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Comunicar, monologar, fardar, proponer, imponer, retorcer,
controvertir, extraviarse, encontrarse, escapar, caminar, mirarse,
contemplar, dialogar, exponer, explotar, explorar, expurgar, filosofar,
categorizar, inducir y deducir, moralizar, desmoralizar, confabular,
fabular, excretar, soplar, toser, rebuznar, perorar, alentar, animar,
aplaudir, elogiar, ofuscar, deslumbrar, embrollar, enrollar, seducir,
conducir, reconducir, aducir, constreñir, apabullar, depurar,
contravenir, convenir, converger, divergir, suponer, oponer, deponer,
reponer, posponer, debatir, rebatir, combatir, espolear, exhortar,
abuchear, jalear, bendecir, asperjar, condenar, condonar, reprobar,
maldecir, promover, promulgar, probar y comprobar, fustigar, zaherir,
adular, ridiculizar, enfatizar, dictar, conmover, idealizar, politizar,
edulcorar, sugerir, acompañar, acompasar, empatizar, simpatizar,
confraternizar, compadecer, disponer, indisponer, contraponer, moderar,
balbucir, berrear, imputar, instigar, reconvenir, arrullar,
apostrofar, y hasta si me apuráis, para hablar fino, fino, filipino.
(No os hacéis idea del número de verbos que expresan acciones
susceptibles de encajar en un blog al uso, miríadas…; a mí, yo solito
conmigo mismo, me han salido ciento.)
Del mismo modo puede servir también para embromar, engatusar, embobar, y
hasta para hacer reír con humor sano; y por supuesto, y que no falte,
para conocer a cuantos literatos nunca conocerán el polvo de los
estantes de las librerías, porque sus escritos sólo salen en la web.
Y sirve, finalmente y sobre todo, para saludar al personal, no importa
qué esté haciendo, ni el lugar del mundo en que las circunstancias le
hayan colocado; da lo mismo, es igual, que esté casado o soltero, que
cante bien o desafine cual borrico remolón u oveja que bala bocado que
pierde; que le guste madrugar o que se le peguen las sábanas; que beba
vino en la taberna o que guste de patinar sobre el hielo de las
montañas; que sepa sonreír o que sólo y apenas haga muecas de medio
lado; que pinte primorosamente o que tenga una manos como auténticas
remolachas; que vaya en moto, y le llamen "la hormiga atómica", o que le
guste el teatro y se lo contagie a la chavalada que tiene a su cargo.
Es indiferente que viva en el centro de Murcia capital o en el altillo
de un pequeño barrio en el extrarradio vallisoletano.
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