Pudo haber sido la suya una vida de auténtico lujo, vamos, una vida a ritmo de vals. Si hubiera aceptado alguna de las muchas ofertas matrimoniales que se le presentaron, no me cabe la menor duda que le hubiera ido muy bien, y ambos habrían sido felices, ya no sé comiendo qué; perdices o tortilla de patata desde luego que sí, pero también otras muchas cosas más refinadas, que posibles tuvo y en demasía.
La llamábamos Ita, así, de modo tan sencillo. Imagino que su nombre verdadero sería Rafaela, porque ese nombre en masculino existía ya en la familia, y con tronío. Pero la verdad es que no lo sé, porque nunca la llamaron de otra forma.
Ita era prima lejana de mi madre, y por decir algo, tendría que haberla llamado tía Ita. Pero nunca lo hice. La Ita, como la llamaba mamá, venía de vez en cuando a casa; nunca sola, siempre acompañada de su hermano, también soltero. Siempre serios, distantes, muy mayores. Por más que lo he intentado, nunca conseguí imaginármelos compañeros de juegos de mamá. Porque mi mamá pasó muchos veranos con su familia en San Sebastián. Ella me lo contaba con mucha alegría; debieron ser muy buenos veraneos.
A la Ita no la conocí. He empezado a hacerlo mucho más tarde, hace apenas unos años. La volví a ver en silla de ruedas y muy anciana, cuando unos sobrinos carnales la trajeron unos días a su casa, y se presentaron con ella a celebrar una Navidad.
A través de ellos he sabido que si la Ita no tuvo una vida tipo vals, sí tuvo una vida muy rica, sólo que a ritmo de minueto.
Con lo que me contaron de su tía Ita, y con las cosas que mariajesús paradela ha puesto en su blog como material disponible para elaborar un artículo con el que participar en el concurso que ella misma patrocina, he intentado exponer unos rasgos muy generales de la vida de la Ita. Me he tomado muchas licencias, pero la verdad se mantiene.
Y se mantiene porque yo no sé contar cuentos. No sé inventarme historias. Lo único que se me puede pedir es que narre cosas que haya vivido o sucesos de los que tenga conocimiento. Mis sueños son reales, porque yo sueño despierto. Dormido, sólo duermo. Y si mientras tanto sueño, luego al despertar, no recuerdo nada.
¡Ojalá soñara y luego pudiera explicarlo! Diría que había tenido seres extraños junto a mí, que habría vivido aventuras sin cuento en lugares de ensueño y que había escuchado palabras misteriosas sobre arcanos imposibles para un humano convencional. Y a partir de ahí tal vez sabría cómo imaginar cosas que no han sucedido ni sucederán, y narrarlas con todo lujo de detalles como si fueran reales, para entretener a la concurrencia, o para editar un precioso libro con el título, por ejemplo, de “Cuentos de verano para una noche de invierno”.
Por eso mismo, sólo cuento lo que sé que es real, o se aproxima. Por ejemplo, que la Ita tuvo una máquina de coser, pero ignoro si SINGER, WILLCOX&GIBBS, FRRISTER&ROSSMANN, LADA o como la de mariajesús paradela. Y sobre relojes, vaya usted a contar los que pudo tener en su casa. Pero uso lo que me ofrecen. De coches ya no hablo, ni de papeles antiguos. Y así del resto de las cosas.
Hay un vacío que no sé cómo llenar, por eso no lo he hecho. Pero tengo que decirlo para que quede constancia. La Ita no tuvo descendencia. Pero eso no quiere decir que no fuera maternal. Sus sobrinos la recuerdan como una compañera de juegos; más, mucho más: ella era directora, inventora, inductora, liadora, cómplice, narradora, hada, nube, alma… de sus momentos lúdicos más infantiles, o de sus vivencias infantiles más lúdicas. No fue madre, no; fue la tía más tierna que habitó sus infancias. Eso me han contado. Y así lo digo yo ahora.
Y ya está bien. Aquí acabo esta perorata y empieza lo que yo considero que fue la vida de una prima de mi mamá, a quien llamaban la Ita, y que tuvo una vida a ritmo de minueto. Bueno, al menos a mí me lo parece.
La llamábamos Ita, así, de modo tan sencillo. Imagino que su nombre verdadero sería Rafaela, porque ese nombre en masculino existía ya en la familia, y con tronío. Pero la verdad es que no lo sé, porque nunca la llamaron de otra forma.
Ita era prima lejana de mi madre, y por decir algo, tendría que haberla llamado tía Ita. Pero nunca lo hice. La Ita, como la llamaba mamá, venía de vez en cuando a casa; nunca sola, siempre acompañada de su hermano, también soltero. Siempre serios, distantes, muy mayores. Por más que lo he intentado, nunca conseguí imaginármelos compañeros de juegos de mamá. Porque mi mamá pasó muchos veranos con su familia en San Sebastián. Ella me lo contaba con mucha alegría; debieron ser muy buenos veraneos.
A la Ita no la conocí. He empezado a hacerlo mucho más tarde, hace apenas unos años. La volví a ver en silla de ruedas y muy anciana, cuando unos sobrinos carnales la trajeron unos días a su casa, y se presentaron con ella a celebrar una Navidad.
A través de ellos he sabido que si la Ita no tuvo una vida tipo vals, sí tuvo una vida muy rica, sólo que a ritmo de minueto.
Con lo que me contaron de su tía Ita, y con las cosas que mariajesús paradela ha puesto en su blog como material disponible para elaborar un artículo con el que participar en el concurso que ella misma patrocina, he intentado exponer unos rasgos muy generales de la vida de la Ita. Me he tomado muchas licencias, pero la verdad se mantiene.
Y se mantiene porque yo no sé contar cuentos. No sé inventarme historias. Lo único que se me puede pedir es que narre cosas que haya vivido o sucesos de los que tenga conocimiento. Mis sueños son reales, porque yo sueño despierto. Dormido, sólo duermo. Y si mientras tanto sueño, luego al despertar, no recuerdo nada.
¡Ojalá soñara y luego pudiera explicarlo! Diría que había tenido seres extraños junto a mí, que habría vivido aventuras sin cuento en lugares de ensueño y que había escuchado palabras misteriosas sobre arcanos imposibles para un humano convencional. Y a partir de ahí tal vez sabría cómo imaginar cosas que no han sucedido ni sucederán, y narrarlas con todo lujo de detalles como si fueran reales, para entretener a la concurrencia, o para editar un precioso libro con el título, por ejemplo, de “Cuentos de verano para una noche de invierno”.
Por eso mismo, sólo cuento lo que sé que es real, o se aproxima. Por ejemplo, que la Ita tuvo una máquina de coser, pero ignoro si SINGER, WILLCOX&GIBBS, FRRISTER&ROSSMANN, LADA o como la de mariajesús paradela. Y sobre relojes, vaya usted a contar los que pudo tener en su casa. Pero uso lo que me ofrecen. De coches ya no hablo, ni de papeles antiguos. Y así del resto de las cosas.
Hay un vacío que no sé cómo llenar, por eso no lo he hecho. Pero tengo que decirlo para que quede constancia. La Ita no tuvo descendencia. Pero eso no quiere decir que no fuera maternal. Sus sobrinos la recuerdan como una compañera de juegos; más, mucho más: ella era directora, inventora, inductora, liadora, cómplice, narradora, hada, nube, alma… de sus momentos lúdicos más infantiles, o de sus vivencias infantiles más lúdicas. No fue madre, no; fue la tía más tierna que habitó sus infancias. Eso me han contado. Y así lo digo yo ahora.
Y ya está bien. Aquí acabo esta perorata y empieza lo que yo considero que fue la vida de una prima de mi mamá, a quien llamaban la Ita, y que tuvo una vida a ritmo de minueto. Bueno, al menos a mí me lo parece.
15 comentarios:
Ya ves cuan aplicadamente te sigo. Me acabas de tirar de las orejas y recordarme que me prometí escribir algo para el concurso. Hasta la fecha no se me ocurría nada, pero con tu permiso y aprovechando tu impulso te voy a copiar. Escribiré sobre un pergamino antiguo, que creo no anda muy lejos, el del encarcelamiento de mi padre en la carcel modelo de Alicante tras la contienda civil.
A mi me ocurre lo mismo, solo se escribir sobre lo que conozco, incluidos los sueños que se dieron en tiempos de rayos y truenos emocionales, digo que por eso se iluminarían, y una que es muy "apañá", se los apuntó para mejor ocasión, bien adobados con el Messias de Haendel. El resultado ya lo conoces. Ahora ya no es lo mismo, me pasa como a ti, pero como lo guardo todo, incluidos tornillos y chinchetas, pues ahora aprovecho para airearlos, no vayan a apolillarse. Así de paso me sirven para hacer amigos. No olvides que esto ocurrió hará unos 20 años,nada menos.
Ya me gustaría elucubrar historias como hacen los buenos escritor@s, pero lo cierto es que tampoco me emociona inventármelas, que la realidad muchas veces supera la ficción y no me nacieron escritora, tan solo una profe retirada, una casada separada, una madre realizada, una abuela contenta de ver crecer a sus nietos y una bloggera feliz de haber encontrado amigos a pesar de ser un tanto rarita. Un abrazo y que la suerte, fortuna o como te plazca llamarle, te acompañe.
Muy bueno, Miguel, buenísimo.
Si yo fuese Ita, me sentiría muy halagada con tu descripción.
Los papeles anodinos, para mi no lo son tanto: Pilar sigue siendo amiga mía, lo cual me parece importantísimo y ese papel de derechos reales perteneció a mi abuela; en él, si te fijas, figura su nombre y apellidos, pero, al ser abuela materna, ninguno de ellos me corresponde.
Muy currado, sí señor.
Siento que Ita no haya disfrutado con la mega drive: yo me la compré en el 92 o 93. Se conectaba a la tele y tenía unos juegos chulísimos y con unas músicas la mar de pegadizas. Los niños y yo, cada uno con su mando, nos pasábamos el día dándole duro. Luego se la regalé, la llevaron para su casa y solamente me quedó la caja...Y bien que lo siento.
Suerte en el concurso, pero, por ahora, Txema y Anna , te lo ponen difícil.
Miguel Angel...menudo amigo-rival del concurso y cuanto me alegro de compartir participación contigo.
Se me ha hecho familiar la descripción de La Ita, en la persona de una de las hermanas de mi padre,la soltera,muchas cosas en común con las que tan bien has descrito.
La música preciosa y todo muy trabajado pues sé el tiempo que se invierte en hacer estos videos.
Nos vemos en la final y mucha suerte.
No estoy de acuerdo contigo en algunas cosas. Cualquiera puede escribir e inventar historias. Si he podido yo, y ya entradito en años y carnes, puede cualquiera, sólo hay que dejar volar la imaginación, el resto sale solo. Así que en eso discraparé de lo que cuentas.
Buena la descripción sobre la Tía Ita, se ve que la queríais mucho en la familia. A veces esas personas que no tienen descendencia acumulan mucho más cariño que los demás, repartiéndolo luego entre sus seres queridos sin límite alguno.
Saludos
emejota, ¿tú me sigues a mí? ¡Yo te sigo a ti! ¿Mira que si en este tira y afloja nos despistamos del camino y nos perdemos? Supongo que tampoco pasaría nada si ocurriera. No nos sería muy difícil ni costoso encontrar otro, o inventárnoslo, ¿no te parece? Posiblemente yo estaría peor situado (tal vez mejor diría equipado) que tú para aguantar el momento y tener serenidad, pero ya te miraría a ti de reojo para ver cómo aguantabas el momento.
Ya estás tardando en dar a luz, que ardo en deseos de leerte.
mariajesus, ya sabes que toda historia tiene (o puede tener) varias lecturas, muchos lectores y más de una fuente de inspiración. Esta mía ya está escrita, y no tiene vuelta de hoja, que no voy yo a contradecir a un personaje tan histórico como un cierto gobernador de la provincia de Judea de los tiempos más antiguos. De modo que esa información que ahora me das, como que me sobra; más que sabida, era sospechada.
Gracias por desearme suerte, aunque no frente a Txema y Anna, que no compito ni junto a ni contra ellos.
Anna, habría que hacer un monumento muy especial a todas las “Itas” que en el mundo han sido. Esta Ita que describo no lo fue para mí, pero no me importa, porque luego he tenido muchas, a otra edad, en peores circunstancias, cuando más falta me hacía. Y bien que hicieron su función; con ellas viví al ritmo de la música que alabas.
Y sí, eso de los vídeos es un peñazo. Pero he aprendido a trabajar con iMovie, y veo que es mucho mejor que iPhoto para esto, mucho más completo. Ya sólo me falta empezar a usar GarageBand, y tendré el completo. No habrá, entonces, quien me tosa.
Nos veremos mucho antes de eso, no te quepa la menor duda. Suerte también para ti.
Don Calvarian, permíteme el tratamiento. Cuánto me alegro de que discrepes. Hacerlo le da al blog prestancia e importancia. No voy a discutir, no contigo. Pero sí te digo que no te pongas de medida, que no es justo. Tú puedes, ya lo has demostrado. Otros no, y no queda sino reconocerlo. Es verdad que ha habido generales que han llevado a la tropa demostrando que si ellos podían los demás también. Pero en esto no hay ni generales ni soldaditos, aquí cada quien da simplemente la medida de sí mismo, y da… lo que da.
Sí, a la tía Ita su familia la quería mucho.
Saludos.
Miguel Angel me has sorprendido muy gratamente con la participación en vídeo.
preciosa historia la de Ita y muy plena en sentimientos como tu la has plasmado.
Un beso
Hola Miguel Angel, has hecho un buen trabajo con el video, contando la historia a través de las imagenes, y el preámbulo anterior con la historia de Ita, me ha gustado la forma tan familiar con que la describes.
Un abrazo.
Genial entrada. Esta Mª Jesús va a hacer de todos nosotros unos magníficos escribanos. Espero convertirme nuevamente en contrincante tuyo en este concurso. A ver si llego a tiempo, porque ando un tanto enredado.
Anusky66, es que me dio por probar cómo era eso de hacer un vídeo y resulta que no es nada difícil, aunque un poco laborioso. Yo trabajo con mac, y viene con el trato una cosa que se llama iMovie, y te lo hace sencillo.
Sí, a la tía Ita sus sobrinos carnales la recuerdan con mucho cariño y así me lo han contado. Yo con ella tuve muy poco trato porque el parentesco era muy lejano.
Espero que te animes a concursar, ya lo estás haciendo…
Encarni, para historia bien contada la tuya con tu abuela y la máquina de coser por medio. Cuida esa máquina, cuídala y consérvala en uso y engrasadita.
Arobos, mira quién fue a hablar. Me has dejado mudo con el recuerdo de tu hermano y de aquella noche de Reyes. Menos mal que yo sólo pretendo participar, que tod@s los que hasta ahora lo habéis hecho ponéis muy difícil atreverse. Yo, que soy un pillo, me adelanté, así no me desanimaba con el trabajo de los siguientes.
Querido cura, este pobre descreído, ha necesitado "Dios y ayuda" para leer todo el texto porque mi vista ya no es la que era y le letra me ha resultado un poco pequeña.
Pero, sin duda, mi perseverancia ha sido recompensada y me ha deleitado el relato.
Un cordial saludo.
Txema, y yo que creía que lo estaba haciendo bien. Desde ahora me corrijo y aumento la cosa, para que se me lea sin problemas.
Eres el primero en decírmelo; ¿cuántas personas han pensado lo mismo y se han callado? Pues muy mal hecho, que las cosas se dicen.
Y gracias por tus palabras, eres muy amable.
No he dicho que esté mal, ni mucho menos, pero la letra un poquito más grande facilitaría la lectura para los que ya estamos un poco mal de la vista.
Gracias por contestarme.
un saludo
Txema, si no pasa nada porque se le corrija a uno; se toma nota y se intenta hacerlo bien a partir de ese momento. No es tan difícil.
Gracias por volver. Es todo un detalle. Saludos
Hermoso homenaje le has hecho a Ita!
Se sentiría orgullosoa y colmada de satisfacción.
La vida a ritmo de minueto : rica y fecunda.
Si fue nube , alma conductora, narradora, liadora,inventora ,cómplice , hada ... era una "madraza"!!!
Me encanta cómo has transitado las secuencias a través de todos los aprendizajes: De la máquina de coser a la máquina de escribir.
Has transmitido un caudal de sentimientos que enaltecen a Ita .
Hermoso, Miguel Ángel!!!
El video : Magistral!!
Gracias, Carmela, intenté hacerlo lo mejor que sé.
No sé inventarme cuentos, sólo narrar lo que vivo o describir lo que conozco. Y las fotos que mariajesus colocó me evocaron a esta prima de mi madre. Así que me limité a describir a la persona que conocí y narré lo que sus sobrinos carnales me contaron de ella.
Te has excedido en los elogios, no es para tanto. Gracias.
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