No sé en qué estará
pensando ahora esta muchacha, ni adónde irán corriendo esos patos. Tampoco
entiendo a estas alturas de mi vida cuántas brazadas de espigas necesitará
espigar para hacerse pan, o para convertirlo en chicle como yo cuando era
pequeño.
Se comprende que
vestida de esa guisa no parece estar demasiado presentable en ninguna parte,
salvo allá donde ella viviera, sea en La France o en El United Kingdom, aunque
por la fecha en que se aprecia a leer, más bien sería en aquella.
Si a simple vista
parece estar resignada a ser lo que representa, tengo para mí que en su cara y
mirada pizpiretas esconde mal disimuladamente una rebeldía y una obstinación
que le deseo la llevara a los lugares y ocupaciones más nobles y refinados.
En fin, en este día
triste, en ella he pensado en primer lugar tras tirarme de la siesta.
Acaso sea por su
parecido con Inés, a la que espero dentro de un ratejo para hacer los papeles
de su boda con Andreas, un danés con el que a ver cómo me entiendo, que para
eso estamos en Europa.
4 comentarios:
Dale gracias a Dios hermano, por el trabajo. Y la niña debiera darle gracias a Dios , porque si bien, no està presentable, al menos puede tener algo en la granja para comer, asi sea uno de esos gansos
¡Saludos desde Venezuela!
¿titulo en ingles?...mal vamos
El cuadro es precioso, la niña parece sacada de una foto.
Y estar resignados a la situacion no, hay que rebelarse más y más..¡puñetas!
Un abrazo.
Esa expresión un tanto seria y hosca me recuerda a alguien.
Me ha fascinado esta imagen. Sencillamente esa niña ¡me ha fascinado!.
¡¡¡PRECIOSA!!!
Un abrazo.
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