La mañana del domingo de las fiestas de La Cañada se
pasa en el campo de fútbol, entre los pinos de la Cañada de Arriba. Pero antes
de eso hay que preparar los cuerpos para el duro combate y la buena lid.
Por eso muy de madrugada, vamos sin
probar la cama, aguerridos y esforzadas se aprestan a preparar chocolate para
todos.
Los ingredientes no se publican, que
es secreto de sumario, pero el proceso sí se puede ver; ahí está:
Por si el chocolate fuera poco,
energéticamente hablando claro, las amas de casa, que son todas unas santas,
Dios las bendiga, han preparado en sus cocinas estas ricas tortillas a la
española, que no tienen parangón en el mundo mundial.
Una vez hechas, se traen, se exponen,
se oponen en pacífica competición, y sale de todo ello una ganadora. Luego,
toda la concurrencia a la voz de ya se pone a la cola para recoger cada
individualidad su porción correspondiente. Se añade limonada, refresco y pan,
y… ¿Qué viene ahora? ¡If! ¡qué listos sois, acertasteis!
Finalmente los peques que en eso de
comer no tienen medida, tampoco la tienen a la hora de la digestión. Por eso
terminado el yantar, empiezan los juegos. Pobrecitos de los mayores que les
toca maniobrar con el buche lleno… Ahí están, aguantando el temporal.
Y a continuación vendrán más cosas,
que es que el programa de festejos es muy amplio y variado, pero de momento…
como que no puedo decir más, porque quienes prometieron darme cosas, aún no lo
han hecho.
Fistros, que sois unos fistros.
1 comentario:
Que bonita es la vida...
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