Para pasear
Para contemplar puentes rotos
Para ver torrentes
Para admirar cascadas
Para contemplar el bosque
Para disfrutar de más cascadas
Para descubrir cascadas de ensueño
Para admirar embelesados filigranas de agua
Para ver montañas, bosques y praderas
Para atravesar torrentes que caen de la montaña
Para ver puentes de hielo sobre los arroyos
Para mirar ese hielo en pleno verano
Para indagar de dónde cae tanta agua
Para averiguar por dónde se puede atravesar un torrente
Para intentar atravesarlo y no morir en el intento (perdón, quise decir "no mojarse")
Para caminar en compañía cuesta arriba
Para seguir caminando en compañía también cuesta abajo
Para sacarse una afoto -parcial, que falta el fotero y narrador- y poner sonrisa políticamente correcta (en tanto alguna que yo me sé retoza en la fresca hierba)
Para recorrer bosques mágicos
Para pisar prados inmensos
Para ver una flor
Para ver cuatro flores
Para contemplar esto, que no sé si es flor o es cardo
Para gozar mirándolas
Para sentirse pequeño, pequeño de verdad
Para llevarse a la boca algo dulce (no importa que haya que agacharse para contemplarla y para arrancarla suavemente)
Para enterarse de que existen amapolas amarillas
Para aprender a no tener prisa, y que paso a paso se llega siempre-siempre
Para ver animales domesticados
Para ver animales salvajes. Es un decir
Para pillar a toda la familia al descubierto
Durante la primavera la nieve blanda cae en aludes desde lo alto de la montaña hasta el fondo del valle, formando grandes conos. Son neveros que perduran hasta bien entrado el verano. El agua del torrente sigue cayendo sobre el vértice superior, formando una cavidad en el interior; la nieve deshecha sale por la parte inferior hasta llegar al río principal. En este caso el Cinca.
Esa gruta horadada en la nieve por el agua de la cascada adquiere a veces dimensiones ciclópeas. Es un espectáculo verlo desde fuera. Pero a veces, gentes desconocedoras de la montaña piensan que es un juguete inofensivo, que está ahí precisamente para malgastar las energías que son incapaces de utilizar subiendo montañas o paseando bosques. Llegan con el coche hasta allí mismo y se desmelenan.
Y entonces ocurre que se cumple que al Pirineo se puede ir también para morir, aunque no está bien ni el momento, ni el lugar.
Esto ocurrió el pasado día 10 de junio de 2010
1 comentario:
La naturaleza es viva y hermosa. Esa, por las fotos, especialmente hermosa.
Pero exige respeto. Y, ay de quien no cumpla.
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