«La primera
noche
ellos se
acercaron
y tomaron
una flor de nuestro jardín.
Y no
dijimos nada.
La segunda
noche,
ya sin
esconderse,
pisotearon
nuestras flores,
mataron a
nuestro perro,
y no
dijimos nada.
Hasta que
un día,
el más
insignificante de todos ellos
nos robó la
luz,
y,
conociendo nuestro miedo,
nos robó la
voz de nuestras gargantas,
y debido a
que no dijimos nada,
ya nunca
más pudimos decir nada». (Vladímir Mayakovski)
«Compadeced
a la nación poblada por carneros,
despistados
por sus pastores.
Compadeced
a la nación con dirigentes mentirosos, sus sabios, silenciados,
y sus
intolerantes rondando por las ondas.
Compadeced
a la nación que no alza su voz,
si no es
para ensalzar a conquistadores y aclamar como héroe al matón
y que
quiere regir el mundo por la fuerza y la tortura.
Compadeced
a la nación que no conoce otro lenguaje que el suyo
y ninguna
otra cultura que la propia.
Compadeced
a la nación que respira dinero
y duerme el
sueño del sobrealimentado.
Compadeced
a la nación, – oh –, y al pueblo que deja que menoscaben sus derechos,
y que sus
libertades sean arrasadas.
Mi país,
tus lágrimas, dulce tierra de libertad». (Lawrence Ferlinghetti)
«Primero
vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego
vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego
vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego
vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego
vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada».
(Martin Niemöller)
1 comentario:
El último lo conocía, como todo el mundo, pero los otros dos no tenía noticia y me han parecido igual de certeros. Me los quedo y los difundo. Gracias
Besos
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