Alguien con mucho gracejo me ha enviado este azulejo con mensaje por correo. Producto tal vez de esas cadenas que se forman en internet a base de envíos, reenvíos y requeteenvíos, ignoro en esta hora quién es el promotor de la historia, que viene titulada así: "Azulejo Sevillano... ¡¡¡ BUENIIIISIMO !!!"
Acostumbrado a los superlativos de los emails, entre los que son buenísimosssss, interesantísimossssss, maravillosísimosssssss y genialísimossssssssss, este a mí no termina de gustarme demasiado, pero le reconocería cierta gracia si no fuera porque en la relación de componentes societarios servidor no se encuentra.
Lo socorrido sería situarme entre los pobres, pero nadie me creería si lo hiciera. Soldado no, que ni he usado, ni uso ni pienso usar jamás un arma. Contribuyente sólo a medias, porque en mi condición de cura no tengo derecho al paro. Vago tampoco; en todo caso maleante; pero ni eso. Borracho menos, aunque por aquí hay buenos caldos; mi cuerpo no lo soporta. Banquero de banco, ni hablar, no doy la talla. Abogado, mucho menos, que el derecho se me ha caído siempre de las manos. Médico quiá; me mareo cuando veo sangre. Sepulturero exige manos duras y tripas recias; y ni lo uno ni lo otro. Político requiere mucha labia y cara de cemento; y yo soy de pocas palabras y enseguida se me sube el pavo.
Para exigir un puesto en esa relación, antes tendría que pensar bajo qué epígrafe podría proponerme, y solicitar su inclusión.
Tengo todo el mes de agosto por delante para darle vueltas a este asunto. Mientras tanto quienes me visitáis mirad y ved si os reconocéis, y si no haced lo que yo, pensad también un poco durante estos días de verano.
Acostumbrado a los superlativos de los emails, entre los que son buenísimosssss, interesantísimossssss, maravillosísimosssssss y genialísimossssssssss, este a mí no termina de gustarme demasiado, pero le reconocería cierta gracia si no fuera porque en la relación de componentes societarios servidor no se encuentra.
Lo socorrido sería situarme entre los pobres, pero nadie me creería si lo hiciera. Soldado no, que ni he usado, ni uso ni pienso usar jamás un arma. Contribuyente sólo a medias, porque en mi condición de cura no tengo derecho al paro. Vago tampoco; en todo caso maleante; pero ni eso. Borracho menos, aunque por aquí hay buenos caldos; mi cuerpo no lo soporta. Banquero de banco, ni hablar, no doy la talla. Abogado, mucho menos, que el derecho se me ha caído siempre de las manos. Médico quiá; me mareo cuando veo sangre. Sepulturero exige manos duras y tripas recias; y ni lo uno ni lo otro. Político requiere mucha labia y cara de cemento; y yo soy de pocas palabras y enseguida se me sube el pavo.
Para exigir un puesto en esa relación, antes tendría que pensar bajo qué epígrafe podría proponerme, y solicitar su inclusión.
Tengo todo el mes de agosto por delante para darle vueltas a este asunto. Mientras tanto quienes me visitáis mirad y ved si os reconocéis, y si no haced lo que yo, pensad también un poco durante estos días de verano.
7 comentarios:
¿Nos apuntamos a un nuevo epígrafe que englobe a los que enseñan a todos estos?
Y los ángeles y arcángeles estan destinados a perdonar a los once.
(Y a cuidarlos que si yo no tuviera angel de la guarda ya me habría llevado el demonio)
Jajajaja... Muy bueno el azulejo y muy buena tu reflexión.
Yo creo que estoy entre el contribuyente y el vago, pues trabajar... como que no trabajo, y en el borracho no puedo estar por culpa de la morfina, pues el cava y ésta última como que no se llevan muy bien... jejeje...
Un abrazo cielo, y nada, a seguir pensando...
Aunque no esté bien decirlo...me siento en el grupo de los pobres...que no de espíritu...
El azulejo sevillano, tiene su gracia.
Un saludo.
Buenisimo, estoy en el de contribuyente porque soy una idiota jubilada, que aporto y sigue aportando.
Gracias por el comentario que falta
Abuelita que brazos tan grandes tienes???
Para abrazar a mi famlia y a mis nietos adorados!!!!
Cariños
Mucho gracejo sevillano si sólo se quedara en un azulejo de taberna.... pero lo malo es que tiene su lado o su todo de verdad así que a mi no me cuesta nada encontrarme entre el pobre (relativo, todo es relativo en este mundo) que trabaja (porque si fuera rica no trabajaría -digo yo-) y el contribuyente porque eso sí que lo hago puntualmente cada mes y puntualísimamente cada año (para que no se me pase la fecha).
Tú ahí no estás, eres una categoría distinta en esta sociedad que no sabría yo definir con una palabra pero me atrevo con dos: alma buena (también relativizando todo lo que quieras).
Mis besos por quintales para ti.
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