Me apropio de la frase de ayer de El Roto en su viñeta para hacer este escarceo matutino, porque ha sido tal mi alegría que no me puedo resistir.
Tras unas mañanas especialmente frías y nublosas, me lo encontré de sopetón, cuando tiraban de mí sin misericordia el tandem Berto-Gumi, que habían pescado un apetitoso rastro y se metieron por camino poco transitado.
Es todo un adelantado. Sus hermanos, justo al lado, aún duermen, o eso parece. Pero él ha roto sus yemas el primero, como si lanzara un grito de protesta o de autoafirmación.
Foto sacada a las 08:13 horas del 23/02/2011 |
Está visto que la primavera vence al invierno, no importa cómo se ponga de flamenco y chulo este vejestorio.
Si esto lo lleváramos, en plan moralina, a otros terrenos, habría que ser necesariamente optimistas. No nos queda otro remedio. Eso, o morir.
Y puesto que esto va a resultar ser inevitable, no adelantemos acontecimientos y dejemos que llegue cuando tenga que llegar. De momento, que nadie se quede quieto, y vivamos, que no es poco.
3 comentarios:
Lo bueno de la primavera es que siempre viene, porque siempre acaba venciendo al invierno.
¡¡Ánimo, ya queda menos!! Espero disfrutar, dentro de unos 20 días, de los almendros en flor de casa de mi hermana que son muchos y cuando florecen son una maravilla. Ya te contaré.
Besos
Cómo nos gusta decir chorradas y, lo que es peor, basar nuestro optimismo en ellas. Y ¿qué pasa cuando vuelve el invierno imponiéndose y venciendo a la primavera, al verano y al otoño?
El optimismo debe estar por encima de todas la vicisitudes de la vida, hasta de las estacionales.
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