Baruch (Benito)
d’Espinosa (de Espinosa, nombre de un pueblo de España; 1632-1677)) nació en
Amsterdam, hijo único de una noble familia judía que a raíz de las
persecuciones que se alzaron contra los judíos en España y Portugal se había
refugiado en Holanda. Debido a su preclaro talento realizó en poco tiempo
grandes adelantos en la escuela rabínica adonde le habían enviado sus padres. Y
como hubiese reflexionado durante largo tiempo sobre las enseñanzas contenidas
en el Antiguo Testamento y el Talmud, se encontró envuelto en dificultades que
ni los rabinos podían disipar. Por lo mismo, se determinó no sólo a encontrar
con sus solas fuerzas una favorable solución a estas dificultades sino también
a construir un sistema filosófico completo. Poco después caían en sus manos las
obras de Descartes, que leyó con avidez, y como confesó él mismo, a ellos debió
todos sus conocimientos filosóficos. Le agradó sobremanera el primer principio
del método cartesiano: nada se ha de admitir como verdadero si no está basado en
certísimos fundamentos…
Así dice el texto que
estudié, cuando cursé Historia de la Filosofía.
Si ello fuera cierto,
me temo mucho que Benito Espinosa, para los amigos hispanos, Baruck Spinoza
para el resto, no se percató de cómo era la realidad de su tiempo, y mucho
menos la de unos siglos más tarde.
Tal que por ejemplo,
esto:
De todas manera, que
me perdonen él y cuantas personas sepan filosofía, por mi ignorancia sobre el
tema. Tampoco sé gran cosa de teologías.
Pero sí conozco un poco el mundo en que vivo. Y no está precisamente para tirar
cohetes.
Kyrie eleison
Criste eleison
Kyrie eleison
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