La cita completa es
“la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero”. Y forma parte de este
texto algo más amplio:
La verdad es la
verdad, dígala Agamenón o su porquero.
Agamenón: —Conforme.
El
porquero: —No me convence.
«A partir
del apólogo con el que Antonio Machado inicia su Juan de Mairena (publicado en
1936), este texto pretende suscitar algunas reflexiones sobre la construcción
política, social y pedagógica de «la verdad» y de «la realidad» (Agamenón y su
porquero. Notas sobre la verdad del poder y el poder de la verdad. Jorge
Larrosa, Universitat de Barcelona. Departament de Teoria i Història de
l’Educacio. Trabajo leído como conferencia en el V Seminario Internacional de
Reestructuración Curricular organizado por la Secretaría Municipal de Educación
de la ciudad de Porto Alegre, Brasil, en julio de 1998).
La frase la he leído
muchas veces en los foros de Internet, siempre con la pretensión, eso creo al
menos, de robustecer y hacer indiscutible la afirmación que la persona citadora
estaba emitiendo.
Esto no tendría mayor
importancia si no fuera por las circunstancias que acompañan al suceso. Y el
suceso es plural.
Así, por ejemplo, en
cierta ocasión un interviniente en un diálogo quiso darse por ofendido al leer
porquero. Pensaba, el pobre, que le estaban insultando.
Otro ejemplo. En un
diario de tirada nacional, un periodista deportivo, hablando de fútbol,
tergiversó la frase tal que así: “La verdad es la verdad, la diga Agamenon o su
portero”. Inmediatamente se le echaron encima, y le adornaron con epítetos de
inculto y tal.
Último ejemplo. Y este
es de mayor hondura. En ABC, periódico culto donde los haya, alguien,
periodista o columnista, tras la frase aludió a Platón, en su diálogo Banquete.
Aquí no hubo réplica, y se admitió sin más, tal vez porque tan erudita
referencia era incontrastable.
El caso es que me ha
dado por perder algo de tiempo mientras el partido Madrid-Barça que no he
seguido ni por tele ni por radio, y tratar de entender el porqué de ese error.
Y he dado con el quid de asunto.
Parece ser que alguien colgó en Internet el libro VII del
diálogo República de Platón, (versión procedente de la edición publicada por el
Instituto de Estudios Políticos en Madrid 1969, vol. III, pp. 1-48), que
incluye en su final un largo Glosario. El autor o “colgador”, pone el siguiente
texto explicativo: «LA JUSTICIA EN SÍ.- Se refiere a la Idea de la Justicia.
Todo lo que es en sí es Idea, es lo que es, esencia. Por eso, la visión de la
Justicia no abre ninguna posibilidad a su interpretación, sino tan sólo a su
aceptación en cuanto tal. La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su
porquero».
Esta última frase, rotunda, sería pescada al vuelo, y en la
creencia de que era el propio Platón quien la emitía, ya no importó si en el Banquete
o en la República. ¡Qué más daba!
Debería haber investigado un poco más el citador de ABC, y
habría dado con un foro en donde se responde que Platón dijo muchas cosas, pero
de porqueros no trató.
A no ser que haya consultado Wikipedia, pero entonces
también se hizo un lío. El pobre dio con Sapir-Whorf y su Hipótesis, que trata
del relativismo lingüístico. De este señor es la frase “Cuando se trata de la
forma lingüística, Platón camina junto con el porquero macedónico; Confucio,
con los salvajes cazadores de cabezas de Assam”, en Language: An
Introduction to the Study of Speech. (1921: capítulo X)
3 comentarios:
Eres un deshacedor de entuertos en las citas. Yo me encabrito cuando siguen atribuyéndole a Brecht un poema célebre que es de un pastor protestante, Niemoller, pero ya ves que los errores sientan cátedra con más frecuencia de lo deseable. Lo que me ha encantado es lo del portero del comentarista deportivo. Es genial. Yo lo habría felicitado. A veces los errores son hallazgos. Una cuñada mía decía que su marido hacía "cantidades gastronómicas de comida", y famosa es la confusión del zapatito de "velours" (terciopelo) de la Cenicienta con el zapatito de verre (cristal).
En efecto, hay errores que marcan época. Sin ir más lejos, el de Colón.
Soy de Suiza, y he leído mucho en español, pero el idioma hablado no lo concozco bien. Aún así, lo del Rey y su porquero se cita tanto que también dudaría si no se basa en un dicho tradicional, que no lo inventó todo Machado.
Y eso que para mí Machado de cierta edad (no el joven) es el más grande de los poetas del sigo pasado.
Recuerdo el día y el sitio donde leí algo suyo por primera vez.
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