Llevaban mis
diapositivas muchos años durmiendo el sueño de los justos, a la espera de dar
con algún invento que me ofreciera Internet para digitalizarlas. Ofertas no han
faltado, pero ninguna me resultaba eficaz.
Incluso me cansé de
mirar, porque casi todos los artículos sobre la materia empezaban diciendo
“esas viejas diapositivas encontradas en la casa del abuelo…”; y el asunto me
llegó a mosquear.
A pesar de todas las
ventajas que han aportado las innovaciones tecnológicas, añoro aquellas
reuniones para ver fotos juntos, y comentarlas. Ahora se hace individualmente,
y aunque existe el chat, no es lo mismo que hacerlo unos al lado de los otros.
Por eso siempre usé diapositivas; daban pie para realizar todo un rito
comunitario que incluía –además del asunto propio a visionar– convocatoria,
lugar y hora, la preparación del proyector y la pantalla, etecé, etecé. Y luego
los bises, porque como en los buenos espectáculos, los momentos estelares piden
repetirse.
El caso es que me
pidieron fotos vía internet y, dado que ya conocía el camino que lleva a la
tienda y por unos euros te devuelven las diapositivas y un cedé con las
digitalizaciones, decidí hacerme mi propio artilugio aprovechando lo que tengo
en casa:
1. La lámpara de luz
que sube y baja.
2. Una caja de
cartón.
3. Un trozo de
plástico traslúcido.
4. Chinchetas.
5. Mi cámara de
fotos.
Y como las imágenes
son sobradamente expresivas, os dejo con ellas.
Esa imagen que asoma en la pantalla de la máquina de fotos es la de la cabecera de esta entrada.
Esa misma imagen me la digitalizaron en la tienda hace unos años. Honradamente, me gusta más la de arriba, ¿o no?
3 comentarios:
¡¡¡Mucho mejor, dónde va a parar!!! Vaya invento que te has organizado, eres genial, lo que hace el ingenio y el tiempo. Muy bien, sigue con el asunto que parece que es eficaz.
Besos
Esto es arte, lo demás que cada uno opine.
Miguel Angel, muy ingenioso el sistema que creo te lo voy a copiar. Tengo unas diapositivas de mi padre, de los años 50 de la Guinea que con este metodo voy a tratar de recuperar.
Me has dado una buenisima idea.
Amigo, hago vacaciones y descanso en las entradas del blog, hasta septiembre.
Siempre vengo a leerte aunque no siempre dejo comentario.
Deseo que sigas soportando estoicamente el calor del verano.
Un abrazo muy fuerte.
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