El green hosting: los servidores más verdes
Aunque no imprimas, contaminas
Cristina Ruiz Fernández
Publicado en alandar nº270
Parece que el mundo digital nos hubiera librado de la deforestación. Ya no necesitamos imprimir nada. Todo viaja en CDs, lápices de memoria o, aún mejor: todo está en la red. Hay quienes afirman que, en algunos, años todo el conocimiento y la información necesarios estarán en una especie de nube virtual –lo que en inglés se conoce como cloud computing– y ya no hará falta la documentación en papel.
Sin embargo, rara vez somos conscientes de que toda esa información almacenada en la red también tiene consecuencias muy negativas para el medio ambiente. La industria del almacenaje de datos y los servidores web consumen cada uno, de media, la misma energía que 30.000 hogares del mundo occidental. Estos inmensos ordenadores en los que se almacenan los portales de Internet, las redes sociales –y hasta la página web de la tienda de la esquina– producen en torno a 12 toneladas y media de CO2 al año cada uno. Gigantescas máquinas que están encendidas 24 horas al día y 365 días al año para permitir el acceso a las webs, desde cualquier sitio y en cualquier momento.
La inevitable digitalización
Paralelamente, las estadísticas muestran cómo el uso de Internet sigue creciendo cada año y, con él, la necesidad de este tipo de servicios. El volumen de datos almacenados en la red de redes anualmente crece entre un 400 y un 1000%, con el enorme aumento del consumo de energía que esto implica. Para que esto sea posible, proliferan los servidores y data centers (lugares con decenas de máquinas de este tipo).
Pero, ante esta progresiva y casi inevitable digitalización de nuestro mundo, ha surgido una demanda de opciones respetuosas con el medio ambiente. Es el denominado green hosting: servidores verdes, que tratan de reducir el impacto de Internet sobre el medio ambiente.
Los principales desafíos que se presentan son dos. Por un lado, cómo alimentar de energía a esa enorme cantidad de máquinas. Y, por otro, la refrigeración de estos aparatos que generan una enorme cantidad de calor en su proceso de funcionamiento. Esta refrigeración puede consumir más de la mitad de la energía necesaria para que los servidores funcionen.
Ante estos retos, las empresas de green hosting brindan diversas alternativas. La más recomendable, ofrecida tan sólo por unas pocas empresas en el mundo, es que el data center esté alimentado por sus propias fuentes de energía renovable. Son centros de almacenaje de datos que tienen instaladas placas solares o están asociados a un parque de energía eólica, además de estar construidos de la forma más eficiente energéticamente –con sistemas de aislamiento y ventilación apropiados.
Estrategias de marketing
Sin embargo, muchas empresas de alojamiento de páginas web se están poniendo la etiqueta de ‘verdes’ con mucho menos esfuerzo y, únicamente, como estrategia de negocio. El recurso más frecuente es la compra de Créditos de Energía Renovable (RECs por sus siglas en inglés), que se traducen en fuentes de energía limpia pero que no implican que el servidor esté siendo alimentado con ella. Así, las empresas sólo logran cumplir los estándares medioambientales mínimos sin tener, en realidad, un compromiso con el planeta.
Otras compañías de servicios web optan por plantar un árbol por cada nuevo cliente, por reducir el consumo en sus oficinas o la contaminación que producen sus empleados al ir a los centros de trabajo. Medidas que, en sí mismas, son positivas pero insuficientes si consideramos el elevado impacto de este tipo de negocios sobre el medio ambiente. Medidas que calman conciencias y ayudan a la empresa a revestirse de verde para ganar clientes.
Un compromiso
En el campo de los servidores verdes queda, por tanto, mucho camino por andar. La mayoría de las empresas pioneras se encuentran en EE.UU. o Canadá y es difícil encontrar un proveedor español que ofrezca green hosting real. Sin embargo, hoy por hoy, la red permite que las webs estén alojadas en cualquier parte del mundo.
Así que, de todas maneras podemos contratar servicios de Internet que sean respetuosos con el medio ambiente. Con un coste ligeramente superior y con servicio de atención al cliente en inglés, pero sí es posible tener una web realmente verde. Por eso, desde alandar, hemos comenzado a estudiar las distintas alternativas y nos comprometemos a tener, antes de fin de año, nuestra página alojada en un servidor ecológico. ¡En los próximos meses os contaremos cómo logramos cumplir este compromiso!
Y yo, ¿qué puedo hacer?
Si tienes una página web o un blog, pregunta en tu actual proveedor si cuentan con medidas medioambientales. Cuestiónales, crea demanda.
Si no se trata de un servidor verde, cambia de proveedor siempre que tengas la posibilidad de hacerlo –por cuestión de costes o por aspectos técnicos…–. Pero antes investiga bien para saber si realmente se trata de una empresa ecológica.
Revisa lo que tienes publicado, ¿es todo necesario?, ¿estás duplicando contenidos?, ¿estás ofreciendo archivos que fácilmente se podrían encontrar en otra web a la que puedes enlazar?, ¿hay archivos obsoletos que podrías borrar?
Si no tienes una página web, también puedes tomar medidas desde el uso del correo electrónico. Un claro ejemplo… ¿realmente necesitas reenviar ese power point a todos tus contactos?
Si no se trata de un servidor verde, cambia de proveedor siempre que tengas la posibilidad de hacerlo –por cuestión de costes o por aspectos técnicos…–. Pero antes investiga bien para saber si realmente se trata de una empresa ecológica.
Revisa lo que tienes publicado, ¿es todo necesario?, ¿estás duplicando contenidos?, ¿estás ofreciendo archivos que fácilmente se podrían encontrar en otra web a la que puedes enlazar?, ¿hay archivos obsoletos que podrías borrar?
Si no tienes una página web, también puedes tomar medidas desde el uso del correo electrónico. Un claro ejemplo… ¿realmente necesitas reenviar ese power point a todos tus contactos?
7 comentarios:
Te agradezco esta entrada, realmente magnífica y aleccionadora. Una verdadera lección de buena práctica ambiental. La seguiré de cerca y la transmitiré allá donde pueda. Nada más tengo que decir, salvo manifestar mi total conformidad con lo que dices. Caramba, con los curas de hoy, con los curas que admiro. Sabéis de todo.
Hola Miguel Ángel
Nunca me había puesto a persar sobre el coste medioambiental de internet. He leido con detenimiento esta entrada y los consejos que das al final sobre qué podemos hacer cada uno de nosotros. Intentaré seguirlas.
Un saludo. Ibso
Es bueno aprender y esto no lo sabía pero tiene todo el sentido. Un abrazo.
Pues yo he de decir que hago todo lo posible por ser lo más ecológica posible, reciclo todo lo que puedo y porque puedo -tengo un cubo de basura de cuatro compartimentos en casa, unos contenedores de papel y vidrio en cada esquina de mi calle (que tiene 9 números nada más), la comunidad tiene cubo amarillo además del normal, un punto limpio relativamente cerca de casa, en fin puedo y, por tanto, debo hacerlo y lo hago. En cuanto al nuevo tipo de compromiso con el medio ambiente del que hoy nos ilustras ¡tan bien! (he de decirte) creo que sólo puedo no reenviar todos los pps a todos mis contactos y eso ya lo hago aunque no por este motivo pero, mira, uno más para hacerlo bien.
Gracias, guapo. Besos
Sinceramente desconocía todo esto que has expuesto con esta entrada, pero he aprendido que podemos hacer algo, yo me aplicaré en la medida que pueda, lo prometo.
Gracias por vuestra visita y por los comentarios que habéis dejado.
Perdonad que os responda en común con la entrada siguiente. Ahí doy alguna explicación.
Pensé que como se trataba de una nube virtual no ocupaba espacio material... y ¡ya ves!... me acabo de enterar de todo el consumo de energía que genera... ¡pues nada!... a buscar ¿cómo era?... ¡¡green hosting!. bueno una cosa sí que hago, los power point donde me dicen que hay que enviarlos a todos tus amigos porque así te evitarás algunos conjuros... los elimino nada más leerlos... ¡ muy interesante y práctico Miguel Angel!
Publicar un comentario