Una mañana de tal calibre algo tenía que significar. Amenazaba lluvia la
meteorología desde bien temprano, pero lo único que mostraba el cielo era un
enorme arco iris de lado a lado según subíamos el alto de Zaratán. Nubes sí
había, pero el sol insistía en todo lo alto y avisaba no querer dejar de estar.
Y ahí estaba, a pesar de la lluvia fina que empezó a caer. Iniciábamos nuestro
paseo, y no era plan arrugarse y desistir.
A poco la nube oscura se alejó y dejó el cielo sembrado de claros por
los que pasaba una luz esplendorosa. El silencio en el páramo era total.
Gumi y Berto nos acompañaron hasta que el segundo dijo basta, y se marchó,
–o se quedó–, a sus asuntos. El peque correteó alejándose/acercándose sin
perdernos ojo por las pajas, a lo ancho y largo de la paramera. Al llegar, nos
relajamos y almorzamos. Merecido descanso.
Ya al mediodía llegó la noticia. Isabel cumple. Un siglo menos uno. Nos
lo notificó con una sabrosa tarta.
Bien, casi centenaria. Feliz cumpleaños, y a por otro, y otro, y los que
sean menester. Los que sean, serán bien recibidos.
Con permiso de los meapilas liturgistas, le cantamos el feliz en tu día
el comenzar nuestra eucaristía. No podíamos por menos.
2 comentarios:
Bueno, de hoy no pasa, me digo. Y me pongo a ello. Te leo siempre, ya lo sabes, pero cuando estoy muy indignada no quiero escribir porque no saldrá nada bueno, también lo sabes. Y eso que tú haces lo que puedes para poner el contrapunto a determinadas cosas, pero aun así, Míguel, no me puedo creer lo que estamos viviendo, por lo que el personal está pasando, por lo que estamos dejando pasar sin echarnos a las calles. En fin...
Te has ido, has vuelto, e incluso has engordado ¡¡2 kilazos!! ¡¡qué barbaridad!!. Eso te dura tres sesiones en la piscina, ya lo veo venir.
Estamos de vuelta, empezando una nueva temporada tras el verano este raro que hemos tenido y vamos a ver qué nos depara de realmente interesante este otoño-invierno. Porque lo que está pasando ahora es tanta estulticia y tanta mediocridad que no puedo con ello.
A celebrar los 99 de tu parroquiana, que te arreglen bien las naves esas que tienes en ciernes, y que lo que está por venir sea más humano que lo que hay hoy.
Besos
Sigues con el mismo “genio” que cuando lo dejaste hace algo más de un mes. Bien, aquí estamos todos ya de vuelta. Y ahora ¿a ver lo que pasa?
Pues yo creo que no va a pasar nada, absolutamente. Todo va a seguir exactamente igual. Nadie se va a echar a la calle porque el personal no está dispuesto a perder lo poco que le queda. Chillar, chillaremos. Pero sólo eso, y nada más.
Y casi es preferible que así sea, porque con la de enemigos que tenemos, como para también fabricarnos otros nuevos.
Sé bienvenida a la etapa otoño/invierno, y contempla el desfile de los nuevos modelos que se ofrecen en la pasarela.
Besos, ya sabes
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