Me ha costado
confirmarlo, pero he pillado dos lugares de Internet que se hacen eco de su
fallecimiento. Uno para ponerlo a parir, otro para elogiarlo. Así está el mundo
y así es la vida.
Valga como reseña
breve de su biografía este texto de hace años copiado de 20minutos:
Alfonso
Álvarez Bolado nació en la calle Gamazo de Valladolid el 15 de marzo de 1928;
en octubre de 1937 entraron tres hermanos en el Colegio San José y pasó siete
años haciendo todo el bachillerato y, aprobado el examen de Estado en julio de
1944, entró en el noviciado de la Compañía de Jesús de Salamanca en septiembre
de 1944, donde realizó los estudios de Humanidades. En julio de 1948 fue
destinado a la provincia jesuítica de reciente creación (Castilla Occidental),
cursó tres años de Filosofía en Oña (Burgos) y al acabar fue destinado a hacer
los estudios civiles de Filosofía en la Universidad Central de Barcelona
(1951-1955). Cursó sus dos primeros años de Teología en la Facultad de Teología
que los jesuitas tenían en San Cugat del Vallés (Barcelona) y los dos últimos
en Innsbruck, donde se ordenó sacerdote el 26 de julio de 1958. En 1966 la
Santa Sede le nombró consultor del Secretariado Pontificio para los
no-creyentes, una de las instituciones más características de las fundadas en
la secuencia del Vaticano II, y de 1967 a 1972 se hizo cargo como director del
'Instituto Fe y Secularidad' para el estudio del agnosticismo y del secularismo
que por indicación del P. Arrupe se funda. Asimismo, en 1967 fue nombrado
profesor de Historia de la Filosofía Moderna y Contemporánea de la Universidad
Pontificia Comillas en Madrid, ocupación en la que se mantuvo 22 años, hasta su
jubilación en 1995, a los 65. En 1998 fue destinado a la Residencia de los
jesuitas de Valladolid, desde la que redacta sus escritos sobre la
espiritualidad de la Compañía y en la Semana Santa de 1999 en Valladolid,
Monseñor Delicado Baeza le encargó predicar el sermón de las 'Siete Palabras'
del Viernes Santo en la Plaza Mayor.
Le tuve de profesor
en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Comillas, y su
palabra era profunda y su pensamiento abierto y orientador. Venía con aureola
de erudito, y lo demostró. Su asignatura, no recuerdo su título, tenía que ver
con la dimensión política de la teología o cómo hacer teología en la realidad
que se está viviendo.
En lo personal puedo
decir que se portó conmigo entrañablemente, cuando a mi padre le detectaron un
cáncer y hube de ausentarme precisamente en plenos exámenes de junio. Ya no sé
cómo fue la cosa, pero pude pasar su asignatura y estar junto a mi familia en
aquella situación.
Muchos años después,
en 2009, recibí una invitación del Colegio de Lourdes para participar en la
Eucaristía con motivo de la fiesta en que se celebraba el 125º aniversario de
su fundación. A las órdenes del arzobispo de entonces, don Braulio, nos
juntamos antiguos alumnos que devinimos en clérigos. Como me topara con Álvarez
Bolado entre los tales, le inquirí cómo así él, que era “jeringuilla”, estaba
presente; “jeringuilla y babero”, me respondió. Parece ser que cursó por algún
tiempo fuera del colegio San José y vino a parar al equipo enemigo.
Luego ya no volví a
saber más de él, hasta hoy, con la noticia de su fallecimiento en Salamanca.
Resulta extraño que personas que han tenido una larga trayectoria intelectual,
una vez jubiladas, se convierten poco a poco en seres inexistentes,
silenciosos, invisibles. A pesar de que Álvarez Bolado ha seguido trabajando en
lo suyo, analizar la realidad y descubrir –y ayudar a hacerlo a otros– el
sentido profundo que atesora, y su vinculación durante catorce años al
Instituto Fe y Desarrollo de la Cía de Jesús en Valladolid, una vez que fue
destinado a Salamanca hace cinco años como que había desaparecido.
Ojala su inmensa obra
siga perdurando. Precisamente en ello estaba cuando le llegó la muerte, en
organizarla y depurarla para ponerla a buen recaudo en el Archivo de la Cía en
Alcalá de Henares.
A última hora
encontré esta confirmación, oficial por supuesto, de la noticia:
http://www.sjpucela.org/blog/item/1797-fallece-el-padre-alfonso-alvarez-bolado-a-los-85-anos-de-edad
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