La educación que he recibido me inclinó hacia la austeridad. Tanto en mi casa como en los lugares donde residí desde pequeño, vivir con lo indispensable era la norma. Nada de lujos, sólo lo escueto y poco más. No era por escasez, sino por convicción.
Así pues, usar lo imprescindible aun teniendo de sobra, sigue siendo mi forma de ser y de hacer. No es una cuestión moral, no se trata de una vida “sacrificada” en el sentido más tradicional, y tampoco incluye desprecio o minusvaloración de otras maneras de entender las cosas y de utilizarlas.
Uso las cosas hasta que se gastan. Y mientras duran, no uso otras, no las adquiero, no me las procuro. Y a mí las cosas me duran…
Pongo un ejemplo. En mi vida, 62 años, he tenido tres coches. El simca mil ya usado que recibí de mis padres y que me acompañó aún durante ocho años. El R-6 que estuvo conmigo más de veintitrés. Y el corsa que ya está a mi lado cinco años recién cumplidos. Con los tres he disfrutado de mis viajes, ninguno de ellos ha limitado mis posibilidades, en ningún momento deseé tener otro en su lugar. Los que cayeron, lo hicieron con las botas puestas, en uso, pero sin repuestos.
Poner más ejemplos me sería fácil, pero ahora no, que quiero hablar de otra cosa. A bote pronto y por lo simple: repaso los calcetines, recojo los bajos gastados de los pantalones, vuelvo los cuellos de las camisas o los dejo tipo mao, etc.
La razón fundamental para cambiar de un vehículo a otro fue el consejo de los que me decían que si no me preocupaba el medio ambiente, que esos motores aunque funcionasen, manchaban, perdían aceite, consumían más de lo razonable y emitían gases nocivos. Esa fue la auténtica razón, y no otra.
Sí, estoy preocupado por el mundo que habitamos, veo lo que hacemos con este planeta y cómo se va deteriorando a pasos agigantados. Incluso tengo miedo de que esos avisos de un futuro apocalíptico no se refieran a la vida de otros, sino a la mía propia. Sí, sí estoy preocupado porque lleguemos a tener escasez de agua, de aire respirable, de campo libre para pasear, de comida que llevarnos a la boca, de energía renovable o no para calentarnos, enfriarnos o cocinar, pongo por caso.
Ayer coloqué aquí un artículo que tomé de Alandar, -una revista muy chuli que recibo desde que se empezó a publicar-, sin retoques, tal cual: “Aunque no imprimas, contaminas”. Contiene una información que desconocía.
Aprendí a escribir a máquina por el método ciego bien pronto en la pequeña portátil olivetti doméstica, y ya entrado en faena adquirí una olimpia, también portátil. Eso sin contar mis escarceos en la underwood de un tío estudioso. De ahí pasé al ordenador y la impresora. Primero un spectrum y una máquina con cinta, en los medios ochenta. Y luego a mac, con impresora de puntos, una enormidad de cosa que abultaba y rugía como una locomotora. Luego vino el chorro de tinta con otro equipo algo mejorado. Así estuve hasta hace casi tres años -y porque me obligaron a enchufarme a internet, que yo estaba la mar de a gusto- en que merqué este que ahora tengo, imac. Con él vino una serox phaser 6110-MFP, carísisma, que me ha dado guerra a más no poder, y que se ha desbarajustado hace nada y la tengo que tirar. Ahora estreno una samsung, también multifunción, que siendo muchísimo más barata, tiene un canon por contaminación exactamente la quinceava parte que la serox.
Al decirme el vendedor lo del canon me caí de burro, porque me enteré que estaba contaminando por el hecho de tener ordenador e impresora. Al contrario de la buena opinión que tiene de mí Fernando Manero, yo soy un ser desinformado, que no se entera de la misa a la media en la generalidad de casos. Y en este concreto, el asunto es que la serox supone ciento y pico de euros por razón de ese canon, en tanto la samsung sólo tiene diez de canon medioambiental.
Mientras usé la máquina de escribir no gasté más que tiras de tela impregnadas en tinta. No creo haber contaminado mucho, al menos sí creo que por debajo de la media de toda la humanidad. Desde que tengo ordenador, además de haber tenido que cambiar a la fuerza de aparatos que estaban en perfecto estado de uso y disfrute, ensucio ni se sabe, y además sin querer, vamos, o queriéndolo pero obligado.
Pues ahora estoy enterado. Estoy contaminando porque tengo impresora. Y puesto que tengo más cosas, contamino más. Ahí está la cuestión. De modo que estoy hecho un auténtico lío.
Contamino por tener un blog.
Contamino por tener videos colgados en youtube.
Contamino por entrar y salir en blogs.
Contamino si leo periódicos.
Contamino si cuelgo fotos y escribo.
Contamino si no apago el ordenador.
Contamino si le apago y le enciendo.
Contamino por almacenar en la red documentos y fotografías.
Contamino aunque no salga de un blog durante el día entero y también si voy de uno a otro, no importa el recorrido que haga.
Contamino si imprimo.
Contamino si no imprimo pero no apago la impresora.
Contamino aunque la impresora esté apagada, cuando la enciendo de nuevo.
Contamino, en fin, por tener una impresora, y me han cobrado por este simple hecho diez euros. Pero menos mal, que hace tres años pagué ciento cincuenta y ocho.
Siempre estoy contaminando, y no consigo sacarme de encima la mala conciencia de estar contribuyendo a la contaminación total, no veo la manera.
Así que, tenéis que perdonarme, pero la pregunta me brota de las entrañas: ¿Qué puedo hacer?
A propósito de todo esto; ayer fue el Día Europeo sin Coches. Me moví por la ciudad en bici, como es habitual; palabra de la buena que no noté para nada que la gente tuviera conciencia de ello. Había exactamente como siempre. Incluso en el telediario salió un pavo diciendo que él usa el coche hasta para ir a comprar pan, y otro que no pensaba dejarlo para ir al gimnasio. Qué bien.
Y yo, como un gilipollas, cogiéndomela con papel de fumar, ahora que sólo fumamos cuatro pelagatos.
El Cabo de Gata
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No está en el fin del mundo, pero lo parece. Llegar hasta allá supone
atravesar valles y desiertos, llanuras y perdidos, pasar pueblos y rodear
montañas...
Hace 10 años
9 comentarios:
Los de la misma generación lo entendemos, la filosofía alemana va pareja ¿será suficiente? Repito una vez mas, la sociedad se tiene que ver formalmente amenazada para cambiar y y cuando esto ocurra seguramente sea tarde. Siento ser tan pesimista en estas cuestiones. Un abrazo.
Gracias por explicarnos tan bien el asunto de la contaminación.
Yo también estoy preocupada por lo que contamino, porque muchas veces ni me doy cuenta de que lo estoy haciendo, por ejemplo en lo de enchufar y desenchufar los aparatos, y por eso es importante tomar conciencia de los movimientos automatizados que hago.
Sabes que en esta casa hacemos agricultura biológica, pero con todo hay algunas cosas que se me escapan .
Me voy al cine de las sábanas blancas- que salgo de guardia de 24h-
Besos
Entre la entrada anterior y esta, realmente veo un problema en la actividad que llevo con el ordenador, y la contaminación...no soy consciente de ello hasta que te he leido...pero...creo que seguiré utilizandolo....
Intento contaminar al mínimo; reciclo lo que casi no tiene reciclaje (uso los botes de cristal en mis conservas caseras hasta que se rompen, casi). Pero, ay, el ordenador es mi vicio y seguirá siéndolo.
emejota, no sé qué decir; veo a la gente vivir el momento, y pensar muy poco en el futuro, sobre todo si ese futuro puede que no sea ya propio. Tal vez, aunque no se diga en voz alta, sí se piense que “el que venga detrás que arree”.
Laura, no te obsesiones con los automatismos, que no podemos abarcarlo todo. Además hay cosas que suponen facilidad para otras, y ese precio hay que pagarlo. Y no creo que sea un coste tan elevado como nos lo pintan. Besos.
Anna, no lo des vueltas, no merece la pena. Sigue usando el ordenador, y disfrutando de él, y haciéndonos partícipes de tu disfrute…
mariajesus, yo pensé que no los tenías. Pero si lo afirmas, habrá que creerlo.
Yo intento reciclar todo lo que me sea posible. Cada cosa en su contenedor, las bolsas las reutilizo, los folios de apuntes del curso pasado que no me sirven, los vuelvo a utilizar por la otra cara, intento tirar lo menos posible y reciclar incluso el vidrio.
Desde ayer que leí tu entrada, no sabía que también navegar contaminaba, pero este pecado solo me lo puedo permitir cuando el tiempo para ellos o cuando me dejan el resto de la familia.
Encarni, ni te tortures ni dejes de hacer lo que ya haces. Todo lo que hacemos o dejemos de hacer contamina, pero es una insignificancia ante lo que ensucian las industrias, los cultivos extensivos y en invernaderos, los vehículos motorizados y no te digo nada los aviones y los barcos. Tú, como si nada.
Bueno Miguel Ángel, lo que está claro es que no podemos dejar de vivir para no contaminar... Pienso que lo más sano es practicar la austeridad y la economía de subsistencia que tú practicas y, en todo caso, hacer lo que tú haces, difundir ésta información para crear conciencia... y ¡confiar, pese a todo, en el ser humano!... Intentaré un poquito todo ello.
La madre naturaleza esta diseñada para soportar la contaminacion "normal" de la especie, lo que esta sucediendo es que por ejemplo para fabricar cuatro neumáticos se precisan 9.400 litros de agua (que serás contaminadas) una persona necesita cinco litros de agua diarios para beber y cocinar, y otros 25 litros para su higiene personal...O sea que por cada auto son 9.400 litros menos de agua (dulce) en el mundo o visto de otra forma lo que usarian 313 personas en un dia. El hombre contamina de forma desmedida POR COMODIDAD, compra muchos productos cuyo envase va a terminar en la basura, predeciblemete serán en su gran mayoria de plástico y tardarán entre 100 a 1000 años en degradarse (nosotros vivimos en promedio 80años) estamos contaminando el mundo de nuestros hijos, nietos, tatara nietos...es demencial. No nos mata enchufar o desenchufar electrodomesticos, usar un poco de papel, fumar o de vez en cuando hacer una fogata con amigos, bañarse algunas tardes en unalaguna o el mar...Nos esta matando las grandes industrias QUE NOSOTROS SOSTENEMOS, estas contaminan los recursos naturales durante la produccion y en concecuencia (ost venta) nosotros generamos muchos desechos de productos que seamos sinceros...no los necesitamos, Galletitas, golosinas, gaseosas y la mayoria de las cosas que compramos en el supermercado para ahorrarnos algunos pasos. Otro gran daños es el desbalance de la cadena alimentaria o alimenticia, la gente que caza por deporte, aquellos que usan pieles animales innecesariamente, las que usan cosmeticos testeados y/o con contenido animal (Lanolina = grasa de pelaje animal, Squalane = Aceite de hígado de tiburón, Guanine = Escamas de pescado, Ambergris = vómito de ballena)los animales son presas y predadores, esto mantiene el balance natural. Y luego tambien el consumir productos que contienen quimicos altamente nocivos como el P.V.C y en la mayoria de los paises hay "estudios" diciendo que el PVC no es perjudicial para la salud, porque claro hay toda una industria tecnologica, mucha gente de poder que lo soporta (Nokia, nintendo, sony...)perdon que me he extendido tanto pero es que siento que la desinformacion o bien la manipulacion de algunos sectores con respecto a la acceso informacion nos esta matando. Despertemos hay toda una industria atras de la contaminacion/desinformacion. No nos dejemos engañar! Nuestras acciones por pequeñas que sean impactan en sus bolsillos y en nuestro bien estar! Elijamos bien!
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