Frase del día: «En el fondo de cada alma existen tesoros escondidos que solamente descubre el amor». E. ROD |
Esta nochevieja ha sido la primera, que yo recuerde, que no esperé las campanadas de las doce con las uvas preparadas para recibir al nuevo año. Y no ha sido por falta de uvas, que Isabel me las trajo en la mañana, de su cosecha; tampoco por falta de ánimo, que lo tengo en cantidad más que suficiente, y máxime ahora que estreno cristales con graduación actualizada; ni por falta de tiempo, que lo estaba ocupando en hilvanar cuatro ideas para la homilía de hoy; ni por carencia de compañía, que estaba la Moly conmigo, aunque debajo de la cama por miedo a los cohetes y petardos.
Ha sido por desacuerdo; total y absoluta disconformidad con la costumbre de ir calentando motores desde muchas horas antes con ruidos de explosiones que alcanzan su culmen tras atravesar el umbral de la medianoche. Acaban los tam-tam de los relojes con sonería y explota la noche entera. Y durante más de una hora parece que esto es la guerra y nadie está a buen recaudo de que le caiga encima una tea encendida, o le rompa los tímpanos una bomba teledirigida.
Pues ¡eres un aburrido! Pues, ¡lo seré!
Esta mañana estaba todo en silencio, como después de una batalla. Los perros de la guardería municipal estaban especialmente nerviosos y ladradores; nadie había ido todavía a atenderles. La ronda exterior estaba totalmente vacía de vehículos y las nubes cubrían el cielo amenazando no dejar salir al sol. Y así ha sido. No sólo no lo he visto, es que tampoco habría podido por culpa de unos bancos de niebla, ¿o era humo?, que apenas permitían ver más allá de unos cien metros. Oler sí que olía. No sé si era madera, paja o desperdicios, pero el olor a quemado embargaba todo mi paisaje.
Así he recibido a este nuevo día. En silencio. Con olor a chamusquina. En buena compañía. Expectante por ver de qué soy capaz en esta nueva tesitura que no tiene porqué ser el comienzo de otra década prodigiosa, entre otras cosas porque de prodigios ya tengo la mochila abarrotada, y no me cabe ni uno más, aunque sea pequeñito.
Ahora, mientras me fumo un cigarro en la intimidad de mi mesa camilla, último reducto que se me permite para esta banalidad de quemar tabaco y echar humo por las narices, pienso en todos vosotr@s, y se me enternece el corazón. Quizás estéis aún durmiendo, u os estéis tomando un chocolate; tal vez estéis haciendo una tabla de gimnasia, sueca o taichi, o mirando inquisitiv@s por la ventana que da a la parte de atrás de vuestra casa. Sol@s o acompañad@s, tristes o content@s, ocios@s o ataread@s, no tengáis prevención contra este 2011: si no ha empezado bien, nada peor puede ya ocurrirnos.
¡Tengan ustedes, visitantes y amig@s, muy buenos días!
6 comentarios:
Pues yo no he mirado por la ventana trasera de mi casa, sino por la que da a la calle. Hay restos de serpentinas y algún que otro recuerdo de la fiesta de anoche, que no fue especialmente pr'odiga en cohetitos. El año ha empezado bien. Buenos días.
Ayer llovía en Jaén, fui a asomarme para ver la lluvia y al correr la cortina un zumbido pareció entrar en mi casa, asustándome de tal manera que el corazón se me encogió. No me gustan los cohetes porque asustan. El año nuevo sí trajo cohetes, pienso que de esta manera lo único que conseguimos es asustar al año entero, y encongernos de miedo. Tal vez esa sea la paradoja.
Yo me he levantado con dolor de cabeza y con sintomas de costipado, todo lo malo sea esto.
Buenos Días Miguel Angel, que tengas un buen día después de todo.
Gracias y buenas tardes, Miguel Angel!
Yo, fui anoche a despedir el año en la misa del pueblo, luego cena, uvas y risas en casa con los mios, y esta mañana, el sol nos daba caminando por la montaña, aunque nos hemos levantado tarde, hemos tenido tiempo de oler el aire fresco del nuevo año. Esperemos que se almenos como este pasado!
Qué bonito está el niño!
¡¡Qué guapo te ves revestido!! pero córtate el pelo ya ¡vaya flequillo que nos luces.
Bueno lo de los petardos es un sin vivir. Los fuegos artificiales eran anoche un susto tras otro mientras transportaba en mi coche a las 12 y poquitos minutos a mi hija hasta su casa que vive, ni más ni menos que, en la mismísima Puerta del Sol de Madrid y, claro, huye de allí hasta que haya pasado por lo menos el follón más follón. Lo de las uvas es un tostón y lo de las campanadas y toda la parafernalia, ni te cuento. Hace ya años que me niego a seguir semejante tontá.
En fin, esta mañana ha amanecido con un magnífico sol y he podido hasta abrir ventanas del salón de par en par y estar en manga corta haciendo mi puzzle superdifícil de gatitos, para mi es una forma perfecta de empezar el año. ¡Ojalá que a todos los que yo me sé les vaya igual de bien que a mi esta mañana! esto va en clave pero yo ya me entiendo.
Besos guapetón y que el 2011 reparta sosiego y responsabilidad al PP (o incluso que desaparezca, por mi...)
¡Buenos dias¡...una mañana tranquila en casa...un largo paseo y descanso ...
Me gusta ha gustado verte en la foto....
¡¡ Muy buenas!!¡¡Ese niño Jesús me suena!!... creo que es el mismo del de tu entrada...¡tan guapo él!!. Pues yo creo que es el primer año que me voy a la cama tan tarde. A las 6:30, hora canaria. Pero me dió tiempo de descansar unas horas antes de ir a la misa de 12. ¡¡Qué hermosos perros tienes!!... He leído esa poesía de Bededetti tan bonita y he visto la foto de los coleguillas... todo muy entrañable. ¡¡que tenga usted muy buen año, amigo blogero!! Un abrazo
Publicar un comentario