Acto Penitencial
Al comenzar esta celebración presentamos nuestras vidas a Dios Padre-Madre de todos, y reconocemos que no todo en ellas es limpio, claro y transparente. Por eso invocamos al Señor Jesús, que desde el principio nos llamó a ser sus testigos y nunca nos ha fallado:
- Tú que siempre nos perdonas porque nos quieres mucho. Señor, ten piedad…
- Tú que siempre nos ayudas porque nos quieres mucho. Cristo, ten piedad…
- Tú que siempre nos escuchas porque nos quieres mucho. Señor, ten piedad…
Oración colecta
Padre-Madre de todos los seres humanos: Para ti nadie es desconocido. Antes incluso de que el mundo pensase en nuestra existencia, tú ya susurrabas nuestro nombre y sonreías con ternura.
Que el gozo que sentimos al darnos cuenta de que nos conoces y nos eliges nos sirva para crecer como amigos, hijos tuyos y como comunidad de los que creen en ti.
Oración de las ofrendas
Tu presencia en nuestras vidas transforma hasta el más pequeño de nuestros esfuerzos en ocasión de recibir tu gracia. Que así mismo hoy transforme pan, vino, sudores, tristezas y alegrías en sacramento de vida para nosotros.
Oración de postcomunión
Amigo-hermano Jesús: Como al mejor de nuestros amigos te sentimos ahora dentro de nosotros; te damos las gracias porque esa presencia tan íntima nos ha ayudado y alentado durante nuestra vida para vencer todas las dificultades del día a día y así derramar amor en medio del mundo.
Continúa tu presencia salvadora en nosotros.
El Cabo de Gata
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No está en el fin del mundo, pero lo parece. Llegar hasta allá supone
atravesar valles y desiertos, llanuras y perdidos, pasar pueblos y rodear
montañas...
Hace 10 años
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