Foto: EFE
Un bombero trabaja en la extinción del fuego de Fornelos, en Pontevedra.
Este día amanece torcido, y no veo la manera que conseguir enderezarlo. Haré lo que pueda.
Me había levantado tan contento porque hoy tengo cita con la máquina de mis amores, y se me nubló el día a pesar del sol que brilla. Los dos bomberos muertos en el incendio en Pontevedra han sido la causa.
Estoy seguro que toda la culpa no la tiene el descuido y abandono en que están los montes. Hay manos criminales y muchos intereses en que esto no pare.
He tenido experiencias con el fuego en la zona de Sanabria, en la provincia de Zamora, y puedo asegurar que en lo que recuerdo no he pasado tanto miedo en toda mi vida como cuando tuvimos que desmontar todo el campamento recién instalado, y buscar protección para familias con niños en medio del bosque bien entrada la noche. El fuego vivo, el matorral incandescente, el viento huracanado que se origina, el crepitar de las ramas que se parten y caen como bombas incendiarias, las llamas traicioneras que te atacan de frente y por la retaguardia, el suelo que desaparece ante tus pies… un horror, un auténtico horror.
Morir de esa manera carece de todo sentido. Es terrorismo puro y duro. Y los dos bomberos de esta madrugada auténticas víctimas de una guerra que todos deberíamos repudiar.
6 comentarios:
Terrorismo. Estoy contigo en esos.
Los incendiarios son terroristas y como tales deberían de ser tratados.
Miguel Angel:
Con tu escrito te transmito una persona muy sensible, pero debes intentar procurar que no te afecte todo lo que sucede en la vida, tienes que darte cuenta que cada día mueren muchas personas, unas veces por terrorismo, otras por violencia de género etc, imagínate si tuvieras que estar todos los días decaído, tú no vivirías, no serías feliz.
Pero es cierto, estas noticias afectan mucho, a mí me pasa igual, soy muy sensible, y cada vez que escucho las noticias, todas tan negativas, y negras, me cambian mucho el humor, asi que lo que hago ahora últimamente, en estos días que mi vida tiene luz, es no intentar apagarla, desconectando un poco de esas noticias tan trágicas, sé que puede ser egoísmo, pero no quiero bajar de esta nube en la que durante estos meses de verano estoy subida, porque ya tendré tiempo, a partir de Septiembre, de bajar de ella.
Por lo que, no conocía esta noticia tan triste, la verdad es que es un trabajo muy sacrificado porque estan en constante riesgo, esa es su misión, y los que estan ahí lo saben, pero qué triste que tengan que ocurrir estas cosas por nuestra imprudencia, a veces, y otras veces, por mala fé.
¿Sabes? yo conocía a un bombero en mis tiempos de juventud, y al final me enteré que murió apagando un incendio, me impresionó mucho conocer esa noticia.
Saludos.
Perdona, Miguel Angel, me confundí al transcribir una frase, no quise decir: desconectando de esas noticias tan trágicas, lo que quise decir es: desconectando de los medios de comunicación.
Se nos parte el corazón, no entendemos nada. Asumir que la desgracia es parte de la vida resulta fácil de decir, pero a la hora de la verdad sólo los verdaderos héroes lo asumen y de esos.... desgraciadamente no hay escuelas, ni asignaturas, ni enseñanzas apenas porque parece que no nos baste con los ejemplos ajenos. Un abrazo.
Me olvidaba, ya he respondido a los comentarios de las entradas "prehistóricas". A ver si conseguimos extinguir el humo negro.
Gracias por vuestros comentarios. Este escrito me surgió en un pronto tras conocer la noticia de la muerte de los dos bomberos. Debería haberme aguantado, igual que hace toda persona normal cuando sucede un acto terrorista: ir al trabajo, seguir el curso de las cosas, no romper el ritmo de nada.
Pero es mi condición. Me ha ocurrido otras veces, y seguirá ocurriendo en el futuro.
Sois muy amables conmigo. Un saludo cordial
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