El 22 de septiembre lancé una botella a este mar amable, con el deseo de que alcanzase no un puerto cualquiera, sino el de Mar del Plata, Argentina.
El mensaje que entonces introduje en su interior es el mismo que ahora envío a las ondas cibernéticas con las señas de sus destinatarios Miguel y Miriam, que el verano pasado realizaron un periplo por las tierras de sus mayores: los de él, Sicilia; los de ella, Almería.
Como remite, Pilar y Miguel Ángel, los guías fortuitos que os encontrasteis visitando La Alhambra el día 17 de septiembre de 2008.
Contenido del mensaje: Cuantas veces hemos recordado la visita a Granada que hicimos este verano, nosotros, Pilar y Miguel Ángel, os recordamos con cariño y lamentamos el desafortunado despiste que provocó el perdernos de vista y romper el contacto con vosotros en aquel pequeño revuelo que fue la entrada en el Palacio del Jeneralife a las 14:00 horas de aquel día que empezó como empalagoso por la llovizna y terminó por ser pletórico de sol.
¡Cuántas veces nos hemos apenado de no terminar nuestro delicioso encuentro sentados los cuatro departiendo conversación y compartiendo viandas de la tierra, tal vez alpujarreñas, tal vez chés, tal vez simplemente pasta italiana!
¡Que los duendes que habitan aquellas estancias palaciegas nos proporcionen la dicha de volver a encontrarnos, no importa dónde ni cuándo, para seguir platicando y si es posible admirando cualquier otra cosa que nuestros comunes ancestros hayan dejado en herencia, como lo hicimos aquella mañana de autos!
¡Miguel y Miriam, un saludo cordial y un abrazo cariñoso de Pilar y Miguel Ángel, la mar océano por medio!
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Post Data: Este mensaje tiene todos los sellos debidos y requeridos.
El mensaje que entonces introduje en su interior es el mismo que ahora envío a las ondas cibernéticas con las señas de sus destinatarios Miguel y Miriam, que el verano pasado realizaron un periplo por las tierras de sus mayores: los de él, Sicilia; los de ella, Almería.
Como remite, Pilar y Miguel Ángel, los guías fortuitos que os encontrasteis visitando La Alhambra el día 17 de septiembre de 2008.
Contenido del mensaje: Cuantas veces hemos recordado la visita a Granada que hicimos este verano, nosotros, Pilar y Miguel Ángel, os recordamos con cariño y lamentamos el desafortunado despiste que provocó el perdernos de vista y romper el contacto con vosotros en aquel pequeño revuelo que fue la entrada en el Palacio del Jeneralife a las 14:00 horas de aquel día que empezó como empalagoso por la llovizna y terminó por ser pletórico de sol.
¡Cuántas veces nos hemos apenado de no terminar nuestro delicioso encuentro sentados los cuatro departiendo conversación y compartiendo viandas de la tierra, tal vez alpujarreñas, tal vez chés, tal vez simplemente pasta italiana!
¡Que los duendes que habitan aquellas estancias palaciegas nos proporcionen la dicha de volver a encontrarnos, no importa dónde ni cuándo, para seguir platicando y si es posible admirando cualquier otra cosa que nuestros comunes ancestros hayan dejado en herencia, como lo hicimos aquella mañana de autos!
¡Miguel y Miriam, un saludo cordial y un abrazo cariñoso de Pilar y Miguel Ángel, la mar océano por medio!
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Post Data: Este mensaje tiene todos los sellos debidos y requeridos.
Queda esa asignatura pendiente, que tarde o temprano conseguirás superar. Es una anédota muy humana, que deja abiertas las puertas para el reencuentro y la continuación de la maravillosa experiencia que supone compartir la visita a la Alhambra. La botella llegará a las costas inmensas de Mar del Plata, donde un gaucho jubilado la encontrará y la hará llegar a su destino. El embrujo de la Alhambra impregnando los horizontes infinitos de la costa argentina. Espléndido engarce. Lo conseguirás.
ResponderEliminar¡La alhambra!...Magica y misteriosa. No se por qué, siempre que la he visitado he recordado a Washington Irving y su inmortal obra "Cuentos de la Alhambra".
ResponderEliminarMagnifica cualquier visita que se haga a ese monumento.
Un abrazo.
Siempre pasan cosas buenas en la Alhambra. Ojalá ese mensaje llegue en su botella, por todos los mares, hasta los amigos. La amistad es de las cosas grandes que tenemos en la vida. Un abrazo
ResponderEliminarojalá esos hilos que invisibles unen a las personas os hagan volver a estar juntos...
ResponderEliminarUn abrazo de una almeriense
He leido el post maravilloso que te ha dedicado FERNANDO MANERO. Seguro que la botellita llega a buen puerto y os podeis reencontrar. Besotes, M.
ResponderEliminarseguro que llega la botella, nunca hay que perder la esperanza, Fernando te dedica un post fantástico, llegará a su mar.
ResponderEliminarBesos, Rachel
Hola Miguel Ángel, te he conocido a través del blog de Fernando Manero, es un luchador nato.
ResponderEliminarPaso a visitarte y me apropio de tu título.
"No fue un sueño"
Lanzamos nuestros mensajes hemos tenido suerte los han recibido, nos los han devuelto llenos de cariño, de amistad.
Sí, tuvimos ilusiones, pero los soñadores como nosotros nunca terminamos de soñar, seguimos con más años, quizá más vapuleados por la vida, pero no queremos renunciar a soñar, a recordar.
Sí, eso me pasara estaría pérdida.
Me despido con la canción de los Celtas Cortos, me gustan.
"Si te mola me contestas".
Un saludo.
Fernando Manero, Cornelivs, Clares, Amig@mi@, Merche Pallarés, Raquel y María Luisa:
ResponderEliminarHabréis observado y comprobado que la botella alcanzó destino. Cierto que tuvo su mágico toque la ayuda del maestro. Eso no hace sino confirmar que lo importante para la botella es que sea lanzada al agua. Ya encontrará corrientes amigas que la conduzcan a donde deba, pueda o quiera llegar.
¿No somos tod@s de alguna manera náufragos? Pues ¡botelleros del mundo, uníos!