La madre quería bautizar en su tierra, en el lugar de su más profunda devoción. Es cántabra y dijo el sitio: la ermita de la Virgen del Mar.
Tiro de google y busco en internet. Y me encuentro todo esto:
El encargado de esta impresionante Cosa nos explica con toda dulzura y delicadeza que no es posible, que esta ermita no es lugar para este sacramento, que así lo han decidido quienes tienen que hacerlo.
Yo ya lo suponía, que un bautizo es más propio de parroquias. Que un santuario o una ermita es más propio de fiestas y romerías, de patronas y tradiciones amplias, muy arraigadas pero en absoluto dispuestas para un uso tan particular.
El padre tenía otra ilusión. Que el bautizo fuera tierra adentro, tal que aquí, que también está en la red:
Es el monasterio cisterciense de Nuestra Señora de la Santa Espina, Castromonte, Valladolid.
Es también lugar impresionante por su historia, por su arte, por su grandiosidad, por sus gentes.
El administrador de esta otra Cosa no plantea problema, al contrario. Es parroquia y por lo tanto está en uso y disfrute.
Así pues, sin mayor controversia, que no tiene por qué haberla, hoy bautizaremos a Inés y celebraremos su llegada al mundo de los mortales, y daremos gracias por su vida regalada, que eso es y no otra cosa, un auténtico regalo. Y escucharemos una voz que sólo habla al corazón, pero que suena con mucha fuerza, que va a decirnos: "Esta es mi hija Inés, la quiero con toda el alma, cuidadla bien y queredla también vosotros, que si no os la veréis conmigo". Firmado: Abba (Rúbrica correspondiente y sello celestial, para dar fe. Habrá también otro garabato adjunto, parece ser que de san Pedro, que es como su secretario).
Pues eso, que esta mañana bautizaremos a Inés, y lo celebraremos como se merece. Ha habido cambio de mar por tierra, pero eso a Inés no le va a importar nada, porque va a ser de ambos sitios. El mar para nadar, navegar por el ancho mundo y ensoñar. La tierra para pasearla, cultivarla y recorrerla rompiendo cualquier frontera que la quiera parcelar. Tendrá el temple y la serena belleza de los almirantes de Castilla y la intrepidez y donosura de los navegantes de Cantabria. Un completo total.
Tiro de google y busco en internet. Y me encuentro todo esto:
(Pinchar en la foto para ampliar información)
El encargado de esta impresionante Cosa nos explica con toda dulzura y delicadeza que no es posible, que esta ermita no es lugar para este sacramento, que así lo han decidido quienes tienen que hacerlo.
Yo ya lo suponía, que un bautizo es más propio de parroquias. Que un santuario o una ermita es más propio de fiestas y romerías, de patronas y tradiciones amplias, muy arraigadas pero en absoluto dispuestas para un uso tan particular.
El padre tenía otra ilusión. Que el bautizo fuera tierra adentro, tal que aquí, que también está en la red:
Es el monasterio cisterciense de Nuestra Señora de la Santa Espina, Castromonte, Valladolid.
Es también lugar impresionante por su historia, por su arte, por su grandiosidad, por sus gentes.
El administrador de esta otra Cosa no plantea problema, al contrario. Es parroquia y por lo tanto está en uso y disfrute.
Así pues, sin mayor controversia, que no tiene por qué haberla, hoy bautizaremos a Inés y celebraremos su llegada al mundo de los mortales, y daremos gracias por su vida regalada, que eso es y no otra cosa, un auténtico regalo. Y escucharemos una voz que sólo habla al corazón, pero que suena con mucha fuerza, que va a decirnos: "Esta es mi hija Inés, la quiero con toda el alma, cuidadla bien y queredla también vosotros, que si no os la veréis conmigo". Firmado: Abba (Rúbrica correspondiente y sello celestial, para dar fe. Habrá también otro garabato adjunto, parece ser que de san Pedro, que es como su secretario).
Pues eso, que esta mañana bautizaremos a Inés, y lo celebraremos como se merece. Ha habido cambio de mar por tierra, pero eso a Inés no le va a importar nada, porque va a ser de ambos sitios. El mar para nadar, navegar por el ancho mundo y ensoñar. La tierra para pasearla, cultivarla y recorrerla rompiendo cualquier frontera que la quiera parcelar. Tendrá el temple y la serena belleza de los almirantes de Castilla y la intrepidez y donosura de los navegantes de Cantabria. Un completo total.
8 comentarios:
Lo importante es que todos queden contentos.
Lo cierto es que nunca entendí eso de las ubicaciones. De pequeña me dijeron que con un chorreón de agua y la intención adecuada ya bastaba. Un abrazo.
El entorno es bonito, Ines una más a la lista de futuros fieles al catolicismo...
Pasarás un buen dia, por lo menos así te lo deseo....
que bellos son los bautizos por toda la esperanza que representan para el niño y sus padres que han iniciado una ruta cargada de ilusiones.
El próximo sábado soy yo la que esta de fiesta ,ya que bautizaremos a mi sobrino.
feliz día y buena celebración!!!
un beso
Y seguro que a Inés nadie le preguntó. Pero, si algún día decide darse de baja, la volverán loca, la mazarán a preguntas y no conseguirá nada.
Todavía hay un largo camino.
emejota, estate tranquila, de momento todo el mundo quedará contento. En cuanto a las ubicaciones no sabes qué guerra tenemos, gusta mucho eso de los lugares especiales, días señalados, formas extraordinarias. Lo de la intención, digo yo que se supone. No sé más…
Anna, el entorno es precioso, y el monasterio impresionante. Es un lugar muy querido por toda la zona de Torozos, cercano a Villagarcía de Campos, cuna de Jeromín y otros históricos de esta tierra. Gracias por tus deseos.
Anusky, a mí me gusta bautizar a niños ya mayorcitos, saben casi lo que quieren y participan activamente. Pero aún se mantiene el hacerlo con niños pequeñitos y hay que hacerlo. Que lo pases bien y gracias.
mariajesus, esa es mi batalla, pero parece que no estoy demasiado bien acompañado, porque consigo poca cosa. Los jóvenes pasan, pero cuando llega el bebé no quieren tenerlo “desamparado”, y cambian de manera de pensar, o se amoldan, o yo qué sé. No veas mis diálogos con jóvenes padres, tal que si les hablara en esperanto. ¿Tú lo entiendes? Pues ellos no.
¡Que paseis un día feliz todos juntos!.
Besos
Un hermoso lugar para bautizarse y para cualquier cosa. Espero que lo haya celebrado como se merece esa nueva criatura.
¡¡Qué hermoso lugar Miguel Ángel!!... en realidad cualquier excusa puede ser válida para disfrutar de esa maravilla. ¡Por cierto!... no sé cómo se hace para insertar un links o enlace en el blog. Para aprender ¡por eso de ahorrar!, si me lo puedes decir que yo lo entienda o remitirme a quien sepa te lo agradezco. O lo intentaré por ensayo y error. Bueno, ¡¡buenas noches!
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