La Trufa ha vuelto a tener descendencia. Me ha llegado un montón de fotos de la nueva familia, y he confeccionado un vídeo que podéis visualizar ahora mismo. Que lo disfrutéis.
Y un aviso para la gente interesada. Se admiten proposiciones, honestas o deshonestas, de adopción…
La música que acompaña a los chuchos es de un grupo muy majete. Son VallaRna. Mitad de Palencia, mitad de Valladolid.
7 comentarios:
Ocho trufas he contado.
La Trufa está abonada al número ocho. Ocho tuvo también el verano pasado, uno de los cuales, el primer Gumi que después fue malamente renombrado como Yacob, pasó su destete en este blog y ahora campa por las praderas o playas, vaya usted a saber, de Cantabria.
Tengo entendido que le gustan mucho los dedos gordos de los pies ajenos. Gracias a dios, los míos ya están a salvo.
A la Trufa le gustaba dormitar, cuando estuvo en esta casa un cierto verano, dentro de las botas de su propietario. Digo yo que ahora tendrá otras costumbres…
Pobre Trufa ¡toda la vida pariendo! y ¡¡¡OCHO CADA VEZ!!! por Dios que alguien la libre de semejante destino... o ¿lo que digo es "humanizar" demasiado a la Trufa? no sé ... a pesar de todo los cachorros son preciosos, se nota que es una experta en hacerlos, se lo sabe de memoria, le salen perfectos.
Suerte a sus dueños para repartir la prole..
Besos
Muy divertidas las fotos, en ocasiones parece un verdadero ataque de los pequeños...
Julia, tienen cuatro patas y ladran, pero tienen más de humanos de lo que aparentan; dicen que por contagio nuestro. Y yo digo que si nos han copiado, sólo se han fijado en lo bueno…
Las preñeces y los partos caninos son más llevaderos. En dos meses se terminan. Y en otro mes, las crías se hacen autónomas. Son mucho más espabilados que nosotros, estos jodidos chuchos. Podrían echarnos en cara muchas cosas, incluso que saben más que nosotros de la mayoría de los casos y sobre la casi totalidad de los temas. Pero se contentan con mover el rabo y tenernos siempre contentos.
Moly sigue obedeciéndome fielmente, menos cuando simplemente no le da la gana, a pesar de tener una edad muy próxima a los cien años… humanos. El próximo día 27 cumple 11 años. Es toda una veterana.
Y es un ataque, Eastriver, que son ocho tetas y por tanto 1/8 para cada una, cuando lo quieren todo. En ocasiones hay que apartar algunas crías porque la madre no puede amamantar a toda la prole. Hay que cuidarla mucho para que no la sequen, literalmente, de ansiosos que son. Y también tener cuidado de que alguno no chupe lo que necesita porque otro se lo impide, o tira de teta más de la cuenta. En fin, como los seres humanos, que de pequeños somos egocentristas. Y de mayores, también.
Un verdadero y sentido canto a la naturaleza y a la vida. El mundo se llena de trufitos y nosotros sin enterarnos.
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