Mostrando entradas con la etiqueta José Luis Saborido Cursach. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta José Luis Saborido Cursach. Mostrar todas las entradas

¿Sin cerraduras? ¡Tú estás chalao!

 
Hoy tocaba esta canción, pero me lo he tenido que pensar si procedía, habida cuenta de la experiencia que han vivido algunos integrantes de la catequesis en sus propias casas.
Esto es que en el barrio de Santa Ana han entrado los ladrones. No lo han hecho en vacío, esperando que sus moradores estuvieran ausentes. Por la noche, mientras dormían. Al levantarse han descubierto todo revuelto y su hogar profanado.
No tengo que decir aquí lo impresionados que están, los peques y sobre todo los mayores.
No ha habido que lamentar más males que la sustracción de pequeñas cantidades de dinero y lo insano de saber que han hollado sus cosas, manoseado sus ropas y puestas patas arriba algunas dependencias.
Ahora están pensando qué podría haber sucedido si los cacos llegan a ser sorprendidos in fraganti. Y es normal que el miedo haya anidado en la generalidad de la urbanización.
Así que me he puesto a cavilar antes de entrar a cantar con ellos, y ver de qué manera puedo explicarles que una cosa es cómo nos gustaría vivir, y otra cómo nos vemos forzados a hacerlo. Que entre la realidad y los deseos hay una diferencia y una distancia que tal vez entre todos y alguna vez conseguiremos reducir hasta anular.
La canción de marras es ésta, de mi amigo Sabo:
Mi casa es la tuya

Yo quiero que las casas estén abiertas,
que nadie tenga miedo de los demás.
Que no haya cerraduras, que no haya timbres,
que nadie necesite ir a robar.
1 Esta es tu casa, haz lo que quieras
ponla a tu gusto y en libertad;
si necesitas salir de noche,
toma la llave, ya volverás.
2 Este aposento lo compartimos:
ésa es tu cama, yo duermo allá.
Cuando despiertes, ven a ayudarnos;
serán, en casa, como uno más.
3 Este es tu plato, que no está usado.
Puedes lavarlo. Siéntate acá.
No tengas miedo, que ésta es tu casa.
Duerme tranquilo con los demás.
4 Puedes quedarte toda la noche,
lo nuestro es tuyo, no hay que pagar.
Sólo una cosa es obligada:
que te sonrías al despertar.

Puestos ya a ello, resultó que sólo uno vive allí, y que ni entraron en su casa ni estaba enterado del asunto. Sus papás se ve que no le han querido meter presión. No saber, no sufrir, no temer.
Bien. El caso es que me he explicado como buenamente he sabido. Ellos se han enterado y no le han dado mayor importancia. Y hemos cantado. Les ha gustado, y eso es lo importante.
No está el asunto para andar sin cerradura en las puertas. Pero si empezamos por quitar la del propio corazón, tal vez, acaso, ojala, algún día consideremos que ya no hacen falta en ningún sitio. Y que las cosas, siendo propias, también pueden ser ajenas, porque al compartirlas las estamos convirtiendo en nuestras.
Otro gallo cantaría si tal cosa ocurriera.
Resulta que Sabo se inspiró en Bertolt Brecht y en un escrito suyo:
Cuatro invitaciones a un hombre
llegadas desde distintos sitios
en tiempos distintos
  
1
Ésta es tu casa.
Puedes poner aquí tus cosas.
Coloca los muebles a tu gusto.
Pide lo que necesites.
Ahí está la llave. Quédate aquí.
   
2
Éste es el aposento para todos nosotros.
Para ti hay un cuarto con una cama.
Puedes echarnos una mano en los campos.
Tendrás tu propio plato.
Quédate con nosotros.

3
Aquí puedes dormir.
La cama aún está fresca,
sólo la ocupó un hombre.
Si eres delicado,
enjuaga la cuchara de estaño en ese cubo
y quedará como nueva.
Quédate confiado con nosotros.

4
Éste es el cuarto.
Date prisa; si quieres, puedes quedarte
toda la noche, pero se paga aparte.
Yo no te molestaré
y, además, no estoy enferma.
Aquí estás tan a salvo como en cualquier otro sitio.
Puedes quedarte aquí, por lo tanto.

 (1926, del Libro de lectura para los
habitantes de las ciudades)

Pero consiguió empalmarlo con el evangelio, en concreto Lucas 9,58 (Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza) y Juan 1,35-39 (Maestro ¿dónde vives? Venid y lo veréis), y completándolo con una plegaria de nuestro amigo común José Manuel Calzada, elaboró una preciosa catequesis en la que resulta muy difícil no entender que, si somos una sola familia, la casa propia no puede estar cerrada, ni porque los demás estorben, ni porque les sirva de humillación, ni en razón a que exista gente con derecho y gente sin derecho a tener… techo.
Ah, sí, que me olvidaba; la oración de Calzada dice así:
Te damos gracias, Padre nuestro,
porque todos tenemos una casa
donde podemos jugar, estudiar,
hablar con nuestros padres,
y compartir con ellos nuestra vida.
Te damos las gracias también
porque nos has invitado a tu casa
en la que cabemos todos los hombres.
Te pedimos ahora
que nos ayudes a imitarte:
que sepamos tener nuestra casa
abierta siempre a todos,
y que todos los niños y todas las familias
puedan tener un techo y un hogar dignos,
para que todos podamos vivir como hermanos.

¡Otra, otra, otra!


En cuanto entré me gritaron ¡No queremos coca-cola! Pero como en ese momento no tocaba, cantamos otra que iba con lo que estuvieron haciendo. Insistieron, y, dado que era el primer día de catequesis, condescendí –es un decir– y la gritamos más que cantarla.
Este grupo de chavales y chavalas se han confabulado con los más mayores y en cuanto me pillan me la exigen. Es una rutina que se repite un año y otro año. Y eso que les digo que los nombres de bebidas, comidas y juguetes a ellos y ellas no les dicen nada porque son de una época pasada. Les da igual. Ellos y ellas quieren volver a ella. Y cómo la cantan.
Esto es que hoy, o sea ayer, hemos iniciado el curso catequético en la parroquia. Y se ha vuelto a llenar este patio comunal de galopines de ambos sexos, que por ser el primer día, han estado especialmente comedidos en cuanto a los gritos. Más bien han sido susurros.
Y besos. Algunas mamás, y también algunos papás, les han despedido al comienzo como si mismamente se alejaran de ellos y de ellas para siempre jamás. Ni que les mandarais a la guerra, les comenté con ironía dulzarrona ante sus efusivos achuchones y besuqueos.
No sé si era por la separación temporal o por la nostalgia de los mayores que recordaban cuando ellos hicieron el mismo recorrido, y les embarga ahora la emoción y hasta un poco de envidieja.
En fin, hemos empezado bien. Y ya digo, la vieja canción de mi amigo Sabo ha funcionado ferpectamente para volver a las andadas un curso más.
Por si aún no la he colgado de este blog, la pongo ahora para que se comprenda de que he estado escribiendo. La partitura va en lugar de la música, porque no tengo con qué convertir desde cinta de casete a mp3 ni quiero volver a cantar delante de la pantalla de mi mac. Me veo reflejado en ella y me da vergüenza.



2. Desde pequeñito yo aprendí a jugar
con todas las cosas que en la tele dan:
Geiper, Barriguitas, Nancy, Miss Airgam,
Ibertén, Famóbil y otros cien mil más.
Con mis cuatro amigos solía jugar,
y allí había sitio hasta para bailar.
Fui comprando cosas: no cabían más,
y a mis cuatro amigos los tuve que echar.

3. Con las tripas rotas, sin amigos ya,
a los de la tele quiero preguntar
pa qué sirve todo lo que hay que comprar
si te quedas sólo con tu Geyper–Man.
No quiero más cosas, las voy a quemar.
Sólo una pelota me voy a quedar.
Cuando llegue al cole me pondré a jugar,
y con mis amigos ya podré cantar.



Esta otra es también tradicional de los comienzos de curso, y provoca risas y codazos de complicidad. Alguno incluso se asusta al darse cuenta de lo que cantan.



2. Jugar es nuestro trabajo
y el canto nuestra oración,
el estudio es nuestro oficio,
la amistad, nuestra ilusión,
iremos poquito a poco,
haciendo al mundo mejor.

3. Como uno más entre todos
viene Jesús a cantar.
Él juega cuando jugamos
y grita como el que más,
es niño como nosotros,
su Padre es nuestro Papá.

4. Qué tontos son los mayores,
no nos saben aguantar,
andan siempre preocupados,
quizás ni saben cantar;
hemos de ser comprensivos
hasta que aprendan a andar.

5. Aún tengo muy pocos años
y todo por estrenar,
de vivir estoy contento,
quiero cantar y gritar,
quiero crecer, ser amigo,
y a todos la mano echar.



Hoy me apetece nombrar a Íñigo López de Loyola


También conocido como San Ignacio de Loyola. Todo lo que pueda saberse y conocerse de él está a disposición de quien quiera comprobarlo en Internet y en cualquier otro lugar. Por eso no añado ni quito nada a su biografía.
¿Qué decir, pues? Sólo se me ocurre añadir que este vasco, que fue primero guerrero y luego cura, está en el origen de la Cía, que pasó por momentos de esplendor y de miseria, que desarrolló muchas y grandes empresas y terminó por ser expulsada, prohibida y creo que hasta disuelta. Tanto concuerda con la canción de Cecilia que dice “Dama, dama de alta cuna, de baja cama, señora de su señor, amante de un vividor, dama que hace lo que le viene en gana…”, como con el don Juan que argumenta “Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí, yo los claustros escalé y en todas partes dejé memoria amarga de mí…”
Ha tenido enemigos por todas partes a lo largo de su dilatada historia, pero también amigos incondicionales y “hasta la muerte”. El papa negro, por primera vez está por encima del papa blanco, o al menos se podría pensar que es así. Lo cual da una idea de que los jesuitas, los hijos de San Ignacio, siempre estarán en el filo de la navaja, al albur de las contingencias y expuestos a mil y una desventuras.
Digo que un amiguete esejota musicalizó una plegaria suya, y que quiero cantarla aquí y ahora, dado que no he encontrado esa versión en ninguna parte.
Que José Luis Saborido Cursach me perdone por atropellarle de esta manera. Es el autor de la letra y de la música, a partir de esta oración de su santo fundador:
Tomad, Señor y recibid
toda mi libertad, mi memoria,
entendimiento y voluntad.
Tomad, Señor y recibid.
Vos me lo disteis,
a vos Señor lo torno,
todo es vuestro, disponed
conforme a vuestra voluntad.
Tomad, Señor y recibid.
Dadme vuestro amor y gracia,
que esto sólo me basta.
Tomad, Señor y recibid.

Saber esperar



Esta es una lección que he tardado mucho en aprender. Posiblemente sea mi último logro. Porque de natural soy precipitado. Más, diría yo, por eso me ocurre que antes que mandar hacer algo, lo intento hacer por mí mismo. Y así me han salido tantas cosas…
No es que “amo pobre no necesita criados”, que en mi caso es real. Es que pienso: tengo que buscar a alguien que lo haga; que el resultado sea de mi complacencia; que no tarde demasiado; que no abuse a la hora de decirme tanto es… Y que al final tengo algo, pero no es mío porque sólo he pagado por ello.
Ocurre que disfruto mientras pienso las cosas, ideo cómo hacerlas, sopeso posibilidades y alternativas, miro ocasión y tiempo, busco materiales nuevos o reciclados… en fin, que en los antecedentes ya hay gozo. Haciéndolas me siento bien y no entro en malos pensamientos, y sigo gozando. Y concluidas, gozo mirándolas y sabiéndolas mías del todo.
Esto en particular debo agradecérselo a la naturaleza. A la mía en concreto y en primer lugar; así me nacieron y así he ido haciéndome. Y a la otra, la de mi alrededor, que tiene su ritmo y hace las cosas que tiene que hacer en su momento y ni antes ni después, por muchas prisas que le metan.
Es el caso, por ejemplo, de esta clivia que ha pasado el año entero en la ventana de mi cuarto de estar y de trabajo. Florecida, me he permitido trasladarla de lugar siquiera para que lo vista y honre como se merece. Y ahora está a la vista de todo el personal.
O también de este anthurium, del que hablé hace más de dos años; su sueño ha terminado y justo ahora empieza a desperezarse. También está en lugar señalado, porque se lo merece, porque nos lo merecemos.
Como dice una canción infantil de mi amigo José Luis Saborido, “Sabo”, las cosas te enseñan si sabes mirar. Yo he tenido que aprender a mirar, primero; eso lleva su tiempo. De modo que dejarme enseñar, que vino después, recién acabo de hacerlo.
Así que, aunque yo tenga mucha prisa, por favor ¡no apechuguen!

Miércoles de Ceniza

 
De las cenizas nacen las flores

De las cenizas nacen las flores
con mil colores y variedad;
y del silencio brotan las voces
con el sonido en un cantar.
Miro mis manos y están muy negras
soy egoísta como el que más
quiero lavarlas, quiero ofrecerlas,
para que ayuden a los demás.
¡Fuego!, ¡Fuego!; toda mi vida es un
¡Fuego!, ¡Fuego!; iluminada con
¡Fuego!, ¡Fuego!; para volver a empezar.(Bis)

Todo lo malo que soy y tengo
todo lo quiero hoy olvidar;
todo lo malo hecho en fuego
y de su lumbre la luz saldrá.
Será mi vida como una hoguera
que alumbre a todos cada vez más;
con alegría y con mi entrega,
con mi cariño alumbrará.
¡Fuego!, ¡Fuego!; toda mi vida es un
¡Fuego!, ¡Fuego!; iluminada con
¡Fuego!, ¡Fuego!; para volver a empezar.(Bis)

Cuando se apaguen todas las llamas
sólo cenizas ya quedarán.
Pondré su seña sobre mi frente
para que nunca pueda olvidar.
Que de este fuego brote una vida
que alumbre a todos con claridad.
Cuando quememos todas las cosas
que tantas veces hacemos mal.
¡Fuego!, ¡Fuego!; toda mi vida es un
¡Fuego!, ¡Fuego!; iluminada con
¡Fuego!, ¡Fuego!; para volver a empezar.(Bis)

José Luis Saborido Cursach

Tanto la letra como la música de esta canción están incluidas en "Niños. Catequesis de la Vida". Sal Terrae. Santander 1982

Seguidores

Etiquetas

20 N Abraham Abstención Abuelez Abuso de menores Abuso de poder Abusos sexuales Acacia Acebo Aceras Actualidad Acuario Ada Colau Adán Adolfo Suárez Adviento Aféresis Afganistán Afilador Afirmación África Agricultura Agua Aguaviva Agustín del Agua Agustinos Filipinos Ain Karem Aire libre Ajo Alandar Albert Einstein Alberto Cortéz Alberto Iniesta Albino Luciani Alcalde Aldous Huxley Alegría Alejandro Guillermo Roemmers Aleluia Alemania Alex Ubago Alfabetización Alfonso Álvarez Bolado Alfredo Velasco Alicante Alicia Martín Baró Alimentos CE Alma de las cosas Almendro Álvaro Pombo Alzheimer Amando López Amanecer luminoso Amapola Aminatou Haidar Amistad Amor Amusco Ana y Simeón Anacoreta Anastasio Rojo Ancianidad André Wénin Andrés C. Bermejo González Andrés Torres Queiruga Ángel Álvarez Ángel Galindo Ángel García Forcada Animaladas Aniversario Anthony de Mello Anton Chejov Antonio López Baeza Antonio Machado Antonio Machín Año nuevo Añoranza Aparcamiento Apocalipsis Apócrifos Árbol Argentina Arguiñano Armarios Armas Armonio Arte Ascensión Ascensor Asertividad Asesinato Aspidistras Astou Pilar Asunción Ataxia Atletismo Atrio.org Auditorio Miguel Delibes Ausencia Austeridad Autoconfianza Autoridad Avaaz Avería Avisos Ayelet Shaked Aymeric Picaud Ayuntamiento Azorín Azucenas Baltasar Garzón Banco de Alimentos Banco de España Barack Obama Barcelona Barrio de Delicias Barro Bartolomé Esteban Murillo Baruck Spinoza Bautismo Baxter Keaton Beagle Beatriz Cariño Beethoven Belén Benedicto XVI Benito Prieto Coussent Benjamín Prado Bernabé Berta Berto Bertolt Brecht Biblia Biblioteca Bicicleta Bienaventuranzas Bienve Blog Bloque Blowin’ in the Wind Bob Dylan Boda Boj Bolivia Bolsa Bondad Borja Borrado Breva Breviario Buena voluntad Buenos consejos Bufanda Bujedo Cabreo Cactus Cadarso Café Cala Calabaza Calendario Calidad de vida Cáliz Calor Calzado Caminar Camino Camino Astorga Redondo Camino del Pesquerón Campamento Campeonato Mundial de Fútbol Canal de Castilla Cáncer Cancha deportiva Canela Canena Cantabria Caracoles Cardenal Martini Caritas Cáritas Carlos Carlos Aganzo Carlos F. Barberá Carlos González Vallés Carlota Carmen Tablada Carnaval Carne Castilla Castromocho Castromonte Catecismo Catecismo Holandés Catedral Catequesis Caza CCP Cedro Celibato Celina Maricet Celtas Cortos Cena de Pascua Cenar Cenizas Censura Cervantes César Vallejo Change.org Chapuzas Charlot Chetán Chile China Chiquilladas Chispa Cielo Ciencia Cine Ciro Alegría Cisne Claudio Coello Claudio Sánchez Albornoz Clint Eastwood Clonar Cocina Codex Calixtinus Codorniz Coherencia Colegio Colesterol Colón Coltán Comadreja Comedor Social Comentarios Comer Comillas Compañeros Compasión Competición Compromiso Comuneros Comunicación Comunión Concilio Vaticano II Cónclave Concurso Conferencia Episcopal Española Confesión Congo Constitución Española Consumismo Contaminación Control Córdoba Cordura Corea del Norte Corea del Sur Coronavirus Corpus Corrección Correo Corzos Cosas Cosas de la vida Cosecha Creación Credo Crisantemos Crisis Cristales Cristianisme i Justícia Cristo Crucificados Crucifijo Cruz Cuadros Cuaresma Cuento Cueva del Cobre Cuidados Paliativos Cultura Cumbre sobre Clima de Copenhague Cumpleaños Curiosidad Dalí Dámaso Alonso Daniel Barenboim Daniel González Poblete Dante Dante Pérez David Déficit de atención Delacroix Delatar Delibes Delito informático Democracia Dentadura Denuncia Deporte Derecho Derecho a la intimidad Derecho Canónico Derecho de propiedad Derechos Humanos Desagües Desahucio Desaparición Desarrollo sostenible Descalificación Descubrimientos Desiderio Desilusión Despedida Despertar Día de los Sin Techo Diálogo Diapositivas Dietrich Bonhoeffer Difuntos Dignidad Dinamarca Dinero Dios Dios con nosotros Distopía Diversidad Dolor Dolores Aleixandre Domingo Don Dionisio Don Domnino Donald Jhon Trump Donald Zolan Doñana Droga Duda Duende Duero Ébola Ecce Homo Eclesalia Ecología Economía Edad Edelweiss Edición Eduardo Galeano Eduardo Haro Tecglen Ejercicios espirituales El Cid El club de los poetas muertos El Corazón de Jesús El factor humano El Gordo y el Flaco El Mal El muro de Berlín El Norte de Castilla El País.com El Papa El pinar El Pino El Roto El Salvador El tiempo Elba Julia Ramos Electricidad Eloy Arribas Eluana Emaús Emigración Emilia Pardo Bazán Emilio Calatayud Emisión Emma Martínez Ocaña Emoción En Portada Encinas Energía Enfermedad Enrique Barquín Sierra Enrique Estencop Equilibrista Erlich Ernestina de Champourcin Ernesto Cardenal Escalera Escritura Escuela Escultura Esfuerzo Esgueva Esopo España Esperanza Esperanza Aguirre Espíritu Estafa Estandarte de San Mauricio Estrellas Estrellita Castro Estudios Eta Eucaristía Eugenio Europa Euros Eurovisión Eutanasia Eva Evangelio Evidencia Evo Morales Expectación Extranjeros Eylo Alfonso Ezequiel Ezequiel Zaidenwerg Fabio Nelli Facundo Facundo Cabral Familia FAO Fe Febrero Federico García Lorca Feedly Felicidad Felicitación Felipe Felipe VI Félix López Zarzuelo Félix María Samaniego Fernán Caballero Fernando Altés Bustelo Fernando Fernán Gómez Fernando Lorenzo Fernando Manero Ficus Fidel Castro Fidela Fidelidad Fin de año Fiódor Mijáilovich Dostoievski Florence Nihtingale Florentino Ulibarri Flores Florián Rey Folk Fontanería Forbes Forges Foto palabra Fotos Fotos raras Fra Angelico Francia Francis Francisco Cerro Chaves Francisco de Asís Francisco Pino Frases Friedrich Engels Friedrich Wilhelm Nietzsche Frutas Frutos Fuego Fuencisla Fuensanta Fumar Funeral Fútbol Futuro G. B. Ricci Gabriel Celaya Gabriel Fauré Gabriel García Márquez Gabriela Mistral Gaillot Gala Galarreta Gallinas Gamberrada Gandhi Garoña Gas Gatos Gaza Género Generosidad Gente Gerhard Ludwig Müller Girasol Gitanos Gloria Fuertes Godspell Góngora Google Docs Goya Goyo Ruiz Granada Grecia Greda Gregoriano Gregorio Fernández Gripe A Gripe porcina Grupo sanguíneo Guernica Guerra Guerra española Gumi Gustavo Adolfo Béquer Gustavo Gutiérrez Gustavo Martín Garzo Gustavo Poblete Catalán Gutenberg Hacienda Haiku Haití Hambre Hamlet Lima Quintana Händel Hans Küng Harina Haruki Murakami Helecho Hemodonación Hermanitas de los pobres Hermanos Marx Higo Higuera Hiperactividad Hirosima Historia Historias HOAC Hobbes Hodegética Hogar Horacio Horario de invierno Horario de verano Hormigas Hortensia Hosta Huelga Humanidad Humildad Humor Ibrahim iDVD Iglesia Ignacio Ignacio Ares Ignacio Ellacuría Ignacio Manuel Altamirano Ignacio Martín Baró Ildefonso Cerdá Ilusión iMac iMovie Imperio Argentina Impresora Impuestos Incendios Indagación India INEA Infancia Infierno Informe Semanal Ingenuidad Inmaculada Inmigración Innocenzo Gargano Inocencia Interesante Intermón Internet Invictus iPhone iPhoto Irak Irán Isaac Isabel Isabel y Jesús Isaías Isla Islam Israel ITV J. Ratzinger James Dean James Mollison Jan van Eyck Japón Jara Jardín Javier Domínguez Javier Fesser Jazmín Jefté Jenny Londoño Jerusalén Jesús Jesús de Nazaret Jesús Espeja Jesús Visa JMJ Joaquín López JOC Johann Baptist Metz John Carlin John Martyn John P. Meier John Selby Spong Jon Sobrino Jorge Cafrune Jorge Manrique Jorge Negrete José Afonso José Antonio Pagola José Arregui José Delicado Baeza José Gómez Caffarena José Hierro José I. González Faus José Jiménez Lozano José Luis Borges José Luis Cortés José Luis Cuerda José Luis Martín Descalzo José Luis Martín Vigil José Luis Saborido Cursach José Luis Sampedro José Manuel Calzada José Manuel Vida José María Castillo José María de Pereda José María Díez-Alegría José María Manso Martínez José Martí José Mugica José Zorrilla Juan Antonio Marcos Juan de Juni Juan Goytisolo Juan José Tamayo Juan José Tamayo Acosta Juan Martín Velasco Juan Masiá Clavel Juan Pablo II Juan Ramón Jiménez Juan Ramón Moreno Juan Valera Juan Vicente Herrera Juan XXIII Jubilación Judit Juegos Jueves Santo Julia Ardón Juliana Vermeire Julio Lois Justicia Justicia y Paz Juventud Karl Marx Karl Rahner Kaunas Khalil Gibran Konrad Adenauer La Alhambra La Arbolada La Cañada La Codorniz La Fontaine La radio La Ser La Virgen de Guadalupe Labordeta Lacomunidad.elpais.com Lágrimas Laico Lampedusa Lanuza Las Cambras Las Edades del Hombre Las mañanitas Las Villas Laurel Lawrence Ferlinghetti Lenguaje Leocadio Yagüe León León Felipe Leon Gieco León Gieco Léon L'hermitte Leonard Cohen Leonardo Boff Leopoldo Panero Lesbos Ley Ley del aborto Leyendas Libertad Libertad de expresión Libia Libros Lilas Lilit Limonero Limpieza Lina Lince Linda Literatura Lituania Liu Xiabo Liuba María Hevia Llano Llaves Lluis Llach Lluvia Lola Lombarda Lope de Vega López Vigil Loquillo Luar na lubre Lucía Caram Ludwig Feuerbag Luis Argüello Luis Darío Bernal Pinilla Luis Espinal Luis García Huidobro Luis García Montero Luis González Morán Luis Guitarra Luis Mariano Luis Pastor Luis Resines Luna Lunes Lunes Santo Lutero Machismo Maestro de escuela Mafalda Magisterio eclesiástico Mal Maltrato Malvarrosa Mamá Manifiesto del día internacional del Voluntariado Manifiesto por la Solidaridad Manos Manos Unidas Manuel Azaña Manuel del Cabral Manuel Mujica Láinez Manuel Sánchez Gordillo Manuel Vicent Manuela Carmena Máquina Marc Chagall Marciano Durán María María Magdalena María y José Mariamma Mariano Cibrán Junquera Maricas Marinaleda Mario Benedetti Mark Twain Marruecos Marte Martes Santo Martha Zechmeister Martín Jelabert Martin Luther King Martin Niemöller Martirio Marzo Máscara Matilde Moreno rscj Matrimonio Matteo Ricci Maximino Cerezo Barredo Mayo'68 Medicina Médicos sin frontera Medina de Rioseco Medio ambiente Mediterráneo Membrillo Memoria Mentiras Mercado Mercedes Cantalapiedra Mercedes Navarro Puerto Mercedes Sosa Meses México Mi canario Mi casa Mica Michael Czerny Michel Quoist Miedo Miedo escénico Miércoles de Ceniza Miércoles Santo Miguel Ángel Baz Miguel Angel Buonarroti Miguel Ángel Ceballos Miguel Ángel Mesa Miguel Cabrera Miguel de Unamuno Miguel Hernández Miguel Ligero Miguel Manzano Milagro Millán Santos Ballesteros Minueto Miradas Mirlo Mis Cosas Mistagogia Moda Moderación Moisés Moli Molino Monasterio de Moreruela Monseñor Algora Monseñor Romero Montaña Montealegre Moral Moral de la Reina Morgan Freeman Morir con dignidad Morten Lauridsen Mosca cojonera Mosqueo Mouse Mucho queda por hacer Muerte Mujer Mundo rural Munilla Muros Muros de la vergüenza Museo Museo del Prado Museo Oriental Música Nacimiento Nadal Narcisos Natación Natalicio Naturaleza Navidad Neil Armstrong Neila Nelson Mandela Nevada Nicodemo Nido vacío Nieve Niñez Nochebuena Nombres Nona Nuevo Mester Obediencia Obras Obsolescencia Ocas Octavio Paz Oliver Sacks Olivo Olor ONU Opera Oración Ordenador Oro Ortega y Gasset Oscar Wilde Oslo Otoño Pablo Milanés Pablo Neruda Pablo Picasso Paciencia Paco Alcántara Padre nuestro Paellada País Vasco Paisajes Pájaros Pajarradas Pala Palabras Palacios de Campos Palacios del Alcor Palencia Palestina Palomas Pamplona Pan Pancho Pancho Aquino Papá Papa Francisco Paquistán Para pensar Paradilla Paraguas Parlamento Europeo Paro Parque infantil Parquesol Parras Parroquia de Guadalupe Parroquia La Inmaculada Parroquia Sagrada Familia Parroquia San Ildefonso Parroquia San Pedro Apóstol Partenia Partidos Políticos Partituras Pasado Pasatiempos Pascua Pasión Pastores y ángeles Patata Patines Patxi Loidi Pavo real PayPal Paz Paz Altés PDF Pedro Ansúrez Pedro Antonio de Alarcón Pedro Calderón de la Barca Pedro Casaldáliga Pedro José Ynaraja Pedro Miguel Lamet Pentecostés Peñalara Peñalba de Santiago Pep Lladó Perdón Pereza Periodismo Periquito Perplejidad Perroflauta Perrunadas Persianas Personas Pesetas Pete Seeger Peter Menzel Pez Piano Picasa Pico Pie Jesu Pierre Teilhard de Chardin Pilar Pilar del Río Pintada Pinturas Pirineo Piscina Pisuerga Plaga Plantas Plaquetas Plasma Plástico Plata Platón Plaza de Tian'anmen Plegarias Pluralidad Pobreza Poda Poder Poesía Pol Política Pornografía Portugal Pozo Predicación Pregón Prejuicios Premio Nobel de la Paz Premios Goya Presencia Presentación Presente Preservativos Primavera Primavera de Praga Primera Comunión Profetas Prohibir Protesta Proyección Proyecto Hombre Prudencia Prudencio Publicidad Pueblo Puertas Quemadura Quevedo Quijote Quino Quintín García Quira Racismo Radiactividad Raíces Ramadám Ramón Ramón Cué Romano Ramos Rastrojos Ratón Raúl Castro Realidad Recados Recambio Recidiva Recolección Record Guinness Recorrido virtual por el Santo Sepulcro Recuerdos Redes Cristianas Reedición Reflexión Regalo Religión Religión Digital Reloj Remuñe Renglones Repuesto Reseña Bíblica Residencia de Ancianos Resiliencia Resistencia Resurrección Retiro Reyes Magos Ricardo Blázquez Ricardo Cantalapiedra Ripios Risa Roberto Roberto Rey Rock Rogier van der Weyden Rosa Rosalía Rosario Roselen Rossini Rostros Roy Bourgeois Rubén Darío Rudyard Kipling Rut Sábado Santo Sábanas Sabine Demel Sacerdocio Sahara Sal Sal Terrae Salamanca Salomón Salud Samuel Samuel Aranda San Agustín San Antón San Antonio San Bartolomé San Benito San Esteban San Ignacio de Loyola San Isidro San Jerónimo San Joaquín y Santa Ana San José San Juan Bautista San Juan de Ávila San Juan de la Cruz San Lorenzo San Miguel del Pino San Pablo San Pedro San Pedro Regalado San Romà de Sau San Roque San Valentín Sancho Sandalias Sandro Magister Sangre Sanidad Sansón Santa Ana Santa Clara de Asís Santa Espina Santa Marta Santa Mónica Santa Teresa Santiago Santiago Agrelo Martínez Arzobispo de Tánger Santidad Santos Santos Cirilo y Metodio Santos Padres Sara Saramago Saulo Scott Fitzgerald Seattle Seguimiento Segundo Montes Selecciones de Teología Semana Santa Seminario Sentimientos Seriedad Servicio Jesuita a refugiados SGAE Shakespeare Shūsaku Endō SIDA Siega Siesta Silencio Siloé Silverio Urbina Silvia Bara Silvio Rodríguez Simancas Simone de Beauvoir Sínodo Siquem Siria Sócrates Sol Sola Soledad Solentiname Solidaridad Soltería Somalia Sopa Soria Sorolla Sotillo del Rincón Stéphane Hessel Stephen Hawking Sudor Sueños Sumisión Suni Sur T. S. Eliot Tabaco Taco Talleres López Tamarindo Tamarisco Tamiflú Tano Taray Tarifa TBO TDT Tea Teatro Teléfono Televisión Temor Tener tiempo Tensión arterial Teófanes Egido Teología Teología de la Liberación Tercera Edad Tere Teresa Forcades Ternura Terremoto Terrorismo Tetas Thomas Becket Tierra de Campos Tiken Jah Fakoly Tolkien Tomás Apóstol Tomás Aragüés Tomás Moro Tomás Segovia Tomates Torío Toro Torres gemelas de Nueva York Trabajo Tráfico Traición Transición Traveling Wilburys Trigo Trini Reina Trinidad Trufa Tsunami Tumba Twitter Ucrania Umberto Eco Unción de Enfermos Unidad Universidad Urbanismo Urracas Uruguay Utopía Uvas Vacaciones Vacuna Valladolid VallaRna Valle de Pineta Valle del Silencio Valporquero Van Gogh Vaticano Vegacervera Vejez Velázquez Velicia Ventanas Ventiladores Ventura Ventura García Calderón Verano Verdad Verduras Viajes Vicente Aleixandre Vicente Huidobro Vicente Presencio Revilla Víctor Codina Víctor Heredia Víctor Jara Vida Vídeo Viento Viernes Santo Viktor Frankl Villalar Villalón Villancicos Villaverde de Íscar Vino Viña Violencia de género Violencia en las aulas Violetas Virgen del Carmen Virgen del Pilar Visita Vladímir Mayakovski Voluntariado Vuelo 605 Whitney Houston Wikiquote Winston Churchill Wislawa Symborska Woody Allen Xabier Pikaza Yankhoba Youtube Zacarías Zenón de Elea