Acaba el mes de mayo y no podemos decir que el mundo está mejorado con respecto a cuando comenzó. Hoy me he levantado oyendo la noticia de que Israel ha atacado la flotilla humanitaria que navega rumbo a la Franja de Gaza, causando un número considerable de muertos y heridos. Aún no están claras las cifras, pero con que sean diferentes a cero, son demasiadas. No le ha importado al gobierno israelí intervenir en aguas internacionales; se ve que el derecho puede ser ninguneado según en función de qué.
El gobierno y la sociedad en este suelo patrio ha vivido un mes muy raro, con el apretón, casi estrangulamiento, que la crisis está exigiendo, o eso dicen, al cinturón que cinturonea nuestra cintura común. Que ya prácticamente no nos queda cintura. Total para lo que nos hacía falta… Me llegan correos contradictorios: unos pretenden movilizarme, otros desmovilizarme.
Y en el golfo de Méjico, qué lejos nos queda menos mal, el crudo sigue destilando por el agujero bajo el mar, y no hay manera de ponerle tapón. Dicen que es una desmesura de chapapote y que va a quedar todo hecho una auténtica pena.
Otro interés, sin embargo, me había preocupado a mí durante este mes florido y hermoso: qué será que sería del olivo que transplanté hace unos meses. Desde el 21 de enero ha permanecido inmóvil y silencioso, al menos en apariencia. Pero se ve que no, que trabajaba en lo profundo. Justo fue comenzar el mes y justo empezó a brotar.
Aquí está la secuencia por semanas:
2ª Semana: 8 de mayo
3ª Semana: 15 de mayo
4ª Semana: 22 de mayo
5ª Semana: 29 de mayo
Felipe desde algún lugar no muy lejano sabe que seguí todos los pasos que me indicó en el transplante del arbolito. Sabe también que mover una pieza como ésta de más de quince años tiene bastante de suerte y lotería. Ahora que ve que el resultado es, hasta el momento, positivo, estará contento de ver que lo que él me enseñó no cayó en vacío.
A pesar de todo, el balance final de mayo resulta en números rojos. Si en lo personal hay motivos de alegría, en lo común y de todos, casi podríamos decir que hemos perdido otro mes más de nuestra historia.