Es el mensaje que
Luis, mi amigo y paisano, –no obstante que Vicario General–, ha dejado esta
mañana al puñado de jóvenes que luego confirmó.
Fácil de palabra y
profundo de contenido, nos alentó a toda la concurrencia a no bajar el listón
de “amar” a “querer”, por más que el evangelio de Juan nos muestre a Jesús
descendiendo del uno al otro para facilitar las cosas al Pedro que habría de
ser “piedra”. Muy bien lo entendió el apóstol, y terminó aceptando la cruz, no
importa que fuese invertida.
Prometo firmemente
volver al griego, aunque sólo sea para entender que la distancia entre “éros” y
“agapé” es posible acortarla, y es necesario.
Claro que la cosa no
es nada fácil. Ahí sí que hace falta una ayudica. Y estos muchachos y muchachas
acaban de recibir su Espaldarazo.
Para ver todo el reportaje pinchar aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario