No, esa mano no es del jefe, es la mano del que me va a llevar a… Cantabria!
Fue del todo imposible sacarle una foto decente. Así que tendremos que quedarnos con esta última imagen de Gumi. Llegó pesando 700 gramos, y marcha con la báscula en los 1.700.
¿Qué más se puede pedir en dieciocho días?
Pues, la verdad, mucho más. Me han chivado que sus cinco hermanos que quedaron mamando de la madre, Trufa, están más lustrosos y aún más juguetones que Gumi, a pesar de la leche fina y las bolitas especiales que se ha ido tragando durante estos días.
Y digo yo, ¡qué tendrá la leche de la madre! ¡qué tendrá!
Lo que yo no sabía en el momento de la despedida es que en la cámara digital, inexplicablemente ocultas, se encontraban estas dos instantáneas de la mañana del día de autos. Relajado y totalmente incapaz de avalanzarse sobre la cámara que tanto le atraía y que con su precipitación hacía casi imposible fotografiarle, fue objeto de este atraco alevoso, todo hay que decirlo, que nos permite disfrutarlo ahora, aun cuando ya no esté de cuerpo presente.
Así dormía Gumi, panza arriba y con las orejas estiradas. Las patas, digo yo, estarían haciendo encaje de bolillos conforme fueran sus sueños.
¿Qué más se puede pedir en dieciocho días?
Pues, la verdad, mucho más. Me han chivado que sus cinco hermanos que quedaron mamando de la madre, Trufa, están más lustrosos y aún más juguetones que Gumi, a pesar de la leche fina y las bolitas especiales que se ha ido tragando durante estos días.
Y digo yo, ¡qué tendrá la leche de la madre! ¡qué tendrá!
Lo que yo no sabía en el momento de la despedida es que en la cámara digital, inexplicablemente ocultas, se encontraban estas dos instantáneas de la mañana del día de autos. Relajado y totalmente incapaz de avalanzarse sobre la cámara que tanto le atraía y que con su precipitación hacía casi imposible fotografiarle, fue objeto de este atraco alevoso, todo hay que decirlo, que nos permite disfrutarlo ahora, aun cuando ya no esté de cuerpo presente.
Así dormía Gumi, panza arriba y con las orejas estiradas. Las patas, digo yo, estarían haciendo encaje de bolillos conforme fueran sus sueños.
9 comentarios:
Que cuco, si lo ve mi perra Blanca,lo adopta, tiene instino maternal a raudales.
Saludos.
Feliz fin de semana...!
Estarán más lustrosos pero no tan espabilados como ese perillán que ha comenzado a sentirse seguro en un entorno donde las manos cuidan y se esmeran en todo lo que tocan. La rebeldía va con él porque le han enseñado lo que es la libertad y sabe muy bien dónde y con quién se encuentra. Ahora va a Cantabria, al veraneo, a disfrutar de las brisas del Norte, a saborear los sabores del Cantábrico y a enterarse de lo que vale el ser querido. No necesita a Trufa, porque está trufado de afecto del bueno.
Gracias Carmen, pero Gumi ya no necesita que le quieran con instinto maternal; lo que ansía es dar cariño a sus amigos humanos. Y lo va a poder hacer, me consta.
Cornelius, que sea también feliz para ti y los tuyos.
Tienes razón,Fernando, Gumi ha salido sandunguero y libertario. Lo he podido comprobar hoy mismo al ver a una hermana suya que ha quedado con la madre, Trufa, para apurar la leche materna. Ni comparanza. Ella sigue apegada a la teta, y no tiene la alegría y el desparpajo de Gumi. Va a resultar un resultón amiguete de juegos y compañía incondicional y agradecida. Y hasta es posible que le lleven a jugar con las olas excitantes del Cantábrico. Lo que va a gozar.
Quie bello cachorrito! no sé que tiene pero los hace más fuertes a menudo he criado cachorritos abandonados y la verdad que cuesta sacarlso adelante,pero salen con mucho amor,este se vé precioso! que lindo blog!
Miguel Ángel, Gumi no tomado leche de su madre, pero tú le has dado mucho, mucho cariño, y él ha respondido poniendose precioso , gordito.
¡ Que bien lo has cuidado...!
Tuve un pastor belga llamado Blaki, que tuvimos que dar a un familiar porque nos trasladaron a Zaragoza.
No sabes el dolor que nos causo.
Un besico muy grande.
En efecto, * HADA ISOL, Gumi ha crecido menos que sus hermanos, pero está más fuerte, más espabilado, mucho más alegre y es muy cariñoso. Antes de la partida juntamos a los siete, y él solito se ventiló en un periquete el bol de comida que había en el corral. Este no ha costado casi nada sacarlo adelante, ha puesto de su parte todo.
María Luisa: he criado en mi vida de todo, perdigones, codornices, conejos, pollitos, gazapos, ranas, peces… Tengo un pez cogido en la acequia que lleva conmigo más de quince años, está hermosote. Siempre he tenido una perdiz, su nombre se ha ido perpetuando de una a otra, Filomeno, Filo para los amigos. Han vivido una media de trece años, y se han muerto porque tenían que morirse.
A Moly la cogí con un mes, y ya es mía del todo.
Pero Gumi ha sido especial, porque sabíamos todos, menos él, que estaba de paso, que se tenía que marchar…, pero ha sido dificilillo dejarle ir.
De Moly no me separa ni un rayo del cielo que caiga. Dejé de visitar la Brecha de Rolando y el refugio de Casteret, porque los franceses no dejan pasar perros por sus parques. Donde voy yo, va la Moly. Si en Zaragoza no me dejan ir con ella, no iré.
¡Qué gracia tenéis las mañas: un besico muy grande! Pues allá va un besazo castellano viejo.
María Luisa pero ¿vives en Zaragoza? Te tenía situada en la provincia de Huesca, de modo de lo de maña no te cuadraría, sino montisonense. ¿No es así? ¡Desfaz este entuerto!
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