Es lo que tiene esta primavera que ya
anuncia su presencia, que los narcisos florecieron. Y como cada año, Ángeles ha
venido con su ramillete, dos para ser exactos, porque le da pena que en su
huerto sólo los pueda disfrutar ella.
Es posible que algún conspicuo
liturgista me llamara la atención o al menos me hiciera algún gesto
desaprobatorio con la excusa de que estamos en cuaresma, y no es de poner
flores.
Pero no me importa, y supongo que
tampoco a Ángeles. Yo, por mi parte no pienso decirla ni pamplona; ella trae
sus flores y yo las pongo, pues faltaría más.
Y al ordenado y circunspecto le diría
que esta mañana, y sin seguir las ordenanzas, fui al centro a recadear y como
me olvidé de los cascos, en lugar de música recé los misterios gloriosos, los
que corresponden con el día. Fue una auténtica gozada decir primer misterio Jesús
resucita ante un sol gozoso y un cielo medio limpio. Hacía bueno, bueno, bueno,
y no llevé ni guantes ni bufanda.
Pues, eso, que la primavera está al
caer.
2 comentarios:
Las flores y estos ramos de narcisos donde lucen bien son a la vista de muchos que los disfrutan. ¿qué quieres decir que en Cuaresma las flores no se han de poner?. Me gusta tu decisión.Estos ramos han quedado muy bien.
Besos
Anna
Son unas flores preciosas, me encantan. Qué culpa tienen ellas de que la semana santa sea justo ahora, ese es el problema de quien sea, de las flores no.
Besos
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