Ni en mi familia ni en mi entorno tengo enfermos de Alzheimer. Este mal, sin embargo, está afectando cada vez a más personas, y no precisamente por razón de edad.
Parece, sin embargo, que no hay suficientes estímulos para que se investigue por encontrar remedio o atrasar lo más posible su fase más aguda.
Este debe ser el principal motivo de la creación del Banco de recuerdos. Tiene patrocinadores de tronío y no se han quedado cortos a la hora de hacerlo notorio por los medios.
La idea no parece mala, aunque la concreción se quede, al menos a primera vista, en simple chorradita.
Consiste la página en un enorme mueble cajonero provisto de compartimentos de todos los tamaños, formas y colores, donde se introduce un dato, -texto, foto o vídeo-, que se desea conservar contra la barrera del tiempo y de la enfermedad. Así, pues, cada cajón contiene una ficha con el nombre de la persona, y el recuerdo que se pretende inolvidable.
La finalidad principal es dar un toque de atención para que la sociedad tome nota de lo que se avecina si no se investiga más: perder los recuerdos, anular la memoria, convertirnos en seres sin pasado.
Yo he hecho uso de uno de esos cajones, el que me han asignado. Ni tiempo tuve de fijarme bien para recordarlo. Estoy a la espera de que se me apruebe lo depositado en él, y mientras tanto curioseo un poco mirando lo que el personal ha ido dejando. Hasta ahora no he encontrado nada reseñable. Veremos en qué queda.
Sin embargo he encontrado un lugar donde parece que lo están aprovechando. Una residencia de mayores de La Cistérniga, Residencia Santa Teresita, ha incluido esta página web en sus actividades, y sus residentes se apresuran a rebuscar en los rincones de su memoria para encontrar detalles que ahora les parecen reseñables y conservables para la posteridad.
Mientras redacto estas líneas me llega un correo agradeciéndome haber donado algo mío para ese acervo memorístico:
Compruebo que me han destinado a un cajón sencillo, en lo que parece madera de roble, sin tirador y con un rebaje en la parte superior para introducir la mano y poder abrirlo.
Pues no va a ser que sea el mismo. Cada vez que busco mi recuerdo se abre un cajón diferente. Se conoce que el mecanismo interior juega al despiste, e impide recordar dónde deja uno sus recuerdos. ¿Será ésta la mejor terapia? Yo al menos en mi armario ropero tengo un desorden organizado y recuerdo dónde tengo los calzoncillos, dónde las camisas y dónde los pañuelos. Pero aquí…
En fin, que Internet da para bastante.
3 comentarios:
Da la sensación que hay muchas enfermedades nuevas. Yo creo que no es verdad: lo que sucede es que hemos aprendido a ponerles nombre a enfermedades viejas o que son propias de edades que antes no eran habituales por tener una menor esperanza de vida. Hay dos, sin embargo, que sí me parecen nuevas: el alzeihmer y las alergias e intolerancias. Dos formas que tiene el organismo o el ser humano de responder al entorno agresivo. En el segundo caso a la contaminación, a los aditivos, a los colorantes,... En el primero, a la destrucción de la realidad y a la frivolización de los sentimientos, especialmente al amor. No parece que hayamos venido a este mundo a amarnos, sino a competir con los otros, a disputar con ellos. Sería una especie de rebeldía del subconsciente, del yo interno. No es que no haya problemas neuronales, que los habrá, pero, como tantas veces, ¿qué es antes, el huevo o la gallina? Es decir, el alzeihmer viene de una disfunción neuronal o la disfunción neuronal es una consecuencia de nuestra desolación por no habernos dedicado a lo esencial de nuestro destino, por haber perdido el tiempo en fruslerías. ¿No es un modo de borrar nuestro fracaso como hombres? Formateamos nuestra memoria, como se formatea un disco duro.
Buena idea. Si me ocurriera tendría recursos mientras recordara el arte de la lectura ya que lo mío ha sido "acumular los susodichos" desde la infancia. Si me olvidara de leer, bueno, quizás alguien lo haría por mi de vez en cuando. ¿O mejor no?
Lo peor sería sentir y no entender y haberme olvidado hasta de eso. Tengo entendido que es algo progresivo, que existen resultados de unas investigaciones novedosas en las que se puede conocer de antemano si se padecerá esta enfermedad por la cornea, creo que es esta parte pero podría ser otra que no he fijado en la memoria, del ojo. De esta forma se podrían tomar medidas para retrasar la enfermedad radicalmente. Beso.
Eres una gran persona, con talento...pero sobre todo con un alma que muchos ya quisieran rozar...
Publicar un comentario