Luis es Luis Argüello, el Vicario General de la Diócesis. Ayer sustituyó a Don Ricardo y se acercó hasta nosotros para conferir la Confirmación a un grupo de jóvenes de la parroquia.
Llegó en el límite de tiempo, una manifestación le retuvo, y se dejó el Crisma en el coche, pero trajo su frescura y jovialidad, su disponibilidad a todo cuanto teníamos preparado, y nos dejó una reflexión-alegato en forma de homilía que encandiló a pequeños, grandes y medianos. No en vano era el domingo pascual del Buen Pastor y aquella la fiesta del Espíritu.
No se puede estar mejor cuando se está bien. Y este fue el sentir unánime de cuantos participamos.
Ahora toca cambiar de registro y empezar con las primeras comuniones. Ojalá cantara algún gallo y todo saliera de igual manera, porque si los jóvenes confirmados se lo tomaron en serio y estuvieron muy bien acompañados por sus familias, con los peques comulgantes
será cuando menos problemático que ocurra. Hay demasiados intereses y preocupaciones en torno a esta celebración que no encontramos la manera de depurar y orientar.
Como dice el otro, el trabajo está hecho. A partir de ahora… habrá que seguir trabajando. No va a ser el Otro quien corra con todo el gasto.
De todas las maneras, y puesto que desde la Superioridad Máxima nos recomiendan sobriedad en las primeras comuniones, no estaría de más alertar a esa Máxima Superioridad sobre la falta de sobriedad en las celebraciones que desde Roma, por ejemplo, se difunden urbi et orbe. Hacer caso a Casaldáliga cuando dice a Pedro que deje el sinedrio y tome las sandalias no sería mala idea.
Deja la curia, Pedro,
desmantela el sinedrio y la muralla,
ordena que se cambien todas las filacterias impecables
por palabras de vida, temblorosas.
desmantela el sinedrio y la muralla,
ordena que se cambien todas las filacterias impecables
por palabras de vida, temblorosas.
Vamos al Huerto de las bananeras,
revestidos de noche, a todo riesgo,
que allí el Maestro suda la sangre de los Pobres.
revestidos de noche, a todo riesgo,
que allí el Maestro suda la sangre de los Pobres.
La túnica inconsútil es esta humilde carne destrozada,
el llanto de los niños sin respuesta,
la memoria bordada de los muertos anónimos.
el llanto de los niños sin respuesta,
la memoria bordada de los muertos anónimos.
Legión de mercenarios acosan la frontera de la aurora naciente
y el César los bendice desde su prepotencia.
En la pulcra jofaina Pilatos se abluciona, legalista y cobarde.
y el César los bendice desde su prepotencia.
En la pulcra jofaina Pilatos se abluciona, legalista y cobarde.
El Pueblo es sólo un «resto»,
un resto de Esperanza.
No Lo dejemos sólo entre guardias y príncipes.
Es hora de sudar con Su agonía,
es hora de beber el cáliz de los Pobres
y erguir la Cruz, desnuda de certezas,
y quebrantar la losa —ley y sello— del sepulcro romano,
y amanecer
de Pascua.
un resto de Esperanza.
No Lo dejemos sólo entre guardias y príncipes.
Es hora de sudar con Su agonía,
es hora de beber el cáliz de los Pobres
y erguir la Cruz, desnuda de certezas,
y quebrantar la losa —ley y sello— del sepulcro romano,
y amanecer
de Pascua.
Diles,
dinos a todos,
que siguen en vigencia indeclinable
la gruta de Belén,
las Bienaventuranzas
y el Juicio del amor dado en comida.
que siguen en vigencia indeclinable
la gruta de Belén,
las Bienaventuranzas
y el Juicio del amor dado en comida.
¡No nos conturbes más!
Como Lo amas,
ámanos,
simplemente,
de igual a igual, hermano.
Danos, con tus sonrisas, con tus lágrimas nuevas,
el pez de la Alegría,
el pan de la Palabra,
las rosas del rescoldo...
…la claridad del horizonte libre,
el Mar de Galilea ecuménicamente abierto al Mundo.
Como Lo amas,
ámanos,
simplemente,
de igual a igual, hermano.
Danos, con tus sonrisas, con tus lágrimas nuevas,
el pez de la Alegría,
el pan de la Palabra,
las rosas del rescoldo...
…la claridad del horizonte libre,
el Mar de Galilea ecuménicamente abierto al Mundo.
Luis, gracias por tus zapatos corrientes, más sandalias que coturnos. Gracias, Luis, por tu saber estar y mejor decir, sin necesidad de más títulos ni honores. Y gracias también porque repartiste el Pan y el Vino junto con el Don del Espíritu; y quienes no podían aún recibirlos se llevaron de ti un gesto cariñoso, una sonrisa plena.
6 comentarios:
Conozco a Luis Argüello desde hace muchos años, de cuando en el CM La Salle, de la calle Fray Luis De León, discutimos sobre lo humano más que sobre lo divino. Hace tiempo que no le veo, pero intuyo que seguirá tan discreto y tan lúcido como siempre.
De él me han contado cosas; yo le he conocido más tarde, aunque según parece tenemos raíces comunes, Tierra de Campos y familia, por ejemplo.
Sí, es tal como lo describes. Yo le veo muy capacitado. No me extraña que siempre se le esté exigiendo mucho.
El otro día dejó muy buena impresión entre mi gente.
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