Bueno tampoco es así
de exagerado. Apenas unos lumens más para no tropezarnos cada vez que pasamos a
lo largo de la nave parroquial con la de cachivaches que se amontonan, muchas
veces sin ley ni orden, y de vez en cuando en un concierto aunque desafinado
porque hay que hacer espacio que llega otro camión.
Es que de repente me
dio que había que limpiar los transparentes del techo, y me puse a ello. Tuve
antes que empalmar la escalera de manera trapacera pero eficaz, para llegar
hasta allá arriba. Pero en cuanto los alcancé, ya no se resistieron.
Ni que decir tiene
que en el sobretecho y bajo la uralita se acumula mierda en cantidad. En las
placas opacas, poco importa. Pero en las que tienen que dejar pasar la luz del
cielo, ofendía a la vista y la ponía en la tesitura de enceder la artificial. Y
al precio que se ha puesto la factura también ofende al bolsillo.
A los que he
conseguido alcanzar, les he pasado y repasado, para que luzcan.
A los que no podía alcanzar, les he abordado desde arriba, de modo que me he tenido que agachar para acercarme a ellos. Ha sido mucho más fácil de lo que me temía, y he terminado de limpiarlos en apenas unos minutos. Con un plumero y una pértiga, solucionado.
Queda aun por ver si merece la pena molestarme por los tres que faltan, que de momento están
fuera de control; si hay manera humana de atizarlos con el cepillo y la bayeta,
entrarán en el rebaño de los limpios, como los demás. No me tardaré demasiado
en ver si es sí o es no.
Y ahora me digo yo si
esto que acabo de escribir no tendrá algo que ver con el hecho de que hoy,
precisamente hoy, se cumple un año de que Benedicto XVI abdicara, renunciara o dimitiera;
dígase como se diga para que se entienda. El caso es que si tal autocese fue
por ver si otro era capaz de limpiar de telarañas este inmenso edificio que es
la Iglesia Católica, que así parece que fue, ahora todo el mundo lo está
celebrando.
Voy a ver si aprendo,
porque este edificio mío también las tiene, y bien grandes. Pero da una pereza
ponerse a quitarlas…
No hay comentarios:
Publicar un comentario