Donde hay buenas imágenes,
no es que sobren las palabras; pero cuantas menos se utilicen, mejor.
Y aquí hay un porrón
de ellas que no necesitan comentario. Sólo, si acaso, una explicación.
A Enrique Barquín Sierra ya
se le conoce en este blog. Ahora toca a sus discípulos, tanto da en femenino
como en masculino.
Han sacado lo mejor
de sí, y en forma de homenaje nos lo ofrecen para que, ahora que dispone de más
tiempo y de posiblemente mejor colocación, también Enrique disfrute de lo que
nos dejó en vida; y, si es el caso, les indique a modo de inspiración o incluso
aparición lo que él, como maestro, disponga.
Si corrige, a
revisar; si da su beneplácito, a mejorar. Y en todo caso, a seguir dándole al
pincel y a los colores, para disfrute propio y para gozo común y solidario.
Así lo querría
Enrique, porque así lo trabajó.
Valga ahora una
apostilla personal. Mi mamá me dijo siempre que la pintura hay que mirarla de
lejos, que de cerca no conviene. Ella sabía por qué. Por eso he puesto las imágenes
en pequeño. Se pueden ver a tamaño mayor simplemente pinchando en una; el resto
sale de corrido, porque bloguer está preparado para ello.
¡A disfrutar!
1 comentario:
Cuando un maestro enseña a sus alumnos a ser creativos, les ha enseñado mucho.
Les ha insuflado el aliento de lo esencial, la capacidad de hacer de la nada, algo. Algo que sale de dentro y se extiende a través de sus brazos y de sus manos para realizar la idea creativa, y "eso" es un regalo divino.
A mi no me importa la técnica de estos trabajos, lo que tiene importancia es que cada uno ha expresado su idea.
Felicitaciones a todos y al maestro -desde dónde esté- agradecimiento infinito.
Y a ti , por mostrarnos lo importante de la vida un abrazo bien fuerte.
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