Esta mañana me he espabilado pronto, que el paseo de ayer por la montaña palentina para visitar la Cueva del Cobre, Piedrasluengas y el valle entero de los embalses, Curavacas y Espigüete de lejos incluidos, me ha sentado como auténtico bálsamo de Fierabrás.
Y hete aquí que llega Kiko, mi vecino, y me trae una bolsa de pan duro, que ayer como fue fiesta, comieron de prestado. El pan es para la Moli, que gusta de roer y raerlo despacito y con deleite.
Y voy yo y le riño al Kiko por tirar tanto pan. Que a mí de pequeño me enseñaron que el pan es sagrado, que había que tratarlo mucho más que ahora.
El pan no se podía tirar, no se podía poner del revés, no se podía dejar caer al suelo. Si tal ocurría por accidente, debíamos besarlo y volverlo a colocar debidamente.
Eran otros tiempos, quizás más oscuros, quizás más reverenciales, quizás más sentidos.
El alimento era de respetar. Y más si era producto del propio esfuerzo, de la tierra bendita que se labraba y del Dios que siempre era providente con el ser, humano e inhumano, creado.
Y nada, que se lo he agradecido al Kiko que no tirara los canteros duros a la basura y los trajera de mañana para que la Moli disfrute, se los coma y nada nada se pierda.
Que todavía podemos decir de nosotros que, salvando ciertas cosas, aún somos buena gente.
Y hete aquí que llega Kiko, mi vecino, y me trae una bolsa de pan duro, que ayer como fue fiesta, comieron de prestado. El pan es para la Moli, que gusta de roer y raerlo despacito y con deleite.
Y voy yo y le riño al Kiko por tirar tanto pan. Que a mí de pequeño me enseñaron que el pan es sagrado, que había que tratarlo mucho más que ahora.
El pan no se podía tirar, no se podía poner del revés, no se podía dejar caer al suelo. Si tal ocurría por accidente, debíamos besarlo y volverlo a colocar debidamente.
Eran otros tiempos, quizás más oscuros, quizás más reverenciales, quizás más sentidos.
El alimento era de respetar. Y más si era producto del propio esfuerzo, de la tierra bendita que se labraba y del Dios que siempre era providente con el ser, humano e inhumano, creado.
Y nada, que se lo he agradecido al Kiko que no tirara los canteros duros a la basura y los trajera de mañana para que la Moli disfrute, se los coma y nada nada se pierda.
Que todavía podemos decir de nosotros que, salvando ciertas cosas, aún somos buena gente.
Y termino, como ya empieza a ser habitual en mí, recordando otros tiempos en que con la chavalada lo expresábamos casi todo cantando. Además del ¡Viva la Gente!, también usábamos esta otra, cuya música, algún día no muy tardando, conseguiré ponerla, con su propia música, aderezada a la guitarra y garganta, desde este puñetero ordenata que de momento no me dice cómo hacerlo.
CANCION DEL PAN
¿De dónde viene el pan? (4)
Deja que te lo digan (bis)
los hombres que en invierno
sembraron la semilla,
deja que te lo digan; (2)
los que con los calores
segaron las espigas,
los que las desgranaron
bajo el sol de la trilla. (bis)
¿De dónde viene el pan? (4)
Deja que te lo digan (2)
molino y molinero
que dan al pan la harina,
deja que te lo digan; (2)
y el que de noche amasa
y el que vendrá de día
repartiendo pan tierno
por las mesas vacías. (bis)
¿De dónde viene el pan? (4)
Deja que te lo digan (2)
otros niños con hambre
que piden lo que tiras,
deja que te lo digan; (2)
y te dirán que viene
de un sueño de justicia
donde será de todos
nuestro pan de cada día. (bis)
6 comentarios:
Pero, bueno, a eso le llamo yo ser más resistente que un roble, más duro que el berrocal, más audaz que al águila de mil cielos: o sea que, tras esa impresionante excursión de altitudes, quebradas, riscos, brañas y lapiaces de dificultades infinitas aún estás como una rosa, dispuesto a poner a cada cual en su sitio, a mantener el ojo avizor, a reprender a los manirrotos que dilapidan el alimento sagrado y de paso a buscar en los anaqueles las músicas que nos recuerdan que el mundo no ha empezado hoy. Caray con Don Miguel Angel, el hombre que sabia demasiado y que humildemente lo disimulaba. No te escaparás por más que lo intentes. Que todos sabemos de tus destrezas con la palabra y con las buenas obras. Pero de ahí a presumir de haberse trabajado en una jornada toda la montaña palentina, tan repleta de maravillas que resulta inabarcable, hay un trecho. Que habrá que recurrir a Santo Tomás, que todo lo comprueba, para que nos lo verifique. Un abrazo
Tenga a bien, vuesa merced, mi respetado don Fernando, pinchar en el primer enlace, que lleva directamente a las fotos que ayer tomé, siempre por consejo de usted de no olvidar la máquina en su estuchaje.
Que sí, que sí que anduve parte de esa montaña a pie. Claro que otra parte, la hice andando…, en coche. Que ya somos modernos, y aunque sea un poco derrochador, también merece la pena gastar algo de la energía común en cosas que realmente valgan.
Eso del coche es trampa ;).
Un saludo.
Mi tía le hacía una cruz con la punta del cuchillo antes de partirlo, no sé si para bendecirlo o para recordar quién nos lo daba. Sí que hay buena gente, sí, por fortuna. Incluso ahora que hay pan de todas clases, la gente es más buena que el pan, el de toda la vida.
"Lunita, dame pan,
que soy pequeñita
y no lo puedo ganar".
Eso me recitaban a mí cuando había luna. Y la canción de la tía Melitona, que ya no amasa el pan, se la enseñaron a Marcelo en el cole y seguimos cantándola.
Que sepas que yo hago mi propio pan en una máquina y que en mi casa lo poco que sobra también es para los animales de mis consuegros, que se lo comen con todo el gusto.
Qué buen paseo diste, amigo. Así da gusto.
Hola, Miguel Ángel. Mi visita esta es puramente interesada. Ando buscando por tu blog una entrada que hiciste donde dabas instrucciones para subir al blog un pdf, y ahora no la puedo encontrar. ¿Serías tan amable de indicarme la dirección? Indagaré un poco más y espero a que tengas un poco de tiempo. Gracias, amigo.
Clares, lo que buscas está aquí: http://mavs-mipequenomundo.blogspot.com/2009/03/para-fernando-manero-con-el-debido-todo.html, de fecha martes 10 de marzo de 2009.
Espero que te sea útil.
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