Como si hubiera
premeditación, incluso alevosía y nocturnidad, durante este mes que hoy termina
se me han escacharrado un montón de máquinas: el video Loewe, el contestador
Panasonic, el cepillo de dientes Interplak, la impresora Samsung, el taladro
Intertools, el televisor 12” Sanyo y el tdt Noséquémarcadecuatroperras.
Al mismo tiempo he
podido comprobar que están en perfecto uso, aunque algo descuidados en su
mantenimiento, la máquina de super 8, el teléfono de telefónica, el cepillo de
dientes manual, las máquinas de escribir mecánicas, mi colección de berbiquíes,
la radio que me regaló mi hermano y la bicicleta.
Igualmente, Moli
sigue envejeciendo con soltura, Gumi crece cada vez más cabestro y Berto
continúa igual de alelado. Los tres, sin embargo, se están volviendo más
cariñosos, y cualquier día me los roban, especialmente a estos dos últimos,
para usarlos de peluches.
Impresora Brother 2130 |
Ayer, para darme una
alegría, alguien se ha presentado con una impresora a estrenar, porque no se
puede consentir que llegue alguien, pida un certificado de bautismo y yo le
entregue un papel escrito a máquina con correcciones, tachaduras y mala impresión.
¡Estaría bueno!
¿El corsa? Bien,
gracias a dios. Pero esta mañana se quedó encendida por más tiempo del debido una
lucecita que señala una llave fija…
En cuanto a mí, ya lo dice Labordeta, ¡callejeando!
2 comentarios:
Hola Míguel, veo que andas consternado, cuando las cosas empiezan a estropearse ¡¡qué rabia me da!!, así que te imagino y te comprendo. Espero que poco a poco todo vaya arreglándose porque hay otras cosas que son más complicadas y más peliagudas, hablas de ellas en una entrada posterior.
He vuelto de estar unos días en casa de Laura, hemos recogido olivas y nos hemos acordado de ti, pensamos que te hubiera gustado mucho y que hubieras disfrutado; uno acaba con agujetas hasta en las pestañas el primer día pero después todo vuelve a su ser. El vendaval tremendo que se desencadenó impidió proseguir la tarea (acabarán en el suelo las aceitunas de los árboles que faltan por recoger). Bueno, que sepas que si te animas el año que viene habrá otra cosecha, si dios quiere, y que estás formalmente invitado a participar.
Besos
Las sorpresas casi siempre son agradables. La consternación, no.
Nunca he recogido aceitunas, pero me imagino que hecho a mano debe ser muy malo para los riñones. Esta cosecha es de invierno; tal vez cuando me jubile, aunque entonces a lo peor no puedo ni agacharme.
Besos.
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