Ni niebla ni lluvia, un sol espléndido. Y eso que llevábamos más de una
semana que casi no podíamos vernos ni en la distancia corta. Pero fue llegar el
día, y se ensoleció por completo.
Así pudimos cantarla dentro, y celebrarla fuera en amigable compaña.
La novedad más destacable fue que llenamos el presbiterio, habitualmente
ocupado por una sola persona, para leer entre una multitud variada en edades y
condiciones este texto como ofrenda, plegaria y compromiso:
La Flor de Pascua es una planta originaria de Méjico, donde se
la llama también “flor que se marchita” o “flor de cuero”; se cultiva
preferentemente en torno a Morelos, Puebla y Michoacán, para comercializarla
como adorno navideño.
De alegría cantó María al verse agraciada con la predilección
divina.
Que también nosotros sepamos alabar a Dios y darle gracias
desde el día a día de nuestra convivencia fraterna. Oremos al Señor…
Para caminar con soltura o hacer deporte hay que acompañar a
nuestra buena forma física calzado y ropa apropiados.
La urgencia con que María salió para acompañar y ayudar a su
prima Isabel embarazada no le permitió atender a estas sugerencias.
Que sepamos salvar cualquier distancia u obstáculo que nos
separen de nuestros hermanos, con la misma santa inconsciencia y prontitud de
María. Oremos al Señor…
El Santo Crisma, el óleo de los Catecúmenos y el Óleo de los
Enfermos, forman parte de la cura o cuidado con que nuestra parroquia atiende a
los deseos y necesidades del pueblo de Dios, en la administración de los
sacramentos.
María estuvo atenta a cuanto hacía felices a los demás o les
producía tristeza o preocupación, como en las Bodas de Caná.
Que nosotros también estemos dispuestos para la solidaridad
humana y creyente. Oremos al Señor…
El Pan y el vino, la comida y la bebida, no pueden faltar en
ninguna mesa familiar. Para ello trabajamos con esfuerzo y sin descanso.
María acompañó a la primera comunidad cristiana, en la espera
familiar del Espíritu de Jesús resucitado.
Que también nosotros acojamos y
acompañemos a todo ser humano desde la fe en Jesucristo. Oremos al Señor…
El resto fue rutina, como puede serlo celebrar el 31º aniversario
nuestro y el 484º de ella. La ilusión, o la devoción, hizo que no lo pareciera.
Las personas de más edad agradecimos que esta vez no fuera estampita, sino hoja fotocopiada con letra a medida de nuestra vista. Así pudimos cantar y
rezar, sin alargarnos los brazos ni comernos las pestañas.
Emma Renée se llevó una grata sorpresa: dio con un lugar donde se cantan
las mañanitas en la versión larga… y no estaba en México.
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