Quién faltaba y quién sobraba



Así, con acento. Porque de no ponerlo, cambiaría el sentido. No se trata de hacer una enumeración de los ausentes y de los que estaban de más, sino de si cabría hacerse la pregunta al respective, una pregunta por demás que mucha gente se ha hecho en otras ocasiones: ¿había quien no debió estar y estuvo, quien debería haber estado y no se presentó?
Pues mira tú por dónde la respuesta dependerá o dependería de quien haga o hiciera la pregunta y del lugar desde donde se haga o hiciese. Y no es baladí esta cuestión.
Yo no voy a entrar a ese trapo, no sea que me quede corto o me pase unas cuantas cuadras. De personalidades me parecieron un exceso, con toda seguridad. Del resto, el pueblo, debieron ser muchos más; creo que el país cuenta con más de cuarenta millones de habitantes, pues eso.
Lo que pasa es que los que fueron en avión, –o les pagaron el viaje, o era sólo calderilla para su bolsillo–, sabían que iban a estar enfocados, y eso importa, vaya si importa.
El que no podía ni debía faltar no faltó. Me refiero al arzobispo Desmond Tutu. Bien por su arenga final, que espero que haya sido atendida por la alta concurrencia: reclamó a los asistentes que prometieran a Dios que seguirán "el ejemplo de Nelson Mandela" para poder darles su bendición. No sé si lo prometieron, la bendición les fue dada. ¿Será para su bien o para su perdición? Depende de ellos, de nadie más.
En mi terreno tengo que decir que acabo de encontrarme con algo que no esperaba. Por eso mismo no puedo decir más que bienvenida sea esa flor. Es el árbol de jade que pasa la mayor parte del año en el atrio de la parroquia. Ha florecido.
También conocido como “crásula”, florece en otoño. Mi madre tenía el mirador de casa llenito de ellas; rama que caía, rama que plantaba en otro tiesto. Pero de flores… ni pamplona. Nunca, jamás. Rien de rien.
Y sin embargo, ésta, que ahora reposa de las heladas en ese rincón del despacho parroquial, tiene tres racimos de pequeños capullos que no tardando veremos en qué quedan.
Ya estaban faltando, ya. Por eso mismo, ahora no sobran.

1 comentario:

  1. Bueno, por fin algo florece en este invierno en el que tantas desgracias y males están ocurriendo. Bienvenida sea la floración de tu planta.

    Besos

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