La última locura



de la que acabo de enterarme, precisamente a través del telediario de la noche de la uno, consiste en subirse a una fuente pamplonica –la de Santa Cecilia, en la calle de la Navarrería– y arrojarse sobre el personal que en esos momentos llena a rebosar la plaza.
Como no consta que los de abajo soporten el impacto de ese cuerpo que cae, la costalada puede estar asegurada.
Parece ser que es furor entre extranjeros que vienen a participar de los sanfermines.
Me ha pillado intentando redactar algo sensato para una entrada de este primer domingo de julio. Se me ha asustado el ingenio y no tengo nada que decir.
Entre esto y el atasco de más de diez kilómetros que se ha producido en Mijas porque los conductores se paraban en plena carretera a contemplar un incendio, para qué hablar de los muertos de este fin de semana.
Estaba pensando comentar la visita de papa Francisco a Campobasso, que tiene mucha sustancia. Pero casi mejor dejo aquí el enlace y que cada cual saque sus propias conclusiones.

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