¿Irá con segundas?

Cierto que la Iglesia no paga el IBI por sus edificios, porque parece que está así establecido en los convenios entre el estado español y el estado (!) del vaticano. Pero creo que es el único impuesto del que está exento. Servidor ha pagado todos los demás, transmisiones incluido; a mayores tuve que hacer una gestión muy complicada en el catastro, por no recuerdo ya de qué asunto se trataba; tal vez fuera por eso de cambiar el uso de unos edificios o los solares sobre los que se asientan.

Como la iglesia en la que sirvo no es ninguna excepción ni pretende trato diferente, voy a domiciliar ahora mismo el recibo de la recogida de basuras que el ayuntamiento de mi ciudad ha establecido para todos sus habitantes y vecinos.

No me voy a poner ahora a calcular –y mucho menos discutir– si un templo parroquial genera más o menos residuos sólidos, líquidos o gaseosos que un domicilio familiar, un comercio al por menor o una nave de almacenaje de secadores de pelo. Pero, si a mis vecinos les han pasado un recibo de aproximadamente cuarenta euros porque somos barrios y calles de tercera, a las dos direcciones que esta parroquia tiene en la misma calle les ha tocado en suerte dos recibos, por importe de ciento doce cada uno; o sea, doscientos veinticuatro euros.

Y tan contentos, oiga usted.

A quienes han dejado por los buzones esta nota, –hasta aquí no han llegado repartiendo, se ve que quedamos un poco a trasmano–, les diría que si van a ser ellos y ellas los que gestionen la querella y apoquinen los gastos que supondrá mantenerla hasta el final. O si por el contrario, a la hora de las duras, se van a hacer los distraídos o decir que ellos por una institución religiosa no dan la cara o que eres forastero y no te representamos… o tú te sabes defender y tienes privilegios…