Yo sólo lo cuento |
Tampoco llovió. Menos me gusta el agua, ni en los baños siquiera; soy de secano. Así que estoy de suerte.
Salió un sol espléndido tras un amanecer incierto y, como me gusta a rabiar, me dejó éste salir al patio a tomar unos baños que para mis articulaciones artríticas vienen de maravilla.
Él, el míguel, no se quedó quieto, que es que lo suyo es un trajinar constante. Y aunque a mí me parece que es ya un pelín tarde, cogió la escalera y el serrucho y dejó el jardín hecho un cuadro.
Triste y solo… |
Luego fue siguiendo la hilera, y terminó por el último, que tampoco se libró de la poda.
Viendo las barbas del vecino pelar… |
Esos dos mirando el desaguisado perpetrado |
Antes de… |
Después de… |
Yo se lo aguanto, porque ¡qué se puede esperar de este mierdecilla humano! tan desvalido, tan maniático, tan simplón.
Y la moral por los suelos… |
Y un secreto, para acabar este escrito, que reconozco que no es lo mío, que lo mío es otra cosa. Algunas noches, cuando ya estoy soñando con praderas celestiales llenas de liebres, conejos, perdices y codornices, él de camino a su cama se acerca a mí, me abraza fuerte, fuerte, y me dice sin vergüenza de que le oigan los vecinos: ¡Moli, como te mueras, te mato!
El pobre.
4 comentarios:
¿qué será que me emocionan estas historias entre vosotros y tu amo?
Mira la frase final también te la digo yo y estoy lejos...pssst¡¡ escucha que te lo voy a decir bien alto....¿lo has oído?
Dile a tu amo que mañana me voy a Madrid unos días y que no escriba demasiado que después cuando vuelva se me acumula la lectura....
y los arboles "desmochados" serán agradecidos
¡ya lo verás!
un abrazo a los dos.
Moli ¿has visto como se ha puesto las pilas tu amo?.
Ha dejado los árboles "empatenaos"
Besos para todos.
Desde mi Olimpo, es que éste no sólo tiene ojos tiernos, pero se "encoraza" cada mañana para saltar de la cama, y así le va.
Si pasas por Sol saludas de mi parte al oso; al madroño no, que, que es un antipático.
Guau.
Laura, eso de "empanoséqué" ¿es grave? A ver si mi amo se está volviendo un poco rarito…
Guau, guau.
Moli, te he dicho cientos de veces que no hables de mí a mis espaldas. Los trapos sucios se lavan en casa. Luego te quejas de que no hay intimidad…
Un beso para cada una, Anna y Laura, y un solo abrazo para ambas; ya haré algo para que me alcancen los brazos.
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