Sí, a mi puerta.
Ahora mismo está entrando. Pero esta mañana ya dejó su tarjeta de visita. Al
volver del paseo pinariego la encontré tal que así.
No llevaba remite, de
modo que no he tenido que firmar el recibí ni dar cuenta de ello por ningún
otro medio. Pero la coloqué en el lugar de honor.
Ahora todo está
embriagado de su aroma.
Sí, el verano ha
llegado antes de tiempo, y, según dicen, va a pesarnos su presencia con calores
y sequía.
Dicen que viene para
estar tres largos meses con nosotros. Aunque es posible que se ausente cuando
menos haga falta, y nos azote con frío en agosto, o en julio, o en septiembre.
Sí, el verano acaba
de entrar, y con él se irán difuminando los colores porque el sol lo ocupará
todo. Y hasta los olores se aplanarán agotados los jugos de las plantas; y los
días se irán acortando por abajo y por arriba, salvo por el centro que, con la
canícula, las horas se harán lentas y agobiantes.
Bienvenido seas,
verano. Sénos propicio y vete cuanto antes.
Hola, verano; adiós,
verano.
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