La perrilla que está saliendo del agua, es Mica, la más joven del cotarro. Acaba de llegar y teóricamente es propiedad de Chuma. Pero como dice Jesús, padre, Mica le tiene más a él por amo que a Chuma. Cosas de la juventud que pasa fugaz por nuestras vidas.
Esta montaña perruna es Sola, perdón quiero decir Lola.
Bueno, os explico. Esta animala vagó libre e indolentemente independiente (qué conjunción de palabroncios me ha salido) durante más o menos un año. Se supone que fue abandonada. Pero nunca le faltó alimento que le procuraban almas sensibles y tal. Hasta que la tríada de Jesús y Maribel, -Miguel, Carlos y Chuma-, los cinco, la adoptaron y la metieron en casa pa secula seculorum. Fue introducida en la familia con el nombre de Sola. Porque sola la encontraron. En la participación y reparto le tocó a… Miguel.
Pasó el tiempo, pasó lo que tenía que pasar, día primero. Quiero decir que Sola se puso más lustrosa, fue perdiendo la bronquitis que arrastraba y dejó de dormir al sereno, que frío nunca pasó a la vista del grueso abrigo que se gasta.
El día segundo fue que Miguel y su novia se casaron. Pusieron casa común. Ya tenía Sola propiedad que cuidar. Pero había un algo que no estaba a gusto; Sola parecía que ya no pegaba, y como son tan fáciles de confundir, los confundieron: a partir de entonces se llamó Lola. Ese es su nombre.
Lola cuida casa, es un decir, ocupa coche del todo la parte trasera, come por cincuenta, es tranquila, y se deja sobar por cualquiera, claro que no se sabe si se entera, que tanta capa de pelo puede llegar a ser imposible de atravesar.
Y esta es Lina. Es de Maribel.
Vamos a entretenernos un poco con ella, ya que no podemos decir nada de los que faltan por carecer de fotos, por el momento: Berto, Trufa, Quira y Canela. Ni cito sus razas, que eso es como decir si yo soy caucásico o melanésico, que no, que ni soy del Cáucaso ni de la Melanesia.
Lina es una señorita muy señorita. Limpia y aseada, educada con las visitas, una compañía fiel, silenciosa y permanente para ella y para él, Maribel y Jesús por supuesto, y muy consciente del puesto que ocupa en la familia. Ella está en casa. El resto de la tropa va a su aire, cuando no está en el corral. Ahora eso sí, si Lina por cualquier circunstancia inevitable entra en el corral es cosa santa, noli me tangere, que ya ha habido entre las partes una conversación suficientemente seria sobre este particular.
Así que la tropa puede pegarse, arañarse, incluso insultarse, pero con Lina total respetuoso trato, que ella es Lina.
Pero también Lina tiene su qué. No se junta a la tropa, va, sencillamente, va.Como ahora, por ejemplo. Está sobre algo que la seduce, me mira, espera…, y zas, se revuelca.
Ya en plena faena, ni me mira, simplemente disfruta con aires evasivos.
Y al final, llega lo que tenía que llegar. Mientras Pancho mira indagativo, calmado por Pilar, Lina es cepillada concienzudamente por Jesús, importunado por la pequeña Mica, que también estaría dispuesta al raspado capilar si de verdad le hiciera falta. Pero no, que de momento ella va al corral.
1 comentario:
joer, no me cargan las fotos, esto del tráfico internautico anda fatal....
Pero dónde está Moly?
Es que no sé si es la blanca o la negra de las fotos de hoy, y como éstas no se me cargan me voy a tener que quedar con la duda.
Molyyyyyyyyyyyyy, protesta! dile a tu amito que cuelgue las fotos con menos definición, para que hasta los parias con conexión a pedales te podamos ver. Y dile que te dé una galleta de mi parte, que si no, se la doy yo a él.
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