Querido Teófilo:
María era una persona excelente. Te diré que los judíos llevaban siglos esperando a alguien con agallas que les hiciese volver a ser una nación importante en el mundo.
Me han contado que un día José se atrevió a decir en la sinagoga que ese mesías (así lo llamaban) iba a ser antes que nada un hombre de gran corazón. ¡No veas la que se armó: Que si José era un idealista, que si la revolución tiene que ser estructural… Las del “Viejas’club” le llamaron horizontalista, y ¡que más respeto por la Escritura”.
Sólo María, al salir, le dijo que tenía más razón que un santo (de ahí que se diga todavía hoy “San José” y también “el santo varón”).
¡Qué poco se imaginaba entonces María que precisamente a ella le iba a tocar enseñarle al mesías, junto con el sonarse los mocos, que importa ser bueno antes que famoso, servir más que mandar, desarrollar el corazón…
José no estuvo por estar. Después del primer susto, comprendió que si lo de María era cosa del Espíritu Santo, era también algo suyo, porque el Espíritu Santo le era muy familiar. Y dijo: “Tampoco es para tanto”.
Alguien dibuja a José viejo viejo, para hacer resaltar más la virginidad de María: ¡No me fastidies, Tito Livio…! ¿Es que Jesús no podía tener una familia como Dios manda? (Me ponen negro esos que piensan que para honrar a Dios hace falta estropear al hombre).
¿Te imaginas lo bien que lo debió pasar José con María y luego con el crío? Así es que yo he decidido tener a San José como patrón de la buena vida, no de la buena muerte.
Estoy convencido de que Dios es el primero que quiere que seamos felices. Por eso lo de Jesús no fue un pretexto para fundar una religión y vender velas, sino que fue la mejor manera que tuvo el Señor de hacer ver, a nuestra altura, en qué consiste la felicidad.
Por eso está muy feo -me parece- devolver a Jesús al cielo, al Padre para que se lo guarde, y ponernos nosotros a edificar religiones, cultos, obligaciones, jerarquías… como si nada hubiera pasado.
Desde que Dios se hizo hombre, ha dicho alguien antes que yo, el hombre es el único camino para llegar a Dios.
Te quería decir que a Pepe le han quitado el subsidio del paro, que la Magdalena hace ya tiempo que dejó la prosti y ahora trabaja limpiando escaleras para sacar adelante a su hija. Que a Touré le ha nacido una preciosa nena tan oscura como él y que la familia de Wilma se ha ido a vivir a un pueblo, porque la renta en el barrio era muy alta. Y ya, para terminar, te quería decir que el viejo que conocimos este verano se ha muerto y que su perro ahora lo tengo yo.
A Dios nadie lo ha visto.
Te dejo estos dibujos y te deseo Feliz Navidad.
María era una persona excelente. Te diré que los judíos llevaban siglos esperando a alguien con agallas que les hiciese volver a ser una nación importante en el mundo.
Me han contado que un día José se atrevió a decir en la sinagoga que ese mesías (así lo llamaban) iba a ser antes que nada un hombre de gran corazón. ¡No veas la que se armó: Que si José era un idealista, que si la revolución tiene que ser estructural… Las del “Viejas’club” le llamaron horizontalista, y ¡que más respeto por la Escritura”.
Sólo María, al salir, le dijo que tenía más razón que un santo (de ahí que se diga todavía hoy “San José” y también “el santo varón”).
¡Qué poco se imaginaba entonces María que precisamente a ella le iba a tocar enseñarle al mesías, junto con el sonarse los mocos, que importa ser bueno antes que famoso, servir más que mandar, desarrollar el corazón…
José no estuvo por estar. Después del primer susto, comprendió que si lo de María era cosa del Espíritu Santo, era también algo suyo, porque el Espíritu Santo le era muy familiar. Y dijo: “Tampoco es para tanto”.
Alguien dibuja a José viejo viejo, para hacer resaltar más la virginidad de María: ¡No me fastidies, Tito Livio…! ¿Es que Jesús no podía tener una familia como Dios manda? (Me ponen negro esos que piensan que para honrar a Dios hace falta estropear al hombre).
¿Te imaginas lo bien que lo debió pasar José con María y luego con el crío? Así es que yo he decidido tener a San José como patrón de la buena vida, no de la buena muerte.
Estoy convencido de que Dios es el primero que quiere que seamos felices. Por eso lo de Jesús no fue un pretexto para fundar una religión y vender velas, sino que fue la mejor manera que tuvo el Señor de hacer ver, a nuestra altura, en qué consiste la felicidad.
Por eso está muy feo -me parece- devolver a Jesús al cielo, al Padre para que se lo guarde, y ponernos nosotros a edificar religiones, cultos, obligaciones, jerarquías… como si nada hubiera pasado.
Desde que Dios se hizo hombre, ha dicho alguien antes que yo, el hombre es el único camino para llegar a Dios.
Te quería decir que a Pepe le han quitado el subsidio del paro, que la Magdalena hace ya tiempo que dejó la prosti y ahora trabaja limpiando escaleras para sacar adelante a su hija. Que a Touré le ha nacido una preciosa nena tan oscura como él y que la familia de Wilma se ha ido a vivir a un pueblo, porque la renta en el barrio era muy alta. Y ya, para terminar, te quería decir que el viejo que conocimos este verano se ha muerto y que su perro ahora lo tengo yo.
A Dios nadie lo ha visto.
Te dejo estos dibujos y te deseo Feliz Navidad.
Lo de los Reyes Magos, que ni reyes ni magos, lo dejaré para otro momento, que ahora llevo prisa. Ya te contaré, ya, las andanzas de este chavalín… Y que ¡Feliz Navidad!, que se me olvidaba…
[Soy un incorregible, e incorregido; de nuevo tomo prestado de José Luis Cortés texto y dibujos y de nuevo vuelvo a pedir disculpas y a reiterar que si molesta, lo suprimo. Pero es que lo hace tan bonito, parece tan fácil lo que expresa con sus trazos, que de esta manera digo lo que quiero decir y no me pierdo buscando palabras y frases complicadas, de esas que marean y que dan pie para decir que los curas son esas personas que complican lo que todo el mundo entiende de corrido.]
¡Sed listos y disfrutad!
¡Feliz Navidad!
¡Venturoso Año Nuevo 2010!
5 comentarios:
Las viñetas son una preciosidad, es una versión bien alegre y distinta. Y tu texto, Miguel Ángel, estupendo. Me gusta mucho la humanización y actualización que haces de algo que se ha convertido en mito y en institución.
Un abrazo muy grande y que pases una feliz navidad con todos los tuyos, que son muchos, ya lo sé, y también con los más inocentes y sencillos, tu Gumi y Berto, que también los animalicos estuvieron allí, aunque no fueran perros. Dales algo especial que les guste, así ellos saben que son parte de la hermosa vida que tenemos. Feliz Navidad.
Como me gusta tirar por tierra tanta historia absurda.
A María la imagino, buena, inteligente y muy muy valiente.
Y a José bueno, humilde, joven y buen carpintero; lo normal es que entre estas dos personalidades saltara la llama del amor ¿o no?
Lo del Espíritu está en otra dimensión, que no pongo en duda que ellos lo sintieran para tánto sufrimiento que tuvieron que aceptar.
No entiendo porqué algo tan simple les cuesta comprender a algunos estudiosos, quieren adornarlo todo de tanta dificultad que al final lo estropean.
Me haces disfrutar cuando quitas los palos del sombrajo para que se vea mejor la enjundia de las vidas, lo que es paja y lo que es grano y desgraciadamente hay mucha, mucha paja, pero para quien quiera ver el grano tambien está.
Feliz Navidad para tí, para Pilar ,para los perritos y sobre todo para esa familia que está a punto para alumbrar un nuevo ser, para vivir la Natividad, ¡ jolines, así cualquiera!
Un abrazo, Miguel Ángel, a ver si el próximo año los reyes nos traen una Iglesia con viñetas.
Que en la palma de tu mano quepa en estos dias la felicidad del mundo. UN fuerte abrazo y que el nuevo año te depare lo mejor de lo mejor. Gracias pov estas imágenes que nos hacen más humanos, más conscientes y más sensibles. Un fuerte abrazo
Miguel Ángel,
Tranquilo que José Luís Cortes no se enfadará , se alegrará de tener sus dibujos en tu blog, y ver como lo sacas el jugo.
¿ Quien se va a enfadar con un ÁNGELOTE?
¿O un Miguel Ángel...?
Muchos besicos en esta Navidad y siempre.
¡Hombre de buena voluntad y mejores actos!
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