He tenido que frotarme bien los ojos para constatar que no estaba
leyendo cosas raras. Papa Francisco ha dicho eso y esto más: “Cada uno de nosotros, en cuanto bautizado,
participa del sacerdocio de Cristo”.
Cada vez que alguien me animaba a hacerme valer porque no soy un
cualquiera sino un ministro ordenado; y yo replicaba que a mí me honra el
bautismo, y lo del orden es una circunstancia que se me ha encomendado para el
servicio, de modo que cuando no sirva no perderé lo que ya no tenga porque no
es mío; cada vez que ocurría esto, se me tachaba de equivocado y cariñosamente
alguien me tiraba cariñosamente de una oreja.
Papa Francisco no ha dicho ninguna novedad, pero satisface que lo
recalque en los tiempos actuales.
El padre Salaverri sj estará saltando de júbilo, allá donde se
encuentre, al ver que sus tesis se ponen en valor. Mi viejo profesor de
Eclesiología se anticipó el Vaticano II y aún recuerdo con qué entusiasmo nos
explicaba lo del sacerdocio real y lo conciliar que es la Iglesia. Lo de sínodo
vino después.
Pensaba yo estas cosas mientras el agua me resbalaba por el cuerpo. En
la otra hilera de duchas, X hacía lo mismo. X también es cura, y, entre tanto
varón corito, ni a él ni a mí se nos distinguía.
Y ahora que lo escribo, pienso que aún estamos lejos de que esto lo
asuma el “fiel y servicial Pueblo de Dios”. Demasiado tiempo viene durando la
separación entre los que mandan y los que obedecen. No en vano en el catecismo
aún se puede leer: “Eso no me lo preguntéis a mí, que soy ignorante; doctores
tiene la santa madre Iglesia que os sabrán responder”.
1 comentario:
Lo felicito por su buen blog!, yo casualmente lo encontré al estar buscando información sobre las "parras".
Pudiera actualizar la información sobre sus parras, por favor?
Un saludo desde Monterrey N.L. México,
:)
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