Pues sí, estrenaron en TVE1 Camino, la película controvertida de Javier Fesser, que recibió galardones en los Goya de 2009. Y la vi como veo la tele, a ratos, mientras trabajo o como o ceno, levantándome y sentándome, leyendo o al ordenador. De modo que no os puedo contar gran cosa, salvo deciros que me gustó, y me alcanzó. Porque el argumento es de abrigo, y los cuatro personales centrales, los padres y las hijas, brillan en sus papeles a alturas inconmensurables.
No pensaba decir nada aquí, pero mi amiga Fuensanta me ha dado un toque y no me puedo negar a sus requerimientos. Así que, aún sabiendo que puedo meter la pata, aquí estoy.
Como hay bastante información en internet, voy a copiar lo más importante.
En Wikipedia se dice lo siguiente:
Camino es una película de 2008 dirigida por Javier Fesser. Está inspirada en la vida de Alexia González-Barros, una niña que falleció a los 14 años (en 1985), tras 10 meses de enfermedad. El descubrimiento del primer amor o su educación basada en el Opus Dei (el título hace referencia al libro homónimo escrito por el fundador, Josemaría Escrivá de Balaguer) marcaron sus últimos días. La película participó en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián de 2008,[1]XXIII edición de los Premios Goya ganó en seis de las siete categorías en las que era candidata, incluyendo mejor película, mejor guión y mejor director.[2] sin conseguir premios. En la
El estreno de la película el 17 de octubre de 2008, suscitó cierta polémica entre la familia y causa de beatificación de Alexia y la producción de la película. La familia ha afirmado desvincularse por completo de la película.[3] Fesser afirma que todo lo que aparece en la película tiene base real y que ha intentado retratar a una familia del Opus Dei con una hija en trance de muerte:
«Como un espectador neutral (...) me he dejado llevar para entender y descubrir a cada uno de los personajes, de cómo buscar la felicidad o estar sumido en la tristeza».[4]Argumento
Una preciosa y dulce niña de once años vive sus últimos momentos en la habitación de un hospital. Rodeada de familiares, amigos, sacerdotes y un número inusitado de personal clínico, da a todos un ejemplo de muerte serena y feliz. La película comienza en el momento de su muerte. Momentos después retrocede cinco meses para poder contar toda la historia desde antes del comienzo de la enfermedad y cómo evoluciona la enfermedad, un tumor cancerígeno en el cuello de la niña, y cómo interactua su debilitamiento, el tratamiento médico y el proceso mortal con su familia y con las creencias religiosas familiares. Un matrimonio con dos niñas, una entrando en la adolescencia y otra saliendo de ella (Nuria), educadas por una madre que aunque las ama, es dominante y fervientemente católica y arrastra el trauma de la muerte del único hijo varón cuando era apenas nacido. Empuja a sus hijas a un "camino" que sirve de nombre a la película y a la protagonista, mientras el padre por amor deja hacer al considerarlo lo mejor. Como en otras sectas, la hija mayor está alienada. Debido a un desengaño amoroso propiciado por la madre, que con su tía materna divorciada por incompatibilidad religiosa y la comunidad católica, deseosa de captar nuevas vocaciones aíslan a Nuria (Manuela) de ideas perniciosas para el noviciado. En una atmósfera de santidad y cuando la muerte es ya inevitable, ocurre hechos en la habitación del hospital que cada persona interpreta en base a su realidad subjetiva.
Inspirada en hechos reales, de varias personas pertenecientes a la "Obra", es una experiencia emocional que gira en torno a Camino (Nerea Camacho), una niña creyente de once años, que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son completamente nuevos para ella: enamorarse y morir. Con una energía vital capaz de atravesar todas y cada una de las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella y que pretenden inútilmente sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse feliz. Y como cada persona que asiste a su ultimo año interpreta los hechos, recordando un poco a la interpretación de la vida de Jesús de Nazaret y la distinta visión que tienen las personas de unos mismos hechos. A unos la impotencia de no poder hacer nada hace sentir cuan insignificante es el mito y como se puede sentir aun más tristeza al no compartirlo. A otros descubre la realidad de personas llenas de amor, que lo dan todo por sus ideas. Recordando algunas escenas a Alicia en el País de las maravillas Emilio Gavira aparece en uno de los sueños-alucinaciones tal vez inducidos por la medicación, interpretando a Mr Meebles en un dialogo con Camino que podría ser igualmente un dialogo entre Dios y la niña.
Esta historia está inspirada entre otras en la verdadera historia de Alexia González Barros, la hija menor de una familia con siete hijos perteneciente al Opus Dei, que falleció en 1985 a los 14 años de edad, y que actualmente está en proceso de canonización. Camino es ademas el titulo del libro que escribió Escrivá de Balaguer.
Trasfondo social
Camino, ha creado una gran polémica porque refleja las ideas de un grupo social muy numeroso con gran influencia social y económica. El Opus Dei y, como se puede ver y escuchar, cuando la madre dice que le reza todos los días a Dios para darle gracias por la enfermedad de su hija. Cosa que repiten varios sacerdotes. se recrimina al padre de la niña por su falta de alegría ante la inminente muerte de la niña.
También, es realmente significativa la frase que le dice Camino a su hermana, " ¿Quieres que rece para que tú también te mueras?" .
Muy dramática y dura, basada en un hecho real que intenta suavizar, sobre la vida y dura enfermedad de la niña Alexia González Barros que murió a los 14 años tras pasar diez meses de verdadero infierno por los dolores y operaciones que recibió por su enfermedad. No es una película fácil de ver para personas que huyen de la realidad.
La familia ha afirmado que los productores de la película no han mantenido relación con ellos.[5] Uno de los hermanos de Alexia ha desvelado que en una conversación privada Javier Fesser prometió que el nombre de Alexia no aparecería en la película, pero esa promesa no se ha cumplido. El mismo hermano ha afirmado que los aplausos a Alexia al morir — que aparecen en la película Camino — son una invención de la película. Según el propio Fesser, Camino está basada no sólo en el caso de Alexia, sino también en varios casos reales. Al parecer, el caso de los aplausos tras la muerte de la menor sí que se dio como circunstancia en otro caso real distinto al de Alexia. Para Javier Fesser, este hecho "lejos de ser una caricatura", le pareció "un homenaje precioso y ejemplar a la fallecida".[6]
Por su parte, Maria Victòria Molins, la religiosa teresiana que escribió la primera biografía sobre Alexia, que inspiró al director, ha acogido positivamente la película, elogiando varios aspectos de la misma y haciendo constar que es consciente de su carácter en buena medida ficticio.[7] De hecho, tanto ella como Fesser[8] reconocen mantener una relación amistosa desde el estreno de la película.
Otra información oficial se puede conseguir en la página web de la película: http://www.caminolapelicula.com/
Puedo decir, y digo, que la primera noticia que me llegó sobre Camino fue el descontento del Opus por el trato que se le daba. Por eso, tal vez, no presté mayor atención, a pesar de conocer que era premiada. Luego ya fui sabiendo más y empezó a interesarme. Ahora puedo decir que, independientemente del propósito de su director y a pesar de lo que diga, la peli trata un asunto de mucha enjundia, y nos pone a los expectadores que quieran dejarse interrogar en la tesitura de respondernos a nosotros mismos ante una, o la única según se mire, de las cosas importantes que tenemos en la vida: la propia vida.
Los personajes, los cuatro principales, son en todo momento coherentes. La madre, fiel a sus creencias, lleva adelante con todo su afán transmitirlas a su familia, y ayudar a morir a su hija. El padre, humanidad de una sola pieza, deja hacer, colabora todo lo que puede y termina como no podía ser de otra manera, muriendo cuando corría tras lo que daba sentido a su ser. La hermana mayor, aclarándose poco a poco y liberándose sufriendo. Y la protagonista, Camino, viviendo desde su ingenuidad el duro aprendizaje de crecer en breve espacio de tiempo, de la mano de su padre, a quien adora y con quien mantiene una especial complicidad, y de su madre, que le guía a su manera, y a quien obedece sin llegar a comprender.
Soy incapaz de evaluar los momentos en que la niña sueña, piensa o sobrevuela con la imaginación su dura realidad. Hacedlo vosotros, quienes queráis entrar y comentar.
Sólo digo más, sobre el final. La imagen de la madre aferrada al cuerpo de su hija ya muerta, es la viva imagen de la desolación. No me atrevo a pensar qué habrá sido de sus sentimientos religiosos que la acompañaron todo el tiempo durante el recorrido de la cinta. ¿Quedaron olvidados?
En contraste con esto, ahí está la alegría del abrazo entre hija y padre, no se sabe muy bien dónde, tampoco cuándo, que le esponja a uno el corazón tras tenerlo duramente atenazado, y que le convence de que la muerte ahí está, pero tampoco es tanto. El amor es mucho mayor, lo es todo.
6 comentarios:
Muchas gracias, Miguel Ángel, por estas informaciones. Yo vi la película como no suelo verlas -generalmente las veo como tú-, pero en este caso, me quedé bien quietecita en mi sillón y la vi de principio a fin callada y atenta, porque el tema me inquieta mucho. El tema de la muerte temprana y dolorosa. Para los padres, los adultos en general, la muerte de un niño es causa de rebelión, porque es ley de vida que los hijos vean morir a los padres, y lo contrario es como una transgresión de la naturaleza, así que este hecho es, a mi parecer, lo peor que le puede pasar a unos padres. Por extensión, lo peor que le puede pasar a culquiera, sea tu hijo o no el que muere.
Para mí la película era extraordinaria, porque todo estaba medido y calculado, y porque trabajaba en varios planos: el de la realidad y el de los sueños, el de los puntos de vista y caracteres de cada personaje, contrapuestos siempre y matizados unos con otros. La madre, con toda su fe inquebrantable y monolítica, me pareció una manipuladora, de hecho así aparece en las actuaciones que niegan a sus hijas parte de su vidas y de sus experiencias. Yo no tengo quizás derecho a decirlo, pues no tengo una fe semejante, ni siquiera tibia, pero ese personaje me pareció monolítico, inquebrantable, y creo que los seres que viven cualquier experiencia sin contradicciones, aferrados a unas imágenes fijas, son siempre peligrosos para ellos mismos y para los demás. Me conmovió el padre, un hombre mucho más vital, pero cohibido por una personalidad tan fuerte y cerrada como su esposa. Para mí era humano, perfectamente humano, en el sentido del proceso continuo que es la vida humana, con su entrega a los sentimientos, a la ternura, a la concesión necesaria a lo que puede hacer la pequeña felicidad de los demás. La forma de vida de los del Opus, tal como se presenta ahí, y tal y como yo la conozco, pues tambień en su momento trataron de captarme, me parece un tanto aberrante. Me parece que si eres una persona religiosa, eso se puede vivir de otro modo mucho menos coercitivo, más vital y sensato. Eran impresionantes las escenas de la hermana en la casa de los numerarios. Era como una cárcel o algo así, y la separación de los sexos, y todo eso. Vamos, como una rábida musulmana. Para que nos vengan con los fanatismos islámicos. En fin, es mi modesta opinión, pero una cosa te puedo decir, que te agradezco mucho que me avisaras de la proyección de esta peli, que me la había perdido en su momento y merecía la pena.
Querido Miguel Ángel-
¡Gracias!, por comentar esta película.
No la he visto, no me atreví a verla.
Miguel Ángel hay que tener mucha fortaleza o unas creencias muy fuertes para aceptar la muerte de un hijo/a.
Cuando mi querido hijo José Luís estaba ya en la UCI debatiéndose entre la vida y la muerte fui a la capilla del hospital como hacía normalmente ya que estuvo 20 días ingresado.
Le dije a la Virgen de "madre a madre".
TU ya has pasado por la experiencia de perder a TU HIJO.
¡Ayúdale!
TU sabes del dolor, el desgarro que produce, sabes que esperan su segunda hija, ya que la concibió por lo menos que la conozca.
¡Ayúdale!
Me ofrezco por él.
Me gustaría tener esa fe ciega y sentir la muerte de un hijo/a como una cosa placentera, pero no la tengo.
Mi cuñada es monja Capuchina y me decía: María Luisa, Dios lo necesita, El lo ha creado y ahora lo quiero con EL.
Miguel Ángel, perdóname, le conteste:
Ahora lo necesitan su mujer y sus hijas y sobre todo esa hija que nunca conocerá.
Es verdad la muerte está siempre presente en nuestras vidas...pero que difícil es aceptar la muerte de un hijo/a.
Besicos helados pero llenos de cariño para calentarlos.
No vi la película. Es de esas que se te quedan colgadas. Y tampoco veo la TV. Así que... Tampoco leí nunca el libro homónimo. Y me parece que no lo leeré: no ha pasado mi particular Nihil Obstant. Pero puedo hablar de la obra por mis años adolescentes, cuando se movían como locos a la caza de jóvenes que entendían aprovechables. Yo era entonces un creyente de los de Juan XXIII y la teología de la liberación. Sólo puedo decir que sus métodos de captación eran miserables, nada espirituales; muy alejados del dios que utilizaban como coartada. Su argumento principal fue un maravilloso piso del que se podía disponer para leer, estudiar,... Y las grandes instalaciones de sus centros de Madrid, que también se podían usar, aparte otras prebendas subliminales relativas al trabajo. En fin, unas joyas.
Después de escribir durante una hora ,no se donde se ha ido el escrito.Comencemos de nuevo.
La película la vi cuando se estrenó y me gusto mucho, tanto que cuando la editaron en DVD la compré.
Veamos: cada uno de los personajes están interpretados de forma magnífica, y muy bien elegidos los interpretes, el mejor elegido, para mi, el de Nerea, por esa mirada limpia, vinculada a la pureza de la ingenuidad, al mundo de los niños y su candor, esa mirada que poco a poco se encargan de quitarnos o doblegar cuando crecemos.
En mi trabajo cada día me encuentro situaciones similares- sin el añadido del integrísimo religioso del opus-; nos empeñamos TODOS, en vivir la experiencia de enfermedad y muerte imponiendo nuestras creencias a quien, y nunca mejor dicho, padece el sufrimiento.
Las preguntas de ¿qué tengo que hacer ahora ? son permanentes, y entonces las decisiones las toman , casi siempre, las familiares, los médicos, los amigos.
El sufriente pasa a ser el último eslabón de la cadena. Solo recibe lo que los demás deciden hacer de él.
En el caso de los niños, la situación se vive de otra manera, los padres están destrozados , ellos- los niños- ven en la tele que su héroe muere en una cadena y en la otra al día siguen aparece, así que no tienen el concepto de definitivo el paso vida-muerte.
Cuando la situación se presenta en un adolescente , cambia mucho. El joven tiene consciencia de qué es morir y hay mucha rebeldía, expresada en toda su diversidad y crudeza (al contrario de la película).
No quieren creencias ni pamplinas,lo mandan todo al carajo y el día a día es muy difícil. A demás se añaden los efectos de los tratamientos, sean quimioterapias o sean retrovirales, se sienten como una piltrafa humana. Duro para todos, pero ellos en primer grado.
Preguntar, dejar expresar la rabia-dar recursos para sacarla-, escuchar y hacer(sin hacer), porque quien vive la experiencia es esa persona.( el padre va a Madrid en busca del verdadero amor de su hija, porque tiene con ella una escucha activa, la comprende y amorosamente hace aquello que ella le pide).
Acompañar no es imponer, es decir,estoy aquí, para lo que quieras. A lo mejor es para fregar los platos.
Un recuerdo especial para todos los que me han enseñado a poder acompañar, a Rafa, Paqui, Desiré, Oscar, Lirios...cientos de nombres me vienen a la cabeza, pero sobre todo a Juan.
Besos para todos.
He ido a hacer la comida y regreso.
Con permiso Míguel.Juan Navarro ¿no me digas que te prodigabas por la C/ Rey Francisco?, detras de Luisa Fernanda, en Arguelles¡qué gracia también conozco ese oratorio y la biblioteca. Como con tanta gente tambien lo intentaron conmigo, solo que yo estaba con los curas de mi barrio de Vallecas.
Como veo que algunos conoceis el Opus os dejo un video, yo no lo conozco mucho pero muy siniestros tampoco parecenwww.ytuquedices.net,
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