Ayer por la mañana ha publicado ElPais.com en Opinión este artículo de Juan Arias: http://www.elpais.com/articulo/opinion/palabras/Iglesia/quiere/recordar/elpepuopi/20090603elpepiopi_4/Tes
Luego he comprobado que algunos blogs lo han colgado, se entiende que como adhesión de los bloggers a su contenido.
No os podéis hacer idea el batiburrillo de comentarios que se han volcado en su honor. Pero no es esto lo que quiero decir, sino que aún estoy más enojado que cuando colgué el video de los Abusos Sexuales y El Vaticano.
Es opinión bastante amplia, no diré general que sería mentir, que no está bien remover la mierda, que eso hace daño y que la imagen de la Iglesia se va a la porra.
¡Serán majaderos! Y digo esto porque no suelo ser malhablado y en público me corto.
A la Iglesia no le hacen daño curas pederastas o tiranos banderas comulgando. Le hace daño dorar la píldora, ocultar la verdad, poner trampas a la ley civil, la hipocresía, el doble rasero, estar por la vida y contra la vida al mismo tiempo…, no tener en cuenta a las víctimas; en suma, dar la impresión –y de momento sólo digo dar la impresión- de que el Evangelio es un libro bonito para lucirlo, y nada más.
Mucho me temo que en la Iglesia Católica no sólo la jerarquía anda un poco despistada. ¿A ver si va a resultar que lo de rebaño y ovejas del redil no está dicho en sentido figurado? ¡Pues estamos apañados!
Y que conste que hoy quería haber hablado de que hace 20 años hubo una masacre en la Plaza de Tian'anmen en un intento fallido de democratizar un país enrocado sobre sí mismo. Pero tal como está mi tejado, mejor será no tirar piedras contra el del vecino.
Luego he comprobado que algunos blogs lo han colgado, se entiende que como adhesión de los bloggers a su contenido.
No os podéis hacer idea el batiburrillo de comentarios que se han volcado en su honor. Pero no es esto lo que quiero decir, sino que aún estoy más enojado que cuando colgué el video de los Abusos Sexuales y El Vaticano.
Es opinión bastante amplia, no diré general que sería mentir, que no está bien remover la mierda, que eso hace daño y que la imagen de la Iglesia se va a la porra.
¡Serán majaderos! Y digo esto porque no suelo ser malhablado y en público me corto.
A la Iglesia no le hacen daño curas pederastas o tiranos banderas comulgando. Le hace daño dorar la píldora, ocultar la verdad, poner trampas a la ley civil, la hipocresía, el doble rasero, estar por la vida y contra la vida al mismo tiempo…, no tener en cuenta a las víctimas; en suma, dar la impresión –y de momento sólo digo dar la impresión- de que el Evangelio es un libro bonito para lucirlo, y nada más.
Mucho me temo que en la Iglesia Católica no sólo la jerarquía anda un poco despistada. ¿A ver si va a resultar que lo de rebaño y ovejas del redil no está dicho en sentido figurado? ¡Pues estamos apañados!
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Y que conste que hoy quería haber hablado de que hace 20 años hubo una masacre en la Plaza de Tian'anmen en un intento fallido de democratizar un país enrocado sobre sí mismo. Pero tal como está mi tejado, mejor será no tirar piedras contra el del vecino.
4 comentarios:
Lo de siempre, Miguel Ángel, pero a ti te duele más directamente, porque eres pastor bueno, pero yo, como no soy oveja, pues me duelo por ti y por tantos cristianos como tú, y sobre todo por tantas personas que no piensan ni sienten por sí mismas, que se dejan llevar, como tú dices, y no en sentido figurado. Menudo destrozo están haciendo con sus ocultaciones y sus extremismos, para que luego hablen de fanatismos en otras religiones. En fin, ¿será posible la utopía de un mundo respetuoso y pacífico, transparente y en evolución continua hacia algo mejor?
Yo creo que hace tiempo que todo el mundo tiene muy claro quién es quién en la viña del Señor. Una institución de historia tan prolongada y tan presente en el tiempon y en el espacio es conocida "ad sacietatem". Nada sorprende ya por mucho que pueda en un primer momento llamar la atención. Por lo tanto, no hay que alarmarse ni rascarse las heridas ni pensar que lo sucedido en Irlanda cambia las cosas y hace más daño a la Iglesia de Roma. Todo el mundo sabe quién era Marcinkus, Maciel o los curas pederastas de Dublin, como tampoco hay que rasgarse las vestiduras cuando se oyen las declaraciones de Herr Ratzinger en Africa o del Sr. Cañizares donde sea. Es su papel y sorprendería lo contrario. Pero también al mundo le suenan, y mucho, los nombres de Ellacuría, de Sobrino, de Segundo Montes, de Casaldáliga, de mi buen amigo Castellanos de Santa Cruz de la Sierra, de mi admirado Millán Santos, de José María Collantes, de Jesús Centeno o de mi también entrañable colega Miguel Angel Velasco, que marcan un contrapunto dignísimo a los aires dominantes en San Pedro y que acreditan a la Iglesia católica sin que tener que venir Juan Aires a recordarnos lo que ya sabemos.
Errata: Donde dice Juan Aires, quise decir Juan Arias.
Qué bien, Fernando, qué bien lo has dicho. Eso es. Lo que yo siento es que nosotros sabemos eso y algunas personas más, pero en general la gente se queda con lo malo y lo tremendo.
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