra y semillas.
Ahí está la semilla
sembrada por un grupo de cincuenta, que en próximas fechas, y tras un cuidadoso
riego, germinará en forma de plantas de alubias, garbanzos, lentejas, trigo,
mijo, alpiste, maíz…
Nuestra catequesis
entra por los ojos para que no se suba a la cabeza, sino que baje al corazón; y
desde ahí anide en las tripas, lugar donde se sienten de verdad las cosas en
las que cualquier persona sensata cree.
La chavalada no sale
en la foto porque no pude meter la cámara hasta que salieron todos. Ni con
calzador podría haberlo hecho en vivo y en directo.
Fue una gozada.
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